La noche que los ingleses jamás olvidarán

Impactante

César Miño

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Y finalmente ocurrió: por primera vez en la historia de la Rugby World Cup, el país organizador quedó marginado en primera ronda. Y si se trata de Los Creadores, el hito se realza aún más, por lo que significa este deporte en Inglaterra. Y como para seguir sumándole condimentos, ocurrió en la mismíma Catedral, ya que Australia se impuso por 33 a 13 en el emblemático Twickenham.

Fue el mejor partido de lo que va del certamen y no hizo más que revalidar las bondades de esta remozada versión de los Wallabies, que desde que Michael Cheika los conduce, parecen haber recuperado la identidad que tanto elogiamos del juego aussie.

El que expresó su mejor versión en la etapa inicial, a pura contundencia defensiva y vértigo ofensivo (con un try de ensueño incluído), que propendieron al 17 a 3 a favor del parcial.

El complemento arrancó con el Rose Team -que sin dudas ayer mostró su mejor versión en lo que va del torneo- alcanzando mayor protagonismo, a punto tal de repartir y hasta prevalecer en la posesión de la pelota.

Un buen ensayo y un posterior penal acotaron a diferencia a siete puntos (20 a 13), ilusionando a los más de 80.000 fanáticos que no pararon de entonar la célebre “Swing low, Sweet Chariot....”

Pero todo quedó en ilusión, porque Australia volvió a fortalecerse, con su pack como bandera y gestó las situaciones que rápidamente demostraron que el destino final del partido no se modificaría. El try del final fue una especie de bonus track, que no hizo más que ampliar un resultado que quedará forjado para siempre en la historia de los Mundiales.

El resto

En el primero de los cotejos disputados en la víspera, Japón ratificó su reconfortante realidad, imponiéndose a Samoa por 26 a 5, con lo cual aún mantiene viva la ilusión de clasificarse para los cuartos de final.

El match, disputado en el Stadiummk de Milton Keynes, con el referato del sudafricano Craig Joubert, mostró la valía de los nipones, que aferrados a su plausible intención de jugar dinámicamente, generando un sinnúmero de inconvenientes en el tradicionalmente áspero jugo de Manu Samoa.

Tras un parcial favorable por 20 a 0, los nipones se reacomodaron de algunos minutos irregulares y volvieron a adueñarse del control del partido, accediendo a un festejo inobjetable.

Luego, en el segundo partido de la jornada, disputado en el St. James' Park de Newcastle, con el referato del galés Nigel Owens, Sudáfrica derrotó a Escocia por 34 a 16, con mucha menos dificultad de lo previsto y a partir de una inexorable imposición territorial y física, a lo largo de todo el desarrollo. De este modo, los Springboks se apoderaron de la vanguardia del Grupo B, en el que ahora respiran con menor dificultad, luego de la histórica caída ante los nipones en el debut.