Al margen de la crónica

Que el mundo lo sepa

Barack Obama se convirtió ayer en el primer presidente estadounidense en visitar el círculo polar ártico, desde donde alertó contra los peligros del cambio climático.

El mandatario visitó Kotzebue en el tercer y último día de su visita a Alaska, en un viaje diseñado para descatar su agenda medioambiental en medio de un escenario en el que los efectos del cambio climático ya son patentes.

“He estado intentando concientizar más al resto del país sobre el cambio climático. Pero ustedes ya lo están viviendo”, dijo ante los asistentes en un auditorio de una escuela de Kotzebue.

Al ritmo actual se espera que las temperaturas medias aumenten entre 6 y 12 grados Fahrenheit (3 y 6 grados Celsius) de aquí hasta finales de siglo, advirtió el presidente.

La zona ya está amenazada por incendios, el aumento del nivel del mar, el deshielo de los glaciares y el derretimiento del permafrost y de las placas de hielo flotantes.

Obama prometió ayuda para la isla Kivalina y una decena más de comunidades de Alaska que pronto se verán forzadas a desplazarse y reasentarse debido a la erosión y el derretimiento del permafrost provocado por el cambio climático.

“Lo que está ocurriendo aquí es una llamada de atención para Estados Unidos. Debería ser una llamada de atención para todo el mundo”.

La gira de Obama por Alaska responde a la nueva orientación de su gobierno en política climática, después de que el mes pasado se anunciasen nuevas limitaciones a las emisiones de carbono para las fábricas estadounidenses y de cara a la cumbre climática que se celebrará en París a finales de año.

En una conferencia ofrecida el primer día del viaje, el lunes, el presidente advirtió que el mundo debería unirse para ralentizar el cambio climático, si no quiere enfrentarse a un futuro funesto.

Durante la visita Obama también realizó una excursión al glaciar Exit, que retrocedió dos kilómetros desde 1815 y 57 metros el año pasado. También vio leones marinos en peligro, ballenas jorobadas y delfines en un viaje en barco por los fiordos de Kenai, y grabó imágenes para televisión con el experto en supervivencia Bear Grylls.