ARTES VISUALES

Domingo Sahda

“La crisis del arte, incrementada hasta el quebrantamiento de su posibilidad, afecta por igual a sus dos polos: a su sentido -y por tanto al contenido espiritual- y a la expresión -y por lo tanto al momento mimético-. Ambos polos dependen el uno del otro: no hay expresión sin sentido, sin el medio de la espiritualización; no hay sentido sin el momento mimético, sin ese carácter lingüístico del arte que hoy parece estar desapareciendo”. (“Teoría Estética” /Adorno, T., Editorial Akal, Madrid, España, 2004).

La cita transcripta define con certezas comprobables el panorama del arte contemporáneo definido por marchands e inversionistas antes que por teóricos o artistas. Tanto la premisa del ingenio como la manualidad autosuficiente y esencialmente ornamental pueblan el panorama del arte visual por estos días, Santa Fe no es ajena a este fenómeno. Lo hemos podido constatar en el último Salón de Mayo.

Este acontecer se repite, en menor dimensión cuantitativa pero no cualitativa, en la exposición recientemente habilitada en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) y que lleva por título “Abstracto puro”, colección formada con obras patrimoniales del citado museo.

En las salas de ingreso, se exhiben pinturas, esculturas y objetos, en tanto que en el salón auditorio se ha puesto a la vista una pequeña colección de dibujos cuya autora es la artista plástica santafesina Beatriz Martin. La delicadeza en el trazo envolvente de estas piezas se carga de sentido, de “espíritu”, constituyéndose en modos visuales ajenos a cualquier exabrupto. La incorporación del trazo geométrico libre aparece en una obra de mayor tamaño, al que se suma el tinte perfectamente equilibrado que otorga una particular instancia expresiva a la obra en sí misma. Merecido homenaje de quien fue creando su particular discurso expresivo sin alardes ni presunciones.

La colección que se expone en las salas de ingreso al Museo reúne trabajos de diversa intencionalidad expresiva, en el caso que la hubiera, a más de una notoria pobreza expresiva en varios de los trabajos a la vista. La muestra en sí misma permite cotejos y relecturas diversas, determinando que varias de las piezas expuestas sólo se sostienen en tanto propósito desvaído de enunciados ambiguos; destacándose, en el pobre horizonte a la vista, la obra de Eduardo Mac Entyre titulada “Formas en movimiento”, inscripta en el marco del “Op Art” (Arte óptico). Resultan de interés la pintura titulada “Babel” firmada por Pepe Cáceres, la pintura directa de Julio Botta y el tríptico de grabados firmado por Geraldyne Fernández.