ENTREVISTA AL ESCRITOR MARIANO PAGÉS

“‘Los Cachitos’ se inscribe en una tradición etílica literaria”

CENTRAL FOTO1.JPG

Mariano Pagés. foto: ARCHIVO.

 

Estanislao Giménez Corte

[email protected]

http://blogs.ellitoral.com/ocio_ trabajado

El escritor santafesino Mariano Pagés (Santa Fe, 1969) publicó a mediados de este año, con muy buena repercusión, su novela “Los Cachitos” (María Muratore Ediciones). El autor es licenciado en Letras (UNL), docente en el nivel superior no universitario, lector editorial de la colección Itinerarios del sello editor UNL e integrante del colectivo Felisa. El Litoral dialogó con el novelista a propósito de algunos aspectos de su trabajo, gustos e influencias, mientras éste se encuentra trabajando en nuevos relatos y a la espera de una nueva edición del libro. “Se agotaron los ejemplares que el sello sacó en ocasión de la presentación del libro, en el marco del Festival de Literatura de Santa Fe; ahora entró a una reimpresión y estimo que cuando estén listos haremos otra presentación”.

—¿Cuáles son tus primeros recuerdos en relación a la escritura y a la lectura? ¿cuáles fueron tus primeros intentos, aproximaciones o experiencias a lo que podemos llamar el hecho creativo?

—Mi relación con la literatura comienza en mi casa paterna y materna. Un padre escritor y una madre muy lectora. Recuerdo una gran biblioteca, y allí fue donde di mis primeros pasos como lector. Antes que nada me asumo como un lector más que como un escritor. Mis primeras incursiones en la escritura venían por añadidura pero nada de lo que hacía me convencía y lo desechaba, no conservo nada de mis primeros escritos.

—¿Cómo se origina, argumentalmente, la idea de “Los Cachitos”? ¿qué cuenta o quiere contar la novela? (si es posible decirlo de esta forma)

—Con “Los Cachitos” fue diferente. De buenas a primeras me vi atrapado contando una historia que me cerraba y desarrollé un hábito de escritura. Escribí ininterrumpidamente durante dos años; después vino un proceso de revisión y corrección que me llevó un tiempo más, de agregar y recortar, de pulir y luego un par de años para decidirme a publicar, que fue lo que más me costó.

La novela cuenta la historia trágica de un puñado de personajes, devenidos en lúmpenes, inmersos en un clima sórdido y etílico; los personajes transitan un camino que está a caballo de la vigilia y el sueño, el delirio y el sentido, y confundidos en una irrealidad absoluta se terminan volviendo entrañables.

Creo que “Los Cachitos” se inscribe en una tradición etílica literaria en la que se alinean escritores como Malcolm Lowry, con “Bajo el volcán”, y John Fante, entre otros, con “La cofradía de la uva”.

—¿Qué métodos, procedimientos, manías, son representativos de tu trabajo? ¿Cómo es el proceso productivo/creativo?

—Lamentablemente, nunca pude alcanzar un ritmo de trabajo, es decir, sentarme y escribir de una manera sostenida; lo hago cuando me urge, la mayor parte del tiempo a las historias las escribo en mi cabeza y después viene lo más dificultoso, volcarlas al papel.

—¿Con qué escritores o artistas te sentís identificado?, ¿a quiénes podés mencionar como influencias? ¿Cómo se puede definir o considerar a tu literatura? o ¿cómo la definirás vos?

—De un tiempo a esta parte vengo leyendo la literatura argentina que se está escribiendo ahora, los últimos autores que recuerdo haber leído son Iosi Havillio, Selva Almada, Juan José Burzi, Roque Larraquy y J. P. Zoey, entre otros; y cuando descanso de la literatura argentina me acerco a escritores como Lawrence Durrell, Conrad y Celine, por mencionar algunos. Después de “Los Cachitos”, comencé a trabajar en una saga rural-marginal, que tiene como protagonistas a los nietos de isleros devenidos en delincuentes de poca monta.