Como el año pasado, dejó afuera a River de la Copa Argentina

Central volvió a ser su verdugo

Rosario Central accedió anoche a los octavos de final de la Copa Argentina, al eliminar a River Plate, tras ganarle por 2-0, en partido disputado en el estadio del Bicentenario de San Juan.

Redacción de El Litoral

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Télam

En el primer encuentro de 16vos. de final de la competencia, el conjunto de Eduardo Coudet se impuso con los tantos conseguidos por Marco Ruben (PT 27m., de penal) y Jonás Aguirre (ST 45m.). El árbitro Federico Beligoy, de floja tarea, expulsó a los defensores de River Jonatan Maidana (PT 44m.) y Eder Alvarez Balanta (ST 16m.), y al mediocampista del conjunto rosarino Damián Musto (ST 33m.).

El equipo “canalla” reiteró, de este modo, lo que había ocurrido en la edición 2014 de este mismo torneo, cuando en cuartos de final dejó en el camino al conjunto de Núñez, tras ganarle por los penales, por 5-4. El próximo rival de Central, subcampeón durante el año pasado (perdió la final con Huracán, también en los penales), será el ganador de la llave que animarán más adelante Ferro Carril Oeste y Los Andes.

El elenco rosarino sustentó la victoria en el buen trabajo realizado en los primeros 45m., cuando manejó mejor la pelota, con las buenas prestaciones de Damián Musto y Franco Cervi, quienes se adueñaron de la mitad de la cancha. Además, el delantero Ruben, con su movilidad, complicó a una defensa riverplatense que tuvo una jornada “de terror” con Maidana y Alvarez Balanta que llegaron casi siempre tarde y, a destiempo.

Por eso no extrañó que el equipo del “Chacho” Coudet se pusiera en ventaja, tras una infracción de Maidana al propio Cervi en el área, que el goleador colocó junto a un palo. A esa altura, River, más allá de intentar presionar lo más arriba posible en los primeros 15 minutos, parecía descompensado. Además ya se había quedado sin el debutante cordobés Nicolás Bertolo, el refuerzo procedente de Banfield, que salió con un presunto desgarro en el gemelo derecho. Encima, para colmo de males, el “Millonario” se quedó con diez hombres antes de la finalización de la etapa, por la expulsión que recibió Maidana.

En el segundo período, River mostró su mejor cara: se adelantó en el terreno, mostró incisividad con Mercado pero más con Vangioni y se animó a pelearle palmo a palmo al adversario, más allá de la inferioridad numérica. Martínez, la pieza de buen pie que llegó procedente de Huracán, tuvo dos veces el empate. Pero en ambas situaciones, el guardavallas Caranta lo evitó. Central, por el contrario, pese a la ventaja numérica (por momentos jugó con dos más por la expulsión de Alvarez Balanta), cometió un pecado que pudo ocasionarle consecuencias letales: no manejó bien la pelota y se metió atrás. Aun con la tarjeta roja exhibida a Musto (pareció una compensación del árbitro Beligoy), Central parecía no poder cristalizar en el desarrollo esa latente superioridad.

River no encontró los espacios y solamente recurrió a los envíos al área o a las maniobras de pelota detenida, para sustentar la llama de la igualdad. Y cuando se cumplía la hora, el pibe Aguirre se llevó la pelota, tras una confusión entre Sánchez y Mercado, y metió un tiro por elevación, aprovechando que Barovero estaba adelantado. 2-0 y clasificación sellada.