ENTREVISTA CON RAMIRO GALLO

“Me siento parte de un sonido que me trasciende”

El violinista santafesino consideró que su experiencia en el concierto del pasado 24 de mayo junto a la Sinfónica local fue “inolvidable”. Que es un orgullo que el ensamble musical haya interpretado su “Sinfonía de los Niños”. Y que le gustaría producir algún día un encuentro entre violinistas-compositores.

“Me siento parte de un sonido que me trasciende”

“Estoy agradecido de haber compartido escenario con grandes músicos del tango”, dijo Gallo al evaluar su carrera.

Foto: Gentileza Juliana Chiappero

 

Juan Ignacio Novak

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“Me siento muy ligado a toda nuestra música en general. Me emociona y me moviliza ser parte de una corriente que viene de lejos”. Las definiciones de Ramiro Gallo cuando habla de música son contundentes. Su presentación el pasado 24 de mayo con su Quinteto junto a la Orquesta Sinfónica Provincial en la velada de gala del 24 de mayo ante un auditorio colmado en el Teatro Municipal, puso de relieve su pasión por lo que hace.

—¿Cómo describirías esa experiencia?

—Para mí fue, sencillamente, inolvidable. No estoy muy lejos de considerarlo el concierto más importante y más emotivo de mi vida. Además del compromiso artístico de todos en el escenario y de poder mostrar desde el repertorio el trabajo de muchos años de búsquedas, fue todo muy intenso desde el punto de vista personal. Con muchos amigos y ex compañeros de estudios y de trabajo en el escenario, y la presencia de toda mi familia y amigos queridísimos en el público. Difícilmente repita algo igual. Como si fuera poco, yo mismo, y todo el Quinteto, conectamos con una energía muy intensa, y estuvimos en un punto al que consideramos alto artísticamente. Quedé muy feliz de poder mostrar lo mejor de nosotros.

—La Sinfónica incluyó, además, una obra de tu autoría que es la “Sinfonía de los Niños” para una gira por localidades del interior provincial. ¿Qué implica para un músico esta posibilidad?

—Orgullo y felicidad. A veces las obras esperan durante años; algunas, no llegan a ejecutarse nunca. La música cobra vida y sentido a partir de pasar a través de los dedos y las sensibilidades de los intérpretes. Y de llegar a los corazones de los oyentes. Aquí también, el hecho de que esta obra esté dedicada a la Orquesta de Niños de la Provincia, y que en la Orquesta Sinfónica haya un buen número de músicos formados en esa institución, produce un hecho artístico bastante poco frecuente. Y que esto se muestre en otros escenarios de la provincia es algo muy relevante. Estoy muy agradecido por eso a los músicos de la Orquesta y a su directora Alejandra Urrutia.

—¿Es determinante para una vocación el ambiente familiar donde, como en tu caso, la música está presente?

—En mi caso lo fue. Conozco músicos que se formaron con poco o nada de ambiente en su familia. Incluso en algunos casos, con un ambiente adverso. Cuando se despierta una vocación es imposible pararla. Lo que sí es relevante es el hecho de estar en contacto con la actividad desde pequeño. El lenguaje adquirido tempranamente se asimila a estratos muy profundos y luego se proyecta desde allí, con muchas más certezas. Pero nada es absolutamente determinante.

Barrio, esquina y patio

—¿Cuáles fueron los motivos que te llevaron a indagar en el tango?

—En parte, ese ambiente familiar. Me siento muy ligado a toda nuestra música en general. Me emociona y me moviliza ser parte de una corriente que viene de lejos. Me siento parte de un sonido que me trasciende. Si bien los límites de este sonido pueden siempre ampliarse, la música de mi tierra suena siempre a la casa de uno, al patio de tierra, al barrio, a la esquina, al vecino, al verdulero y a los amigos. Eso es incomparable.

" La música cobra vida y sentido, a partir de pasar a través de los dedos y las sensibilidades de los intérpretes. Y de llegar a los corazones de los oyentes”.

Ramiro Gallo

violinista


—¿Cuáles son los compositores que preferís dentro de este género?

—Hay muchos y con un nivel altísimo. En cuanto a mi empatía desde la sensibilidad, sin dudas me siento cercano a Alfredo Gobbi. Luego, a mi maestro Emilio Balcarce. Y después puedo nombrar a una legión. Joaquín Mora, Enrique Delfino, Francisco De Caro, Julián Plaza, Horacio Salgán, Eduardo Rovira, algunas cosas de Piazzolla. Nicolás Ledesma, Fabián Bertero, Andrés Linetzky entre los actuales, y muchos, muchos etcéteras.

Conversar con los ídolos

—En tu carrera actuaste junto a Juan Falú, Wynton Marsalis, Pedro Aznar, Raúl Barboza, Carlos Aguirre, Lidia Borda, Ariel Ardit, Marcelo Moguilevsky y Ernesto Jodos. ¿Hay algún artista con el cual te gustaría subir al escenario, que sea como una materia pendiente?

—Me encantaría producir algún día un encuentro entre violinistas-compositores. Nuestro instrumento está mirado y abordado muchas veces desde la perspectiva del virtuoso, y atado a su tradición clásica y de conservatorio. Pero hay muchos otros universos. Estos universos a veces están separados y nos perdemos de compartirlos. Subir a un escenario en una situación como la que describo me gustaría mucho. La música generada por violinistas, en diferentes universos sonoros. Más allá de eso, me encuentro agradecido de haber compartido escenario con grandes músicos del tango, y de haber tocado con mis ídolos, como Emilio Balcarce, Pepe Libertella, Julián Plaza, Leopoldo Federico. Y de haber tenido ídolos cercanos y de carne y hueso. Mis ídolos vivían y viven cerca, se toman el subte y conversan conmigo. No tengo ninguna ambición de llegar a ningún artista imaginario, como tantos que se suben por ejemplo a los escenarios distantes y artificiales de los estadios, y que nunca uno puede llegar a conocer.

El dato

La chispa Proyectos

—Actualmente te desempeñás como docente en la Universidad de San Martín, en la Diplomatura de Música Argentina ¿Qué es clave hoy para desarrollar una formación de estas características?

—El amor a la música de nuestra tierra. Si no hay amor, no se puede uno acercar a nada, y no habrá chispa, curiosidad, ni ganas.

La clave

Consultado sobre sus proyectos, Ramiro Gallo adelantó que “estamos preparando junto al Quinteto, un repertorio de canciones con letras mías, que he desarrollado a lo largo de más de diez años. Nos acompaña y es parte de este proceso, la cantante Roma Ramírez, de la ciudad de La Plata, una artista joven, talentosa, inteligente, bella, expresiva y enamorada de la música”.