No hubo heridos

Desalojaron la casa donde se desmoronó una medianera

• Está en Obispo Gelabert al 2800 y funcionaba una pensión donde convivían siete personas. En el terreno lindante se construye un edificio. Intervino la Dirección de Edificaciones Privadas del municipio y el Ministerio de Trabajo.

De la Redacción de El Litoral

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Ayer, pasadas las 18.30, una enorme rajadura se abrió en la pared medianera de dos habitaciones del fondo de una vivienda ubicada en Obispo Gelabert al 2800, donde funcionaba una pensión. De inmediato, sus ocupantes pidieron ayuda al resto de los huéspedes y comenzaron a retirar camas y otras pertenencias. Media hora después, el susto se apoderó de todos: la pared se derrumbó, arrastrando roperos y otros objetos. Al lado, se construye un nuevo edificio y por estos días se estaba excavando todo el terreno para hacer los cimientos.

La Dirección de Edificaciones Privadas de la Municipalidad se acercó al lugar. Su director general, Daniel Cirmena, informó a El Litoral que se dispuso el desalojo de la vivienda para evitar mayores riesgos y que “la obra está paralizada momentáneamente”. Por ahora, “los únicos trabajos que puede hacer la constructora es apuntalar ambas medianeras (este y oeste), la submuración en el perímetro del pozo y reconstitución de la pared que se cayó”, precisó.

Esta mañana también se acercó personal de la oficina de Salud y Seguridad del Ministerio de Trabajo y realizó una inspección en la obra en construcción. Directivos de la empresa constructora se comunicaron con los dueños de la propiedad dañada.

Puntales

El funcionario municipal explicó algunos detalles de lo sucedido. “No podemos precisar muy bien cómo estaba apuntalada la medianera porque los puntales que pudimos observar quedaron bajo los escombros. Quizás no lo estaba del modo más conveniente. Además, todavía no estaba hecha la submuración, que es continuar el cimiento hasta la altura que llega la base del pozo”.

Al otro lado del terreno en obra funciona una oficina del Ministerio Público de la Acusación: “A simple vista esa medianera no corre peligro porque el pozo no llega hasta el borde de ella, sino que hay un metro de distancia desde donde empieza la excavación. No habría inconveniente. La parte más crítica está convenientemente apuntalada que es en el fondo del terreno”, finalizó Cirmena.

Testimonios

En la vivienda vivían siete personas que alquilaban las habitaciones. Nicolás Ayala es empleado público, tiene 22 años y vivía allí hacía dos años. “Ayer a la tarde, cuando llegué vine a la pieza de las personas que vivían acá y había una rajadura en la pared. Pasó media hora más o menos, y se empezaron a escuchar ruidos hasta que se cayó toda la pared y con eso se fueron pertenencias de los chicos. Por suerte no hubo lesionados. Fue un gran susto y teníamos miedo de que se caiga toda la casa”, relató.

José Ayala es el encargado del lugar. Llegó a la vivienda antes del derrumbe, apenas le avisaron de las rajaduras. “Notamos que era cuestión de tiempo que la pared se caiga y empezamos a sacar las cosas. Alcanzó a salir de la habitación, mientras uno de los chicos sigue intentando sacar la cama. De repente, escuchamos una explosión y se cayó todo. Vino el shock, la conmoción... pero por suerte no pasó a mayores y todos están bien”.

Inspección. Esta mañana, personal del Ministerio de Trabajo inspeccionó la obra en construcción. Foto: Guillermo Di Salvatore