Tribuna política

Perón logró combinar la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación

por Luis Rubeo (h)

Hace cuarenta y un años, Juan Domingo Perón dejó este mundo para eternizarse en el corazón de las grandes mayorías populares de nuestra querida Patria. Aquel 1º de julio de 1974 nos dejó en cuerpo pero quedó un enorme legado, nos enseñó una forma de hacer política que nos enamoró. Esta forma de hacer política de la que nos enamoramos y por la cual seguimos militando día a día tiene base en la inclusión de aquellos que menos tienen, los más desposeídos, los sectores más humildes, y en la mejora de la calidad de vida de los trabajadores.

La presencia de un Estado fuerte y activo enfrentándose a los poderes corporativos e interviniendo a favor de los que menos tienen son las prioridades de un gobierno que apuesta a la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación, objetivos difíciles de compatibilizar pero que Perón logró alcanzar en forma simultánea.

El mejor homenaje que podemos rendirle es seguir trabajando y militando sobre esas banderas que nos identificaron plenamente con los trabajadores, los desposeídos, los más humildes, que son las banderas que siempre enarboló el peronismo. La Justicia Social, la Soberanía Política y la Independencia Económica resumen magistralmente el pensamiento y la obra de Perón.

El general, quien reconocía como principal destinatario de la acción de gobierno a los trabajadores, los humildes, los desposeídos, fue quien más trabajó por la inclusión social y la igualdad, devolviéndole la dignidad al pueblo argentino. Hoy, continuamos en ese camino que él comenzó a trazar en la primera mitad del siglo XX y que es construir un país más justo, más igualitario, con mayor inclusión, donde las oportunidades sean iguales para todos.

Recordar a Perón es nada más ni nada menos que recordar al fundador del movimiento político que aún hoy, a varias décadas de su fallecimiento, sigue siendo la fuerza política mayoritaria en nuestro país. Es recordar a quien condujera los destinos del país en tres oportunidades, siempre a través del voto popular obtenido en elecciones libres.

En la actualidad, estamos viviendo otro gobierno histórico que comenzó en 2003 y que gobierna con los valores que Perón nos trasmitió, y es una alegría pensar que un peronista, como lo es Daniel Scioli, sea el encargado de darle continuidad a este proyecto de país representándonos en las futuras elecciones presidenciales.

El compañero Daniel Scioli recorrió un camino que está en consonancia con la historia del movimiento. El general nos enseñó que los liderazgos y las conducciones en el peronismo se construyen con militancia o se ganan en las elecciones. Éste es un capítulo de la historia del peronismo que algunos deberían repasar porque pensar que se puede conseguir una conducción a través de la proscripción de un compañero es una posibilidad que Perón nunca hubiese podido entender.

A 41 años del paso a la eternidad de Juan Domingo Perón, los peronistas estamos contentos de acompañar una fórmula presidencial que nos sintetiza, cuanto menos a la gran mayoría, y que está encabezada por Daniel Scioli y secundada por Carlos Zannini.

(*) Presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fe.