Pulsos de la política provincial

Los desafíos del final del año

Por Darío H. Schueri

La sinuosidad política, junto a las encrucijadas económicas y sus pocos felices pronósticos de desenlace, sumado a la incertidumbre climática, nos sumergen en una sombría expectativa sobre el final de un año que está a 97 días de expirar.

Los radicales y el gabinete “frentista”

Pareciera ser que la volatilidad existente en el FPCyS condiciona el armado del gabinete de Miguel Lifschitz que, tal como elucubramos un par de veces, sería impensable que a esta altura no tenga ya designados en su voluntad, al menos al sexteto socialista.

El radicalismo atraviesa una etapa de intrigas, recelos y desconfianzas mutuas que hasta ahora son aprovechadas por el inescrutable Miguel Lifschitz. Pero tienen un límite: quizás la semana que viene.

Resulta muy complicado reconstruir lo que sucede en las sobremerituadas “reuniones bilaterales”, donde el radicalismo no se anima a sacar un lápiz y papel para que el socialismo le escriba los ministerios a negociar. Los vagos testimonios recogidos de fuentes diversas sólo nos brindan aproximaciones de datos basados en la encomiable voluntad de “construir consensos” y “estrategias de trabajo conjunto”, pero pocas certezas.

La idea del gobernador electo -negada ahora por interlocutores- y conversada con Antonio Bonfatti, era disminuir el desgaste de una larga transición hasta el 10 de diciembre y dar a conocer el gabinete a más tardar la primera semana de octubre. Ahora pareciera que todo se postergó un mes más. Para después de las elecciones generales nacionales.

Eso será para el anuncio público del staff con nombres y apellidos; pero es muy probable, para que la lava que bulle en el interior del volcán radical no salga a la superficie, que en la próxima bilateral Lifschitz, sea en persona o a través de sus interlocutores Di Pollina, Blanco y Garibay, quien le muestre a los emisarios radicales el ansiado paper con el sinóptico ministerial, para sofrenar espíritus inquietos y comenzar a charlar sobre otras bases.

Desde el Movimiento de Afirmación Radical (M.A.R.) el senador Lisandro Enrico, afirmó de manera políticamente correcta que se está conversando en la “bilateral”, de la cual él participó en sus dos últimas instancias, sobre el “organigrama de prioridades que quiere el gobernador electo para su gestión”. Julián Galdeano, uno de los líderes del sector relativizó las inquietudes en el seno partidario expuestas párrafos arriba: “Acá no se trata de una batalla campal por los cargos; cada uno de los sectores radicales sabe qué representación y nombres propios tiene; no entramos en pujas que no valen la pena, y esperamos a que el socialismo defina sus prioridades ministeriales para ir viendo. Esto no es una carrera de 100 metros llanos”, dijo.

Los otros dos sectores: NEO y el Grupo Universidad (este último de fina sintonía con el M.A.R.) disputan con sus razonables argumentos la cercanía con el imperturbable gobernador electo y los réditos que de ello puedan obtenerse.

El radicalismo espera de sus socios lo que sospechan le ofrecerán, partiendo de la base de que el socialismo se reservará las carteras de Gobierno, Hacienda, Salud, Desarrollo Social, Infraestructura y Educación. Formarán parte de las negociaciones: Producción, Obras Públicas, Secretaría de Estado de Energía, la futura Secretaría de Estado de Medio Ambiente y entes tales como DPV, EPE, Assa, viceministerios, Municipios y Comunas; y un área a la que nadie le presta atención y está acéfala: la Defensoría del Pueblo.

No hay grietas en el socialismo

Tal como anticipáramos la semana pasada, Miguel Lifschitz subió a un avión junto al gobernador Bonfatti rumbo a Santiago de Chile, donde el mandatario firmará convenios. Antes de embarcar, el gobernador repitió que no hay grietas en la relación entre ambos y que, si bien Lifschitz tiene total libertad para designar a su equipo de colaboradores, comparten “miradas” y “se fijan criterios”, sin dejar de hacer notar que hay “una continuidad de un proyecto político”, del cual hoy los radicales forman parte y quisieran saber con cuántas acciones lo harán en el futuro.

Lifschitz, tras el apretado triunfo, había prometido un gobierno más frentista, con gran desarrollo territorial y generacional. “Tenemos que tener más gente de Santa Fe”, se preocupa en señalar un alfil del gobernador electo. El radicalismo está presto a contribuir con sus cuadros diseminados en toda la provincia.

Corte y confección frentista

El Frente Progresista gobernante arrancó el último tramo de campaña nacional con las icónicas tijeritas sugeridas originariamente en esta columna.

