Mesa de café

De la Fifa a la AFA

Por Remo Erdosain

—¿Qué me contás lo que pasó con la Fifa?

Quien hace la pregunta es José, que fue uno de los primeros en llegar al bar y está con los diarios del día en la mano.

—Para mí no es ninguna novedad -responde Abel.

—Una novedad que por primera vez sale a la luz -digo.

—Seamos sinceros -dice Marcial,- ¿a alguien le llama la atención que la Fifa sea lo más parecido a una asociación ilícita?

—No metamos a todos en la misma bolsa -advierte José.

—Yo no los meto, ellos se metieron solos.

—Insisto -enfatiza Marcial- son una manga de ladrones, del primero al último. Coimeros, corruptos, estafadores, malversadores de fondos, lavadores de dinero. Siempre se supo eso, cualquier jugador de fútbol, cualquier directivo sabía lo obvio. Ahora algunos se escandalizan por lo que saltó a la luz.

—Eso no está mal.

—No está mal, más o menos. Que doña Cata se desayune que los máximos directivos del fútbol mundial son una manga de corruptos, pero ninguna persona más o menos informada sobre lo que pasa en el mundo puede decir que está sorprendida por lo que ocurre.

—Al que hay que felicitar es al FBI. Por fin una investigación bien hecha -exclama Abel- un trabajo serio que pone en evidencia lo que todo sabíamos, pero que era muy difícil de probar.

—Lo interesante -digo- es que estas investigaciones se vienen haciendo desde hace una ponchada de años.

—Y finalmente se hizo la luz.

—Casualmente sobre el filo de las elecciones internas.

—Yo quisiera saber por qué está metido Estados Unidos.

—Por la sencilla razón de que los delitos se perpetraron en ese territorio, porque los delincuentes se valieron del sistema financiero yanqui.

—Hay una fiscal norteamericana, Loretta Lynch, una mujer con agallas, puesta por Obama en ese lugar para limpiar la mugre de los lavadores de dinero, los coimeros y toda la runfla que desde hace años, décadas, viene robando en el fútbol.

—Agregaría las investigaciones suizas. Todo se está investigando

—A mí me parece todo muy lindo -reflexiona Marcial- pero permítanme ser escéptico en estos temas. El fútbol es un negocio monopólico y multimillonario manejado mayoritariamente por mafiosos. Lo que vale para la Fifa, vale para la AFA. ¿O ahora también vamos a creernos que los únicos malos de la película son los de la Fifa?

—La Fifa de los últimos años es una copia y modelo de lo que Grondona armó con la AFA. En la Argentina los clubes chicos como masa de maniobras; en la Fifa los países chicos.

—O sea que una vez más -concluye Marcial- los argentinos debemos estar orgullosos de liderar prácticas mafiosas mundiales. No salimos campeones del mundo en el fútbol, pero un argentino organizó la red recaudadora y mafiosa más eficaz de los últimos años.

—Habría que preguntar qué opina la señora presidente, ella que fue tan amiga de Grondona.

—No mezclemos las cosas -observa José.

—Yo no mezclo. Está todo muy clarito. Una de las principales fuentes de recursos de la Fifa es la televisación y lo mismo pasa con la AFA.

—Repito -suspira José- no metamos a todos en la misma bolsa.

—Quedate tranquilo -replica Marcial- que por el momento no nos vamos a meter con el compañero Aníbal Fernández.

—Si vamos a nombrar a todos, no nos olvidemos de Barrionuevo que está muy lejos de ser K o del señor Macri que alguna vez fue presidente de Boca.

—Yo no voy a opinar de los presidentes de los clubes de fútbol, entre otras cosas porque no conozco esas intimidades, pero además presumo, quiero presumir, que no todos son lo mismo.

—Yo -dice Abel- quiero puntualizar en un caso, en el del señor Julio Grondona, que en paz descanse, pero que si no se hubiera muerto estaría preso porque fue uno de los más comprometidos en estos arreglos corruptos que ahora salen a la luz.

—Siempre estuvieron a la luz, lo que pasa es que faltaba que alguien conecte dos datos, un chisme y algún testigo arrepentido.

—Me gustaría saber -dice Marcial- qué dirá la señora presidente, que como era de público conocimiento, se llevaba tan bien con Grondona y que incluso lamentó su muerte y hasta se tomó el trabajo de estar presente en su velorio.

—Que haya ido al velorio no quiere decir que sea cómplice.

—No lo sé, no lo sé. Yo por lo pronto, trataría de no frecuentar la amistad de personajes viscosos.

—Viscosos más o menos -digo- Grondona será lo que será, pero es un típico exponente de esa clase dirigente que los argentinos, muchos argentinos, más de lo que a mí me gustaría, admiran. Ahora todos hacen mutis por el foro porque saltó lo de la Fifa, pero cuando murió desde todos los lugares ponderaban su capacidad organizativa, su liderazgo. Todos sabían de una manera directa o indirecta que era un corrupto, pero a nadie ese detalle le importaba demasiado.

—Es como dijera Pablo Escobar en su momento: primero me critican, después me envidian, más tarde me admiran y finalmente me imitan.

—A mí me parece que está bien que se ventilen estos entuertos -admite José- pero no se me escapa que detrás de las supuestas denuncias justicieras del FBI está la intención de jorobar a Rusia.

—No me consta -dice Abel.

—Es más que evidente.

—Lo que es evidente es que el fútbol está manejado por una banda de gángsters, donde circulan las valijas con millones de dólares para comprar votos, comprar partidos o comprar jugadores y directivos. Estuve escuchando en la radio que los campeonatos organizados en América Latina están viciados por la corrupción. En todos lados: en Centroamérica, en México, en Colombia, en Venezuela, en Paraguay. Todos.

—Algunos diarios de Inglaterra ya están reclamando que el Mundial de fútbol previsto para 2018 en Rusia se haga en este país.

—¿Y qué culpa tiene Rusia?

—Putin siempre es culpable- responde Marcial

—Lo seguro -digo- es que lo que se denuncia es apenas la punta del iceberg.

—Y yo no creo que se vaya más allá de lo que se denunció. Si el mundo es el que yo conozco sobre este tema se va a hablar una o dos semanas como máximo y después habrá un par de detenidos que saldrán con liberad condicional bajo fianza y chau pinela.

—No comparto -digo.

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