TÉ ARTE

Pintura de Marcos Borio

Foto: GENTILEZA ZURBARÁN

De la redacción de El Litoral

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Este viernes, de 17 a 19, Zurbarán Santa Fe propone un Té Arte con pinturas y paisajes, en una muestra que se tituló “Paisajes Argentinos”. En la oportunidad, Gabriela Garrote brindará una conferencia alusiva sobre el conjuntos de pintores y sus obras. El salón estará enmarcado por obras de los siguientes artistas:

- Luis Cordiviola: dedicó a las sierras de Córdoba lo más significativo de su obra. Viajó por primera vez a aquella provincia al comenzar la década del 20, y enamorado del paisaje compró unas tierras en Cabalango, un paraje de Tanti, cerca del dique San Roque, donde pasaba largas temporadas pintando al aire libre, que alternaba con sus estadías en su casa de San Isidro, provincia de Buenos Aires.

Inició entonces una brillante trayectoria, coronada con el Primer Premio en el Salón Nacional de 1922, cuando contaba sólo treinta años. Realizó numerosas exposiciones en las más prestigiosas salas porteñas, y nos representó en la Exposición Internacional de Venecia de 1924 y en la Bienal Hispanoamericana de Arte de Madrid en 1942.

- Teresio Fara: fue uno de los pintores más finos y cultos de nuestro arte, un hombre con una capacidad de dibujo y de color pocas veces visto. Hombre sensible y moderno, descompuso las formas respetando su vocación figurativa. Nacido en la provincia de Alessandria (Italia) en 1929, reside desde los 9 años en la Argentina, país del que tomó la ciudadanía. Egresó de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón en 1951 y de Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova en 1957, escuelas donde años más tarde ejerciera la docencia como profesor de Pintura. En 1966, fue becado para realizar viajes de estudio por el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid.

- Ernesto Farina: nació el 6 de agosto de 1912 en Luque, pueblo rural de Córdoba. A los 17 años ingresó a la célebre Academia Provincial de Bellas Artes Figueroa Alcorta, pero sólo cursará en ella el primer año, ya que en 1932 se marcha a Italia, en un viaje que debía ser breve pero que se convirtió en una permanencia de más de ocho años. Ernesto solía ir al mar a pintar como acostumbraban muchos artistas por aquel entonces, en la Liguria conoció y entabló amistad con Carra, de Chirico, Severini y el escultor Arturo Martini, entre otros; también con el pintor argentino Santiago Cogorno, quien se convertiría en su entrañable amigo de toda la vida.

En los paisajes, solía representar lugares suburbanos en los que los vestigios de lo humano estaban dados por la presencia de algunas casas o solitarias azoteas. Podría decirse que Farina pinta la inmensidad y el silencio.

-Cayetano Donnis: nació en Buenos Aires, el 19 de mayo de 1888. Inició sus estudios artísticos con Francisco Parisi, maestro italiano radicado en 1889 en nuestro país. En 1902, ingresó a la Academia Nacional de Bellas Artes, de la cual egresó en 1910 con el título de Profesor. En 1911, gracias a una beca del gobierno nacional, viajó a Europa. Con 27 años, expuso en la prestigiosa galería Witcomb de Buenos Aires. Fueron sus motivos de inspiración el arte calchaquí, los paisajes cordobeses, las costumbres santiagueñas y, en sus últimos años, captó con emoción el puerto de Mar del Plata y el barrio de los pescadores. Pintó también las características esquinas de Montmartre, y rincones de París, Florencia y otras ciudades del viejo continente.

-Demetrio Filip: nació Rumania en 1921 y realizó estudios en la Academia de Bellas Artes de Bucarest. En 1948, se radicó en nuestro país, residiendo especialmente en la Patagonia, donde realizó numerosas exposiciones. Participó en salones provinciales y municipales obteniendo el Gran Premio en el Salón de Bariloche (1953 y 1956) y el Primer Premio en el Salón de Esquel (1954), entre otros.

-César Fernández Navarro: nació en Bahía Blanca. Después de cursar los estudios primarios, se trasladó con su familia a España donde realizó estudios secundarios y artísticos, que le permitieron el dominio de los distintos géneros pictóricos. A los 19 años vino al país por breve tiempo, y en esa oportunidad arribó a Santa Fe, luego expuso con éxito en Bilbao y Zaragoza y decide, ya más seguro de sí mismo, regresar a Argentina. Con 25 años, recorre todo el país exponiendo y pintando. Se traslada a Santa Fe donde su amigo Juan Mantovani le ofrece un cargo como profesor en la Escuela de Artes Visuales a crearse. Por el término de diecisiete años, fue director de la Escuela de Artes Visuales Juan Mantovani.

-Jorge Villar Matthis: nació en Turdera, provincia de Buenos Aires. Viajó por Europa, Bolivia y el Norte Argentino, recreando en la tela sus paisajes. Fue también un gran retratista, una de las temáticas preferidas del artista, junto con el paisaje. Desde 1947, participa en el Salón Nacional de Bellas Artes.

-Marcos Borio: nacido en 1949, pasó la infancia en Haedo, provincia de Buenos Aires que, aunque está a unos pocos kilómetros de la Capital, entonces era campo abierto. Allí, empezó a dibujar y siempre lo hizo muy bien. En la adolescencia, concurrió a una Academia de Arte en Morón, pero sobre todo, aprendió viendo buena pintura y enseñando. Desde hace casi 20 años, se dedica a la docencia. Es el pastel su técnica predilecta, que aplica en finas capas transparentes hasta cubrir totalmente el papel, logrando texturas sensuales y nacaradas.

-Fausto Eliseo Coppini: nació en 1870 en Milán, Italia. A los 21 años, viaja a Buenos Aires, sin duda para “hacerse la América” y volver..., pero nunca volvió. Su nombre aparece ligado a las primeras exposiciones realizadas en el país. Luego de un largo recorrido por el país, en 1920 expuso en las Galerías Witcomb sus “Paisajes Argentinos”, visiones a cielo abierto recreadas con paleta armoniosa. Cultivó todos los géneros, el retrato, la naturaleza muerta y las composiciones históricas, pero fue en el paisaje su temática preferida.

-César Noveletto: nació en Buenos Aires y pasó su infancia en Caballito. Los temas portuarios y marinos son sus preferidos, que desarrolla dentro de una corriente figurativa con aire impresionista. Al terminar la escuela primaria, se inclinó por la pintura. Y desde los 12 años comenzó a frecuentar el barrio de La Boca y sus pintores, entre los cuales César era el más joven. Iban a pintar a los muelles y luego se reunían en el bar La Perla, que aún existe, frente a la Vuelta de Rocha.

Paisaje de Fausto Eliseo Coppini.

Foto: GENTILEZA ZURBARÁN