Editorial

  • La Justicia de Estados Unidos investiga por graves delitos a dirigentes de la Fifa y a empresarios de diferentes países.

Fútbol y corrupción, otra vez de la mano

El mundo entero se vio sacudido por las detenciones y por las graves acusaciones contra directivos de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (Fifa) y empresarios vinculados con la organización.

Y no es para menos. No sólo porque se trata del deporte más popular del planeta y de una entidad poderosa sino, además, porque en este entramado de corrupción aparecen involucrados al menos dos Estados nacionales, como Rusia y Qatar, desde donde supuestamente se pagaron sobornos para ser designados sedes de los próximos campeonatos mundiales de fútbol.

La fiscal general de los Estados Unidos, Loretta Lynch, también confirmó la denuncia contra dirigentes de la Concacaf -desde donde se administra el fútbol de América Central y América del Sur- y la Conmebol -responsable del fútbol sudamericano- las que habrían recibido sumas millonarias a lo largo de los últimos años para que adoptaran ciertas decisiones.

No sólo la elección de las sedes de los campeonatos mundiales se encuentra bajo la lupa. Además, la Justicia norteamericana afirma contar con fuertes evidencias relacionadas con hechos de corrupción en las contrataciones televisivas y en los derechos comerciales de los torneos.

La Argentina no está al margen de los acontecimientos de las últimas horas. En primer lugar, porque tres empresarios de este país -uno de ellos relacionado con la empresa Torneos y Competencias- aparecen en la lista de imputados por la Justicia de los Estados Unidos. Pero eso no es todo, ya que a lo largo de los últimos años el fallecido Julio Humberto Grondona, ex presidente de la AFA y vicepresidente de Fifa, fue el responsable del manejo de las cuentas de la organización internacional y tuvo una importante participación en las contrataciones televisivas de los campeonatos.

Según la fiscal general de Estados Unidos, los hechos de corrupción investigados se produjeron a lo largo de dos décadas por sumas que alcanzarían los 150 millones de dólares. Sobre los 14 acusados pesan 47 cargos diferentes, aunque no se descarta que la lista de sospechosos crezca a medida que la investigación avance.

En el mundo del fútbol, las sospechas de corrupción no son nuevas. Lo novedoso, en todo caso, es que por primera vez la Justicia de un país se decide a actuar con la firmeza que la situación amerita.

En la Argentina, también existen investigaciones judiciales vinculadas con los manejos del fútbol. La jueza federal María Servini de Cubría lleva adelante una causa donde se investiga la supuesta responsabilidad de los tres últimos jefes de Gabinete de la Nación (Juan Manuel Abal Medina, Jorge Capitanich y Aníbal Fernández) en irregularidades cometidas en la administración del dinero destinado al programa Fútbol para Todos, implementado desde 2009.

Durante los últimos seis años, el Estado nacional destinó más de 7.000 millones de pesos a los clubes, a través de las transmisiones televisivas.

Además, según un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN), entre 2009 y 2012 el Estado destinó 2.967 millones de pesos a Fútbol para Todos, de los cuales 178,9 millones no pudieron ser justificados. Asimismo, el órgano de control denunció que el acuerdo entre el gobierno y la AFA no respeta los reglamentos de contratación de bienes y servicios del Estado; y que la AFA nunca cumplió con las medidas de saneamiento económico de los clubes comprometidas con el gobierno nacional.

Sin embargo, por cuatro votos contra tres, la mayoría kirchnerista de AGN dispuso el archivo del informe que daba cuenta de estas irregularidades.

En el mundo del fútbol, las sospechas de corrupción no son nuevas. Lo novedoso, en todo caso, es que por primera vez la Justicia de un país se decide a actuar con la firmeza que la situación amerita.