Cada vez peor

Ahora delincuentes con picana

Ayer a la tarde asaltaron la mutual del Club Atlético Unión. Se llevaron dinero e indumentaria deportiva.

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Mientras peleaba, uno de los ladrones me rozó con la picana. Sentí el “calorcito” del rayo, que era de un color azul tremendo”, dijo Eduardo, el encargado del negocio. Foto: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

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“Apenas me di cuenta de que me venían a robar, al sujeto más chico me lo saqué de encima con un empujón. Pero el otro, se me vino con una picana. Era una de las grandes, tenía un rayo azul tremendo. Me rozó el brazo y sentí el ‘calorcito’. Por suerte no me tocó”, dijo Eduardo recordando lo ocurrido ayer en la mutual del Club Atlético Unión.

Eran cerca de las 19 cuando dos individuos llegaron al local ubicado en López y Planes al 3500, justo al lado de la sede de la entidad “tatengue”. Estos supuestos “clientes” eran dos muchachos, uno de 20 años, el que estaba acompañado por otro de 30.

En esos momentos, la puerta de la mutual se encontraba cerrada y fue Eduardo quien la abrió quizás pensando en cerrar la jornada con una última venta.

Pero segundos después “le cayó la ficha”. Los recién llegados habían dejado estacionada sobre la vereda una motocicleta con su motor en marcha.

Eduardo comprendió en el acto lo que se venía, aunque algo tarde porque los malvivientes ya habían accedido al interior del negocio.

De un empujón el comerciante sacó de la escena al más joven de los rufianes. Y en pleno revuelo, el otro compinche se le tiró encima portando en su mano una picana eléctrica.

La disputa dentro de la mutual duró menos de 1 minuto, tiempo más que suficiente para que los malvivientes sustrajeran el dinero de la caja y algunas prendas. Logrado su objetivo, los ladrones escaparon a bordo del vehículo en el que habían arribado.

Momento difícil

“Fue todo muy rápido. Primero me dijeron que venían a comprar pero ni bien abrí la puerta vi que habían dejado la moto en marcha. Entonces supe en el acto que me venían a robar”, comentó Eduardo esta mañana en diálogo con El Litoral.

“Uno tenía cerca de 20 años y el otro de 30. A cara descubierta. No tenían aspecto de nada raro, incluso yo mismo les abrí la puerta”, agregó.

“Al más chico me lo saqué de encima con un empujón. Pero el otro se me vino con una picana eléctrica. Era una de las grandes, no de las chiquitas que venden por Facebook. La tenía prendida y me la quería poner en un brazo. Yo sentí el aire caliente que tiraba eso. Fue un momento difícil”, expresó.

“Se llevaron ropa y también la plata. Todavía no sé muy bien el monto de lo robado porque aún no hice el arqueo de caja.

Por último sostuvo que “ahora me tengo que reunir con los directivos del club para ver si tomamos algunas medidas. De todos modos ya tenemos alarmas y rejas. Lo que pasa es que en los tiempos que estamos viviendo uno siente que nada alcanza”, sentenció.