al margen de la crónica

De la barbarie

La milicia yihadista Estado Islámico (EI) destruyó el templo de Baal Shamin en las ruinas fenicias de Palmira en Siria, uno de los mejor conservados del sitio arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad, informó hoy el jefe de la dirección de antigüedades y museos, Mamun Abdulkarim.

El templo, construido hace unos 2.000 años y considerado uno de los más importantes de Palmira, fue volado el domingo con explosivos.

También el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, cercano a la oposición, señaló que civiles que huyeron de Palmira en las últimas semanas confirmaron la detonación.

El Estado Islámico conquistó Palmira, un oasis y antiguo centro comercial en medio del desierto sirio, y expulsó a las fuerzas del gobierno el pasado mes de mayo.

La principal atracción de Palmira son sus muy bien conservadas ruinas, entre las que se destaca el templo de Bel. Edificado en el año 32 d.c., fue consagrado al culto de Bel, el dios supremo feniciocananeo, cuyo nombre significa amo. Era el dios supremo para los habitantes de la ciudad, el dios de los dioses. Este templo fue convertido en iglesia en el siglo IV.

La semana pasada los extremistas ejecutaron públicamente al que fuera el arqueólogo jefe de la ciudad histórica durante unos 40 años. Jaled Asaad, de 81 años, fue decapitado y su cadáver colgado de una columna antigua.

“Tengo mucho miedo, soy muy pesimista sobre el futuro de la ciudad”, añadió Abdulkarim, que señaló que el templo de Baal Shamin representaba la religión preislámica de Palmira. Ésta fue declarada por la Unesco Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1980 y desde 2013 estaba incluida en la lista de patrimonio en peligro.

Según Markus Hilgert, experto en arte antiguo de Oriente, fusionaba diversa tradiciones religiosas. “Representaba una increíble riqueza cultural y la capacidad de gestionar diversos sistemas religiosos. Todo lo contrario de lo que está ocurriendo ahora”, señaló el experto alemán, que consideró la destrucción una “pesadilla”.