Unos 500 chicos cursan los seminarios nivelatorios

Récord de aspirantes a ingresar a la UTN

• En septiembre de 2014 sólo había 150 chicos preparándose para entrar a la Universidad Tecnológica. El aumento en el número de interesados es auspicioso en un país que necesita ingenieros.

De la Redacción de El Litoral

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A contrapelo de la idea generalizada de que a los adolescentes no les gusta estudiar, más de 500 jóvenes de escuelas secundarias están preparándose, desde agosto, para ingresar a alguna de las cinco ingenierías de la UTN Facultad Regional Santa Fe (Civil, Eléctrica, Industrial, Mecánica y Sistemas de Información). En septiembre de 2014 sólo había 150 alumnos sentados en los cursos nivelatorios, y este año se triplicó la cantidad de aspirantes.

El esfuerzo no es menor para estos jóvenes que están terminando de cursar su secundario. La gran mayoría, unos 350 chicos, realiza el curso de ingreso de forma presencial y 150 lo hacen de modo semipresencial y luego rinden en la facultad.

Desde agosto y hasta noviembre, todos los sábados de 8 a 12.30, toman los cursos de nivelación de Matemática, Física y un Taller Universitario. Dos grupos cursan durante la semana. En su mayoría son de la ciudad de Santa Fe, pero hay quienes viajan de localidades vecinas todos los fines de semana. Además, un 10 % se queda a los grupos especiales de apoyo que se dictan los sábados a la tarde.

Según el secretario académico de la UTN Santa Fe, Alfonso Giménez Uribe, “esto nos muestra que en la medida en que uno puede despertar el interés y acompañar a los jóvenes, ellos están interesados en acercarse a la universidad y preocupados por la carrera a elegir. Cuando uno tiene la capacidad y la decisión para atender esa demanda hay receptividad en los jóvenes. Lo importante es que ellos se animan a pensar y tomar la decisión de venir a prepararse para ingresar a la universidad de un modo anticipado. Esto marca una preocupación por su presente y su futuro”.

Giménez Uribe entiende que “los jóvenes han encontrado un espacio en la facultad y se dan cuenta de que está dispuesta a acompañarlos en la elección de su carrera. Nos llama la atención que en las reuniones con escuelas, los alumnos de 4º y 5º año aún no tienen una elección profesional, salvo casos excepcionales. Por eso, nos parece importante mostrarles que la ingeniería es una opción posible, cercana y realizable”.

En cuanto a la importancia de este aumento considerable de aspirantes a cursar carreras de ingeniería, el secretario académico considera que “habla de un proceso de acercamiento entre la universidad y el nivel medio. Estos cursos también funcionan como un período de adaptación, y estar en el ámbito universitario un tiempo antes de ingresar, apunta a que el paso del nivel medio a la universidad no sea tan dramático”.

Política de inclusión

En cuanto a la composición de este grupo de jóvenes, hay una mixtura importante entre chicos de escuelas técnicas y medias. También está repartido entre jóvenes de la ciudad y de localidades de la región.

Los docentes que dictan este ciclo nivelatorio son, en parte, profesores de la facultad, pero hay un aporte significativo de estudiantes avanzados. “Esto es importante porque los jóvenes están mucho más cerca en lo generacional y también porque hace pocos años pasaron por las mismas dificultades que los aspirantes imaginan que van a transitar. Esta cercanía les facilita el paso a la universidad y les da estrategias para mostrarle a los aspirantes que la ingeniería en la UTN es posible”, destacó Giménez Uribe.

Desde la UTN Santa Fe sostienen que “nos propusimos trabajar mucho en las políticas de inclusión desde el ingreso. Mejorar las tasas de retención y obviamente los índices de graduación. Esta política integral y comprometida de toda la comunidad universitaria, nos permitió, en los últimos dos años, duplicar en un 100% la tasa histórica de graduación de ingenieros. El país necesita ingenieros, y ése es el lema de la campaña de ingreso 2016 de la UTN Santa Fe”, cerró.

El dato

Ingenieros se buscan

El aumento de los aspirantes es un dato alentador porque marca un comienzo auspicioso para poder solucionar un problema reconocido por todos los sectores: la falta de ingenieros. En los países europeos de primer mundo se gradúa por año un ingeniero cada dos mil habitantes y en nuestro país se aspira a tener en 2016 un nuevo ingeniero cada cuatro mil habitantes (unos 10.000 graduados por año).