Esta mañana

Violento asalto en una gestoría

  • Ocurrió en un local ubicado en Aristóbulo del Valle 9200. Actuó un delincuente solitario que se llevó dinero en efectivo.
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La labor del rufián fue osada ya que la gestoría tiene como vecino a la delegación municipal (Distrito Norte) que cuenta con un policía de guardia.

 

 

Danilo Chiapello

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Esta mañana, Graciela llegó, como todos los días, unos minutos antes de las 8 para abrir su gestoría ubicada en Aristóbulo del Valle 9200, en barrio La Esmeralda.

Tras sacar la reja de protección y guardarla en la parte posterior del local, la mujer volvió sobre sus pasos con la intención de cerrar la puerta y guarecerse de la intensa lluvia que caía en esos momentos.

Pero Graciela no llegó a tiempo. Estaba por cerrar la puerta cuando de repente ingresó un sujeto el que sin más le dio un empujón que por poco la hace caer.

“¡Yo sé que ustedes, los gestores, tienen plata!”, le dijo el malviviente a modo de presentación, mientras sacaba de entre sus ropas un arma de fuego.

Del rufián se supo que era un hombre de unos 38 a 40 años, que vestía con pantalones de jeans y campera negra.

La osadía de la que hizo gala este rufián no pasó inadvertida. El negocio asaltado se ubica justo al lado de una delegación municipal (Distrito Norte), la que cuenta siempre con un policía. Además, toda su faena la concretó a cara descubierta.

Nervioso e irascible, el malviviente comenzó a tirar papeles y objetos en el suelo mientras dirigía amenazas de muerte contra la encargada.

Tamaño alboroto cesó recién cuando el individuo se hizo de algo de dinero. Finalmente, escapó del lugar con paso presuroso.

En medio del temporal

“Yo siempre llegó un poco antes de las 8 pero hoy estaba especialmente apurada debido a la fuerte tormenta que había. Llovía muy fuerte y no se veía nada en la calle”, relató esta mañana Graciela en diálogo con El Litoral.

“Saqué la reja y fui para atrás a guardarla. Cuando regreso para cerrar la puerta con llave me veo sorprendida por un tipo que se metió de golpe en el local”, recordó.

“Sacó de entre sus ropas un arma, me apunta a la cabeza y comienza a pedirme plata. ‘Yo sé que ustedes, los gestores tienen plata’, me decía. Después agarró y tiró todas las cosas al suelo. Se lo notaba muy nervioso y violento. A mí, me empujó y me tiró contra la pared. Mientras, me seguía diciendo dónde está la plata. Se terminó llevando unos 4.500 pesos”, contó.

“Lo primero que atiné fue llamar al 911. También me acordé que acá en la delegación municipal, distrito Norte, hay un policía. Fui a pedirle auxilio pero enseguida llegaron los efectivos de la sub 8ª”, narró.

Aislados

Más adelante, Graciela explicó que “por esta zona ya hemos vivido muchos situaciones límite. Hace poco, asaltaron una despensa, también una tienda. Lo que pasa es que este barrio está como olvidado. Acá no se ve la policía, ni tampoco se ven los de Gendarmería que supuestamente iban a venir a reforzar. Es como que estamos aislados de todo, no tenemos nada”.

“Si bien está el distrito Norte municipal donde hay mucho movimiento de gente, ellos tienen su policía adicional pero es sólo para ellos”, aclara.

“Nosotros supimos pagar un policía adicional, pero llegó un momento que los comerciantes ya no querían seguir pagando. Y está bien eso. Nos preguntamos por qué nosotros tenemos que pagar un policía extra cuando es el Estado el que tiene la obligación de cuidarnos”, sentenció.

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“En esta zona (A. del Valle al 9200) es como que estamos aislados en cuanto a la seguridad. Jamás vemos un patrullero”, dijo Graciela, la gestora asaltada.

Fotos: Danilo Chiapello