Campeón de Fórmula Uno

Hamilton se quedó a pie

Hamilton se quedó a pié
 

M&T

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Lewis Hamilton cumplió su palabra y se presentó en la última etapa de la popular “Gumball 3000” —es una “carrera” que este año recorrió 4.800 kilómetros entre dos continentes y cinco países, pues sus participantes se desplazaron desde Estocolmo (Suecia) a Las Vegas (Estados Unidos) empleando únicamente siete días—, convirtiéndose en el rally de autos superdeportivos por excelencia. Como acostumbra, lo hizo a lo grande, con un Koenigsegg valorado en 1,6 millones de euros; sin embargo, la noticia fue que se quedó sin combustible a mitad de la competencia.

La “Gumball 3000” había anunciado la presencia del campeón 2008 y 2014 en su última etapa y el británico cumplió con su palabra, uniéndose a la caravana de superdeportivos con un flamante Koenigsegg Agera HH. Con lo que no contaba el líder del Mundial de Fórmula 1 era con protagonizar la anécdota de la jornada y es que su hypercar se quedó sin nafta en pleno desierto de Mojave (en Death Valley), considerado uno de los puntos más calientes del planeta.

Afortunadamente, las asistencias acudieron a la zona y el moreno inglés consiguió cargar combustible y terminar la prueba, que transcurría entre Los Ángeles y Las Vegas. Ya en “la ciudad del pecado”, Hamilton pudo presumir de su espectacular Koenigsegg Agera HH (construido en fibra de carbono), uno de los autos más rápidos del mundo gracias a su propulsor V8 twin-turbo de 5,0 litros y 1.045 CV de potencia.

El Koenigsegg que conducía Hamilton roza los 440 km/h, es uno de los más veloces del mundo pero, como todos, necesita combustible.