“La peor batalla es la que no se da”, idealizó un dirigente socialista cuando le hicimos notar que sería poco menos que una utopía conseguir que el candidato a senador Hermes Binner trepara el 25 de octubre del cuarto puesto logrado el 9 de agosto al segundo -o primer- lugar en la categoría. La doble vida proselitista de los radicales frentistas santafesinos, apoyando al candidato de centro-derecha Mauricio Macri a nivel nacional, sin dejar de pertenecer al espacio progresista local, los ubica en una incómoda situación de cara al electorado, hecho que sigue haciendo zapatear al vicegobernador Jorge Henn, quien para acicatear a sus correligionarios, duda si un eventual balotaje sería entre Scioli y Macri o entre Scioli y Massa.

El socialismo armará el combo de la boleta corta de Binner-Marcucci junto a la de Margarita Stolbizer; mientras que los radicales deberán apelar (¿lo harán?) a la emblemática tijerita para sesgar a la altura de Mariana Zuvic la sábana de Macri, y maridarla con la de Binner-Marcucci, dejando afuera al “Lole” Reutemann.

El dilema estará en los electores independientes (más de 580 mil que no fueron a votar el 9 de agosto) que quizás simpaticen con Macri o Massa (difícilmente pueda haber electores “independientes” que voten a Scioli en 25 de octubre) que deberán mutilar sus listas sábanas después del primer cuerpo para acoplarlas con la “boleta corta” de Binner-Marcucci-Comi.

Los candidatos a senadores Omar Perotti (FPV), Reutemann (PRO) y Eduardo Romagnoli (Frente Renovador) que obtuvo el tercer lugar el 9 de agosto, confían en el arrastre presidencial de sus listas. Romagnoli va por Reutemann, apelando no sólo al carisma de Massa, sino a su propia impronta productivista y cerrada oposición al gobierno nacional al que califica de “obtuso” y “confrontativo”.

Complejo escenario financiero

El gobernador Bonfatti se quejó amargamente de la detracción -ilegítima- del 15 por ciento de coparticipación para financiar la Anses, lo que sumado a otros menesteres le genera un déficit (negado por los gremios estatales) de dos mil millones de pesos por año a la Caja de Jubilaciones de la provincia. Este año, la Anses se quedará con cinco mil millones de pesos de la provincia de Santa Fe. Los senadores peronistas, tras recibir a gremios docentes, volvieron sobre sus pasos en la idea de crear una comisión para estudiar el déficit previsional y sugerir alternativas, y le dejaron la tarea para el hogar a Miguel Lifschitz con el fin de que proponga tal alternativa.

Si de inequidades se trata, la Bolsa de Comercio de Santa Fe evaluó que de los doce mil millones de pesos que aporta Santa Fe en concepto de retenciones a la soja, sólo recibe a cambio poco más de 600 millones.

Las recientes medidas bursátiles tomadas por el gobierno nacional para atemperar la escasez de dólares no harían demasiada mella en los proyectos gubernamentales, toda vez que desde el ministerio a cargo de Sciara advierten que Santa Fe ha focalizado sus gestiones de financiamiento en organismos bilaterales y multilaterales de crédito, para hacer viable la ejecución de proyectos de inversión específicos. Esto marca una diferencia importante con otras provincias que han recurrido al endeudamiento en moneda extranjera con el mercado de capitales y para aplicar a otro tipo de erogaciones, todo lo cual le estaría otorgando a la provincia de Santa Fe cierta inmunidad frente a los avatares del mercado de capitales.

Los expertos del gobierno son conscientes de que si hay que generar futuras emisiones, cualquier medida que genere incertidumbre en los inversores impacta negativamente sobre las posibilidades de éxito al momento de la colocación, afectando las condiciones financieras exigidas (menores plazos de amortización, mayor tasa de interés, etc.).

El Niño abre los paraguas estatales

Previendo la severidad del fenómeno climático El Niño (del cual en su faz macro que es el cambio climático se está ocupando el mismísimo Papa Francisco), el gobernador Bonfatti firmó el decreto 3.137 que establece de manera preventiva el “estado de emergencia hídrica” en el territorio santafesino, para lo cual destinó 28 de millones de pesos iniciales.

El gobierno se propone sembrar conciencia en la población sobre el fenómeno climático que se avecina, previsto por los metereólogos aunque impredecible en su magnitud, situación que debe hacernos reflexionar, no de manera supersticiosa sino realista, sobre nuestras propias responsabilidades ciudadanas. La cuestión es estar preparados y ajustar con lucidez nuestras conductas a la amenaza -para no agravar los efectos- en vez de concentrar las broncas en el plano político cuando los hechos ocurran.

Sin dudas, el epílogo de 2015 con su cuota de incertidumbre política, económica y climática nos pone en un estado de ansiedad que, como profetizaba el economista porteño Guillermo Allón en la Unión Industrial de esta capital al referirse al mundo del futuro, “nos ubica ante el desafío de una era que se acaba y otra que empieza, desafío que hay que tomarlo como una oportunidad”.

La Bolsa de Comercio de Santa Fe evaluó que de los doce mil millones de pesos que aporta Santa Fe en concepto de retenciones a la soja, sólo recibe a cambio poco más de 600 millones.