Junto a la vía

Asentamiento en barrio Schneider

Son unas 15 familias que viven en ranchos construidos en un terreno cerca de Regis Martínez y San José. Hay preocupación en el vecindario. Precarias condiciones de salubridad.

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Ranchos “escondidos”. Una construcción de material sobre Regis Martínez impide ver al pasar el asentamiento. Foto: Guillermo Di Salvatore.

 

Nicolás Loyarte

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Unos 15 ranchos de chapa habitados por familias carecientes fueron levantados en los últimos meses junto a la vía del FFCC, en un terreno ubicado cerca de la intersección de Regis Martínez y San José, en barrio Schneider, en esta capital.

Este presunto asentamiento ilegal fue creciendo en los últimos meses y despertó la preocupación de vecinos del barrio, debido a las deficientes condiciones de salubridad en las que viven niños y adultos -en su mayoría jóvenes-, lo que repercute en todo el resto del barrio. Una vecina de la zona que se identificó como Vanesa Villetti, denunció la situación a través del WhatsApp de El Litoral, al 342 630 53 44. La mujer contó que durante los últimos días presentó reiteradas denuncias formales “en la página web de la Municipalidad”. En diálogo con El Litoral, Villetti comentó que “hace poco inauguraron una placita” junto al asentamiento. “A las pocas semanas comenzó a agrandarse”.

La zona es muy transitada y está a pocos metros de avenida Peñaloza. Frente a las vías hay un parque de juegos infantiles y hacia el norte un alambrado divide el terreno con el fondo del predio del Club Defensores de Peñaloza. Además, a metros funciona un conocido negocio de reparación de chapa y pintura del automotor. Pero el asentamiento está “escondido” detrás de la fachada de una edificación y se extiende de sur a norte unos cincuenta metros a lo largo de la vía. “Acá es donde quieren construir una bicisenda (proyectada por la Municipalidad) y está lleno de basura”, relató Villetti.

Marginal

Natalia Orellano (19 años) es una de las habitantes del asentamiento. Ella vive en un rancho de un ambiente junto a Marcos Puig (20 años), su pareja, y Jesús, su hijo de un año y siete meses. Y está embarazada. “Nosotros vinimos hace 8 meses de Villa Hipódromo porque en la casa donde vivíamos ya no teníamos lugar”, contó Orellano, parada al frente de su rancho, sobre la vía, con su chiquito en brazos. A pocos metros del lugar otro vecino hizo un pozo de unos tres metros de diámetro y uno de profundidad, que socavó la vía, para rellenar al frente de su rancho “porque cuando llueve se acumula el agua y se inunda”.

La joven habitante del asentamiento contó que su pareja trabaja en un taller mecánico de un familiar en Villa Hipódromo, barrio al que ella regresa a diario para llevar a su hijo al comedor comunitario. “Nos hicimos este rancho acá porque no teníamos dónde vivir”, insistió. Y al ser consultada respecto de quién les dijo que podían vivir allí, contestó: “Mi marido lo consiguió”.

Los ranchos tienen un humilde cerco perimetral que da a las vías del FFCC y al fondo están pegados a la medianera de las viviendas de la zona. Los vecinos cuentan que en el lugar funcionaba antes un espacio de un grupo de scouts y que se fueron porque les robaron el alambrado y ocuparon el lugar. Lo llamativo es que los habitantes cuentan con un precario tendido eléctrico con bajada de luz a los ranchos.

La vecinal también reclama

La vecinal Schneider está al tanto de la situación. Su presidente, Oscar Vallejos, contó que hace dos años presentan reiteradas notas de reclamo en la Municipalidad y en la Provincia. “No hemos tenido respuesta”, dijo el vecinalista. “Nos cansamos de reclamar”, detalló Vallejos, quien agregó que, según le consta, “el terreno usurpado pertenece al Onabe” (FFCC). Tras una consulta periodística realizada por El Litoral, esta mañana la Municipalidad inició una investigación del caso.

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Juegos infantiles. Al otro lado de la vía hay hamacas y sillones.

Foto: Guillermo Di Salvatore.