Doble crimen de Pilar

Hallaron 16 bolsas con huesos en un descampado y serían de las víctimas

Unas 16 bolsas con desechos calcinados y huesos que parecen ser humanos fueron halladas en un descampado del partido de Pilar ubicado a ocho cuadras de la casa donde se cometió el doble crimen de un hombre y su mujer, y se investiga si pertenecen a las víctimas.

Télam

Peritos de la Policía Científica encontraron rastros de sangre en los lugares de la vivienda donde las víctimas, Ricardo Ignacio Klein (52) y su concubina Miriam Ester Kowalzuck (50), pudieron haber sido ejecutadas.

El hallazgo de las bolsas se produjo luego de que un cartonero se presentara espontáneamente ante la Justicia para contar que el principal sospechoso del hecho, Leandro Yamil Acosta (25), lo contrató para retirar de la casa de la calle Sarratea 2726, de Manuel Alberti, una serie de desechos calcinados que él llevó hasta el descampado ubicado en el cruce de Padre Roqueta y Batalla de San Nicolás.

“Al ver en la televisión todo lo que estaba pasando, el hombre se acercó a contarnos que él trasladó bolsas desde la casa hasta ese descampado donde nos llevó, pero que él no sabía que allí podía haber restos humanos”, dijo a Télam una fuente judicial.

El cartonero explicó que Acosta le pagó el trabajo de ir removiendo los desechos de sus quemas con dos bolsones de plásticos y cartones.

El fiscal general adjunto de San Isidro, Marcelo Vaiani, quien subroga la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Delitos Conexos a la Trata de Personas y la Violencia de Género donde se radicó la denuncia por el paradero de Klein y de Kowalzuck, ordenó hacer pericias sobre estos restos.

“Vamos a convocar a un grupo interdisciplinario de médicos forenses y antropólogos para que analicen estos nuevos restos óseos y los que ya habíamos encontrado semicalcinados en la casa”, contó uno de los investigadores judiciales.

Otros rastros

Por otra parte, el fiscal Vaiani y peritos en rastros de la Policía Científica durante ocho horas en las distintas edificaciones de la propiedad de la calle Sarratea 2726 y obtuvieron resultados positivos.

No sólo dio positiva la prueba del Luminol -un producto que reacciona con una fluorescencia en los lugares donde se lavaron manchas de sangre-, sino que además se hallaron rastros hemáticos en sitios que no llegaron a ser aseados.

Para el fiscal Vaiani, estos hallazgos científicos le dan cierta credibilidad a parte del relato que le dio la imputada Karen Daniela Klein (22) al ser indagada, cuando le dijo que el autor de los dos crímenes fue su pareja y hermanastro y que ella sólo limpió la escena pero bajo amenaza.

Según este testimonio, el doble crimen habría sido cometido el 2 de septiembre a la mañana, cuando Klein dormía y cuando Kowalzuck acababa de llegar a la casa luego de dejar a sus hijos mellizos de 11 años en el colegio.

Según las fuentes judiciales, ayer los peritos hallaron manchas de sangre en la cabecera de la cama del dormitorio principal, donde supuestamente Klein padre fue asesinado de un tiro en la cabeza mientras dormía.

También había en una pared de esa habitación un goteo de proyección de sangre.

Relato coincidente

En el acceso a ese dormitorio y en todo el pasillo que comunica esa habitación con la puerta de salida, el Luminol detectó la presencia de sangre ya que, según el relato de la imputada, allí fue asesinada a balazos Kowalzuck cuando al escuchar el disparo con el que Acosta mató a su pareja, ella se acercó a ver qué había pasado.

“Según la versión de la coimputada, Acosta le dio a su madre un primer tiro en el tórax y cuando se arrastraba por el pasillo, la remató de dos disparos en la cabeza. En el piso de ese pasillo los peritos encontraron un rebote de bala”, indicó a Télam la fuente judicial consultada.

“En todo ese pasillo que va a la puerta, el Luminol mostró las huellas del arrastre que hicieron de los cuerpos hasta el exterior de la casa”, agregó el informante.

Los peritos también detectaron sangre en uno de los carromatos que Klein utilizaba para recolectar residuos y que aparentemente fue el lugar donde fueron descuartizados los cadáveres para ir calcinando los restos progresivamente.

La hipótesis del fiscal Vaiani es que la pareja homicida asesinó a sus padres para quedarse con todas las propiedades del predio.

Los investigadores explicaron que hasta hace poco, los imputados vivían en la plata baja de la edificación del frente y Klein los obligó a mudarse a la casa del fondo con ellos porque le alquiló su sitio a una pareja.