En una fiesta espectacular

La apertura puso en marcha las ilusiones

Toronto preparó una ceremonia tan bella como precisa, que contó con la participación de más de 600 artistas impecablemente preparados.

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Walter Pérez, el abanderado, encabeza la delegación argentina en el ingreso al estadio canadiense, durante la apertura de la víspera. Foto: efe

 
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Redacción de El Litoral

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EFE

Con una puesta en escena moderna, muy buena música y un show tan creativo como emotivo, que tuvo como protagonistas a los deportistas y estuvo a cargo del prestigioso Cirque du Soleil, anoche se concretó la inauguración de los XVII Juegos Deportivos Panamericanos que se extenderán hasta el domingo 26 de julio, en Toronto.

La estética del espectáculo y el escenario, del que participaron 625 artistas (con 1.000 horas de ensayo sobre sus hombros), poseyó referencias culturales indígenas ancestrales; con cuatro islas representando el presente, el futuro, los sueños y la realidad.

El dos veces campeón olímpico y triple campeón mundial, el canadiense Donovan Bailey, protagonizó un video donde se tiraba desde la CN Tower y terminó bajando colgado de un arnés por el escenario del Rogers Centre con la antorcha.

El legendario velocista compartió el segmento previo con traspaso de antorcha- con el equipo de relevo de 4x100 que conquistó el oro olímpico para Canadá en Atlanta 1996: Carlton Chambers, Robert Esmie, Glenroy Gilbert y Bruny Surin, quien finalmente le entregó la antorcha a Bailey en el “Edge Walking” de la Torre CN, a más de 300 metros de altura. Bailey, a su vez, le pasó el fuego a la joven clavadista Faith Zacharias, de 15 años.

Después del himno canadiense, interpretado por la Orquesta Sinfónica de Toronto, se dio paso al desfile tradicional de las 41 delegaciones. Argentina, con el ciclista Walter Pérez como abanderado, encabezó el desfile con uno de los grupos más numerosos junto con Brasil y Estados Unidos.

Lo cerró Canadá, que se llevó la mayor ovación en el Rogers Centre, casa de los Toronto Blue Jays de béisbol (tiene techo retráctil), repleto con 45.000 espectadores que pagaron entre 90 y 300 dólares estadounidenses por una entrada.

Las cientas de personas que no consiguieron boletos, agotados desde enero, pudieron seguir la Apertura en la pantalla gigante en el Nathan Phillips Square, cercano al estadio.

A diferencia de otras ceremonias, donde los desfiles cerraban la fiesta, esta vez los atletas pudieron vivir desde un palco preferencial todo el espectáculo, inspirado justamente en ellos, que mediante trabajo arduo y perseverancia superaron adversidades y están por completar el sueño por el que lucharon tanto tiempo.

Resultó un hermoso despliegue de danzas, acrobacias, destrezas físicas notables, luces, imágenes, sonidos y color, en más de diez actos, que durante dos horas y media entretuvo a protagonistas y espectadores de la cita deportiva más importante del continente.

Después vino algo de protocolo: atletas y personalidades canadienses, quienes ingresaron con las banderas panamericana y olímpica, que fueron izadas. Para el final quedaron los últimos relevos de la llama panamericana y el encendido del pebetero de los Juegos, a cargo del legendario jugador de la NBA, Steve Nash, actual gerente general del Seleccionado canadiense, quien se encontraba mezclado con el público al momento de recibir la antorcha.

La primera presea

La delegación argentina ganó hoy su primera medalla en los Juegos Panamericanos Toronto 2015: fue de bronce y en canotaje, en la competencia K4 de 500 metros.

Las argentinas María Garro, Sabrina Ameghino, Alexandra Keresztesi y Brenda Rojas establecieron 1 minuto 37 segundos 721 milésimas, adueñándose del último lugar en el podio; detrás del campeón, Canadá (1:36.495) y de Cuba (1:37.665), que se llevó la presea de plata.

La embarcación de nuestro país dominó gran parte de la competencia, pero sobre el final fue sobrepasada por sus pares canadiense y cubana.

“Veníamos entrenando bien y en la carrera salió todo perfecto, que era lo que queríamos. El final fue cerradísimo”, expresó Garro, una de las palistas connacionales.

 
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El Rogers Centre iluminado por la pirotecnia que acompañó algunos tramos de la ceremonia de apertura. Foto: efe

Una atrapante propuesta deportiva

Los XVII Juegos Panamericanos contarán con la participación de más de 6.000 deportistas, conformando una cita de jerarquía continental, que bien puede nominarse como un paso previo de fundamental importancia con vistas a los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016.

Para su organización, la capital de la provincia de Ontario invirtió 1.100 millones de dólares, tendientes a otorgar la mejor disponibilidad posible a las 41 naciones que estarán representadas durante algo más de dos semanas de competiciones.

Como es casi habitual en este ámbito, prácticamente no habrá megaestrellas del deporte universal; pero en cambio, estarán presentes numerosos campeones y/o medallistas olímpicos, lo que obviamente garantiza un alto nivel competitivo.

Toronto 2015 distribuirá 195 preseas, distribuidas en 36 deportes y 48 disciplinas. Pero además, no sólo estará latente la posibilidad de acceder directamente a los JJ.OO. de Brasil en una decena de deportes; sino también que podrán conseguirse ese objetivo en forma inderecta, en diversas disciplinas.

Estados Unidos es el gran candidato a prevalecer en el medallero general; mientras que para la conformación del podio final se prevé una impactante lucha entre Cuba, Brasil y Canadá, naciones que poseen el potencial necesario como para protagonizarla.

Lo importante

Evolución

Es la palabra clave para la representación de Argentina, que participará en 36 deportes. Mejorar las performances individuales y colectivas es el objetivo capital de una delegación conformada por 467 deportistas, de los cuales más de la mitad son debutantes en estas lides. En cuanto a la conquista de medallas, es muy difícil predecir hasta dónde se puede extender la cosecha albiceleste.