El esperado sí o no a la independencia

Mañana Cataluña define su futuro

Agencia DPA

Cataluña celebra mañana las terceras elecciones en cinco años. Los catalanes están llamados formalmente a elegir un nuevo Parlamento regional, pero el jefe del Ejecutivo catalán, Artur Mas, las ha convertido de facto en un plebiscito sobre la independencia de España. Es el mayor desafío al que se enfrenta el Estado español en 40 años de democracia.

“Queremos votar, queremos decidir y ahora tenemos el marco y el momento adecuado para hacerlo”, sostiene Mas.

El año pasado quiso celebrar un referéndum de autodeterminación en la región del noreste de España pero el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, lo impidió con un recurso al Tribunal Constitucional. Los comicios del domingo son para Mas un sustituto.

Bajo el nombre de “Junts pel Sí” (Juntos para el Sí), el jefe del gobierno catalán y líder del partido liberal Convergencia impulsó una candidatura unitaria independentista de la que forman parte también Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y personas llegadas de organizaciones civiles secesionistas. La lista por Barcelona la cierra simbólicamente el ex entrenador del Barza, Josep Guardiola.

Si el independentismo logra mayoría absoluta en el nuevo Parlamento catalán, algo a su alcance según las encuestas, Mas quiere liderar un gobierno de concentración cuya tarea será la de organizar la proclamación de la independencia en como mucho 18 meses.

Rajoy niega todo matiz de plebiscito a las elecciones del domingo, pero lo cierto es que Mas ha ganado como mínimo esa batalla.

La campaña electoral arrancó con una demostración de fuerza del secesionismo, con centenares de miles de personas manifestándose el 11 de septiembre en Barcelona a favor de la independencia.

Desde entonces y tras cuatro años minimizando el peligro de secesión, el jefe del Ejecutivo español y su Partido Popular se han esforzado por alertar de las desgracias políticas y económicas que acarrearía la secesión.

Jornada clave

De los 7,5 millones de habitantes que tiene la región económicamente más fuerte de España, a las urnas están llamados 5,5. Y de ellos, 1,6 han nacido fuera, la mayoría en otros lugares de España.

La participación se prevé alta, por encima de cualquier otra elección regional anterior, y será decisiva para la victoria o la derrota del secesionismo. Las opciones de un fracaso independentista se dan a partir de un 72 por ciento, señalan expertos demoscópicos consultados por dpa.

Junts pel Sí lidera las encuestas, aunque para alcanzar los 68 diputados (de 135 que tiene el Parlamento catalán) en los que Mas ha fijado el mínimo para abrir camino a la independencia necesitará a los de la CUP, formación secesionista y antisistema de izquierdas que rechazó entrar en la candidatura unitaria.

El problema para él es que la CUP no lo quiere como jefe de gobierno. Este partido, además, cree que la independencia no debería proclamarse con menos del 55 por ciento de los votos, mientras que Mas no cree necesario llegar siquiera al 50 por ciento mientras logre 68 diputados.

“Nadie va a romper España”, asegura Rajoy, que en caso de necesidad confía en frenar la secesión con la reforma que permitirá al Tribunal Constitucional suspender a Mas en el cargo y que aprobará el Parlamento español la semana que viene.

La participación se prevé alta y será decisiva para la victoria o la derrota del secesionismo.