Se extiende por cuatro cuadras
Preocupa el crecimiento de un microbasural en Guadalupe Este
- Los vecinos de la zona solicitan que el municipio retire los residuos abandonados al este del terraplén. También reclaman que se intervenga para detener el desarrollo de un asentamiento.
Sin control. La acumulación de basura genera otros inconvenientes como la proliferación de roedores y el humo constante, producto de la quema.
Foto: Periodismo Ciudadano
De la Redacción de El Litoral
La proximidad de los primeros calores tiene preocupados a los vecinos de un sector de barrio Guadalupe Este. Es que la convivencia con un microbasural que está creciendo considerablemente, desde calle Juan Larrea, por Coronel Dorrego unas cuatro cuadras hacia el norte, les genera serios inconvenientes que empeoran en la temporada estival. Roedores, moscas, mal olor y mucho humo tiñen el paisaje del barrio.
A raíz de la proliferación del basural, al costado este de las vías, producto de la clasificación informal que realizan los habitantes de un asentamiento que se extiende desde el barrio conocido como El Chaqueño, los vecinos solicitaron que el municipio intervenga de manera urgente. De hecho, sentaron cuatro denuncias en la Dirección de Espacios Verdes e Higiene Urbana del municipio: fueron el 14, 15, 17 y 21 de julio, según detalló Rubén Matiolli, uno de los vecinos perjudicados.
“Lamentablemente no tuvimos respuesta. Lo que vemos es que sigue creciendo, porque se nutre de los desperdicios de los carreros que viven en el asentamiento”, precisó Matiolli. Es por eso que los vecinos también esperan que la intervención de la Municipalidad sea integral, ya que son cada vez más las familias que se asientan. “Hay muchos niños, es gente que vive de la basura. Muchas familias que escarban y sacan para sobrevivir y no hay un plan para contenerlas”, manifestó el vecino.
Varias denuncias. En cuatro oportunidades se sentaron reclamos en la Municipalidad, según Rubén Matiolli. El basural se extiende por cuatro cuadras, desde calle Juan Larrea por Coronel Dorrego hacia el norte. Foto: Periodismo Ciudadano
Otro problema: el humo
Los mismos habitantes del asentamiento de vez en cuando prenden fuego a los restos del microbasural. La convivencia con el humo también resulta insoportable.
“Por supuesto que eso ya se convirtió en un lugar de referencia para tirar basura. De hecho van carros de gente que no vive ahí. Entonces crece tanto que queman, cuando hay viento el aire se torna irrespirable por el humo”, comentó Matiolli y agregó: “Pedimos que la Municipalidad venga a limpiar. Sólo lo hicieron para las elecciones o cuando tienen que controlar la estación de bombeo”.
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