Tenis

Segunda semana en París

Después de que la lluvia se transformara en el común denominador de la octava jornada de hoy, fue posible reanudar la actividad en el Abierto de Francia 2015. Las primeras noticias importantes surgieron desde las victorias de la serbia Ana Ivanovic y la ucraniana Elina Svitolina, quienes se clasificaron para los cuartos de final del segundo Grand Slam de la temporada.

Ivanovic, séptima preclasificada, derrotó por 7-5, 3-6 y 6-1 a la rusa Ekaterina Makarova y mañana jugará ante Svitolina, quien a su vez superó por 6-2 y 7-6 (11-9), a la francesa Alize Cornet.

Inicialmente, los partidos habían sido suspendidos cuando apenas se llevaban 15 minutos de juego, debido a la fuerte lluvia en Roland Garros.

Por otra parte, sobre el mediodía de hoy (hora de nuestro país), la organización comunicó que los partidos previstos para hoy entre la española Garbiñe Muguruza y la italiana Flavia Pennetta y entre la rusa Maria Sharapova y la checa Lucie Safarova, se jugarán finalmente mañana, debido al retraso provocado por el mal tiempo.

Pasó ayer

En cuanto a los únicos argentinos supervivientes, vale recordar que participan del certamen de dobles. En ese contexto, Carlos Berlocq y Leonardo Mayer se clasificaron para la próxima ronda, al eliminar al uruguayo Pablo Cuevas y el español David Marrero, por 6-1, 6-7 y 7-6.

Como estaban una ronda atrasados, debieron jugar posteriormente con el austríaco Alexandre Peya y el brasileño Bruno Soares, quienes finalmente se impusieron por 6-4 y 7-6.

Por otra parte, en lo que respecta a los partidos que completaron la ronda individual de la víspera, el español David Ferrer remontó a tiempo ante el italiano Simone Bolelli, imponiéndose por 6-3, 1-6, 5-7, 6-0 y 6-1, para acceder de ese modo a la próxima instancia. Ahora, Ferrer deberá medirse con el croata Marin Cilic, verdugo del correntino Leonardo Mayer.

Posteriormente, Rafael Nadal prosiguió su camino hacia la búsqueda del décimo título en Bois de Boulogne, al prevalecer ante el ruso Kuznetsov, por 6-1, 6-3 y 6-2, luciendo su mejor tenis; o por lo menos, el mejor que es capaz de jugar a esta altura de su inconmensurable trayectoria deportiva.