Se lleva a cabo en Viena

Se prolongaría la negociación nuclear iraní

Irán y las seis potencias que negocian un acuerdo que garantice que el programa atómico iraní no tiene objetivos militares se mostraron dispuestas a extender los contactos más allá del 30 de junio, fecha inicialmente prevista como límite. Aún queda mucho trabajo para cerrar los detalles del acuerdo en el cual trabajan desde noviembre de 2013.

Se prolongaría la negociación nuclear iraní

Cumbre. Los ministros de Relaciones Exteriores Frank-Walter Steinmeier (Alemania, sentado en tercer lugar a la izquierda) y Mohammad Javad Zarif (Irán, sentado en tercer lugar a la derecha) durante la reunión en el Palacio Coburg junto a otros representantes del G5+1. Foto: Agencia EFE

 

Redacción El Litoral

Agencias EFE/DPA

Las negociaciones multilaterales sobre el polémico programa nuclear de Irán continúan hoy en Viena a nivel político y técnico, después de que varios ministros de Exteriores abandonaran la capital austríaca en las últimas horas.

El único que sigue en Viena es el secretario de Estado de EE. UU., John Kerry, mientras que su homólogo iraní, Mohamed Yavad Zarif, voló anoche a Teherán para recibir instrucciones de su Gobierno.

También el ministro francés, Laurent Fabius, y el británico, Philip Hammond, salieron de Viena anoche, al tiempo que el alemán, Frank-Walter Steinermeier, lo hará este mediodía.

Está previsto que todos los ministros regresen a Viena mañana, martes, o el miércoles, para retomar el esfuerzo final para cerrar un acuerdo atómico duradero con Irán.

En caso de avances significativos, también los ministros de Exteriores de China y Rusia se unirán a las negociaciones, según indicaron fuentes diplomáticas.

La responsable de la política exterior común de la Unión Europea, Federica Mogherini, expresó anoche en Viena su confianza en que la partes terminen pronto con la redacción del acuerdo.

“Está muy claro que la fecha límite se va a mantener a finales de junio o principios de julio. Confío en que vamos a terminar el texto en los próximos días. Todos hemos acordado que no habrá extensión”, dijo la italiana ante la prensa.

En la ausencia de los ministros, las negociaciones se celebran hoy a nivel de viceministros de Exteriores, directores políticos y expertos técnicos.

De parte del grupo G5+1 (Estados Unido, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania), encabeza las conversaciones la directora política de Exteriores de la UE, Helga Schmid.

Para los iraníes lidera la negociación el viceministro de Exteriores, Abas Araqchí.

Los últimos obstáculos para alcanzar el histórico acuerdo que limite las capacidades nucleares de Irán sigue siendo la forma del levantamiento de las sanciones contra la República Islámica y el alcance de las inspecciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en ese país.

Fuentes cercanas a las negociación aseguran que los iraníes están por aceptar finalmente una modalidad de levantamiento gradual una vez que el OIEA haya verificado el cumplimiento del tratado.

Las partes cerraron el pasado 2 de abril un acuerdo marco con las principales pautas del pacto final.

Este prevé una limitación de entre 10 y 25 años para ciertas actividades nucleares en la República Islámica, la reducción de material fisible almacenado en ese país, así como la reconversión de algunas instalaciones atómicas.

Todo ello deberá ser verificado y supervisado de forma constante por los inspectores del OIEA, siempre con el objetivo de asegurarse que Irán no pueda construir en el corto plazo una bomba atómica.

A cambio de aceptar estas condiciones, la comunidad internacional levantaría las sanciones que pesan sobre Irán desde hace años.

análisis

por Álvaro Mellizo

Ansiedad e impaciencia

  • Los iraníes han pasado de la ansiedad con la que veían las negociaciones de su país con las potencias del Grupo 5+1 sobre su programa nuclear a una sensación que mezcla impaciencia y tedio por lo prolongado de unas conversaciones cuyo resultado positivo dan por hecho.

A falta de pocas horas para que se cumpla el plazo impuesto por las partes para llegar a un acuerdo definitivo sobre el tema, los más de trece años de debates, dudas, declaraciones, presiones y diálogos en torno al asunto han agotado la paciencia de un pueblo convencido de que el pacto es inevitable.

La posibilidad de que las negociaciones se extiendan otra vez pasada la fecha límite del 30 de junio, algo que las delegaciones reunidas en Viena dan por hecho aunque solo sea por unos días, tampoco ayuda a cambiar el humor de una ciudadanía harta de esperar y que cree estar viendo un “espectáculo de teatro” diseñado para “convencer y acostumbrar a la gente de uno y otro lado” de las condiciones del acuerdo.

Hace apenas unos meses, sin embargo, antes de que se anunciara el 2 de abril en la ciudad suiza de Lausana el pacto de principios alcanzado entre Irán y el Grupo 5+1 para avanzar en las negociaciones, el ambiente era completamente distinto y la gente no cesaba de preguntar a cualquiera que se encontraba por la calle “si ya había pacto” ni de expresar su frustración por la incertidumbre en las redes sociales.

Ramin Rabii, director gerente de la empresa Turquoise Partners, dedicada a gestionar capital extranjero en la Bolsa de Teherán, reconoció que el país tiene “un sentimiento positivo” respecto a un pacto, una situación que ha cambiado de un lado a otro desde que Irán y el Grupo 5+1 (los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Reino Unido- más Alemania) retomaron las negociaciones hace dos años.

“Antes de la fecha límite de noviembre (2014), la gente estaba segura de que habría acuerdo. Luego se alargó, así que desde noviembre a marzo, se volvió pesimista. Y en abril, con Lausana, volvió a tener sentimientos positivos. Como empresario, creo que hay motivos para tener un ‘optimismo cauto‘. Muchos de los temas en las negociaciones parecen haber sido discutidos y tienen una solución”, afirmó el empresario.

En cualquier caso, Rabii destacó que lo peor en este período está siendo la “incertidumbre”, que en términos económicos es incluso peor para los negocios “que no tener un acuerdo”.

“La gente cree una cosa, pero no se atreve a tomar pasos en ese camino hasta que sea definitivo”, apuntó.

Hosein, propietario de una tienda de suministros médicos en el centro de Teherán, fue más categórico al expresar esta sensación y explicó que las negociaciones nucleares “ya están hechas y acabadas”, y que todo lo que se está viendo “es un juego para decir que hay algo que acordar”.

“La negociación ya está. No está en manos ni del Gobierno ni de nadie, y solo se trata de cursar etapas para que la gente lo asuma. Las grandes potencias son las que deciden qué se hace y qué no. Esto es para que la gente lo vaya asumiendo y para que los poderes vean como se recibe”, afirmó con impaciencia.

El acuerdo que las partes negocian en Viena busca garantizar que el programa nuclear iraní no pueda desviarse de fines estrictamente pacíficos, a cambio del fin de las sanciones internacionales que asfixian su economía.

Estas sanciones impiden a Irán usar el sistema internacional de transferencias bancarias, lo que en la práctica restringe casi todo su comercio exterior, así como vender su petróleo en el mercado global, salvo a un pequeño número de países.