Claudio Souilhe

“Si hubiese existido una autovía el accidente no pasaba”

El ex jefe de la Agrupación Bomberos Zapadores de Vera al momento de la tragedia, sostuvo que la falta de mantenimiento y la concreción de un tercer carril o autovía dificultan el tránsito sobre la Ruta Nacional 11. “En materia vial, a 9 años del accidente, muy poco ha cambiado”.

José Zenclussen Monica Ritacca

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Desde la década de ‘70 existe un pedido de transformación en autovía de la actual traza de la Ruta Nacional Nº 11. Han pasado más de 40 años y ese pedido -a pesar de los anuncios realizados por diferentes gobiernos, sobre todo en época electoral- ha quedado sólo en eso: en anuncios. En estas 4 décadas de reclamos sucedieron muchos accidentes, uno de los más graves fue el que ocurrió el 8 de octubre de 2006, donde fallecieron 12 personas. Muchos coinciden que de haberse construido la autovía la tragedia jamás habría ocurrido.

Claudio Souilhe, ex Jefe Agrupación Bomberos Zapadores de Vera al momento de la tragedia -hoy retirado-, dialogó con El Litoral sobre el trabajo que llevaron a cabo hace 9 años atrás. “Fue un domingo a las 22, cuando recibimos un llamado desde Margarita avisando de un grave accidente. Llegamos a los 30 minutos, debíamos ir por la banquina de la ruta por la gran cantidad de vehículos que no podían continuar y el enorme despliegue de ambulancias que llegaban y salían con heridos”.

En ese momento, el camión había tapado toda la cinta asfáltica y el colectivo ocupaba la margen este, con signos de haber recibido un fuerte impacto en el sector lateral derecho y en el frente.

“Al llegar encontramos los cueros que transportaba el camión por todos lados, incluso dentro del micro. Recuerdo que en el momento de mayor desesperación y ante la falta de camillas y ambulancias poníamos a los chicos lesionados y los cuerpos de las personas fallecidas sobre los cueros. No teníamos dónde ubicarlos. En un primer momento, el operativo fue caótico dado que había chicos en estado de shock que salieron a caminar por la ruta”.

Souilhe agregó que en ese estado de desesperación y aturdimiento se alejaban del lugar del accidente. “Veían las luces de Margarita y por la banquina iban a la localidad, gritando, corriendo y llorando”.

El ex jefe del Cuartel de Bomberos precisó que era muy difícil conocer la cantidad de gente -sumado a los fallecidos y heridos- que había. “En un momento, personal del 107, nos pedía que busquemos gente porque faltaban dos personas; recorrimos la zona, trajimos un grupo electrógeno para iluminar, volvimos al colectivo, revisamos todo el perímetro y no aparecían. Los encontramos una hora y media después en el hospital de Margarita, atrás de una pared llorando”, reconoció.

9 años y todo sigue igual

A casi una década de la tragedia la traza de la Ruta Nacional Nº 11, una de las más importantes por su conexión con países del Mercosur, sigue igual: angosta, sin mantenimiento y abarrotada de camiones.

“La ruta de 2006 a esta parte a cambiado muy poco, prácticamente nada. No se ha ensanchado, no se hizo ningún carril nuevo, sólo bacheos mínimos. Todo sigue igual. En épocas de lluvia, es muy peligrosa, no hay mantenimiento, el agua queda arriba de la cinta asfáltica”.

Souilhe describió que el tramo Vera-Reconquista es el más peligroso. “El trayecto Vera-Avellaneda que en condiciones normales se haría en 45 minutos, hoy se emplea más de una hora y cuarto para hacerlo. No cambió nada, ahora hay más peligro, el parque automotor ha crecido muchísimo y lo mismo sucede con el transporte internacional”.

El pedido de ensanchamiento o transformación en autovía es un reclamo generalizado de vecinos de la zona, comerciantes y transportistas que la circulan a diario. “Es indispensable para que accidentes de este tipo no ocurran más. Necesitamos nuevas rutas y mejorar las existentes; la Ruta Nacional Nº 11 es muy importante por el transporte internacional.

Si hubiera existido una autovía, el accidente no sucedía. Muchos otros puede ser que sí, pero éste no se iba a producir”, sostuvo el ex jefe de Bomberos.

Otra de las falencias es la inexistencia de controles de alcoholemia en ese sector. “Viajo permanentemente a Reconquista, Avellaneda y Santa Fe, y veo que hay más control de tránsito, pero no quiere decir que sean efectivos. De alcoholemia no hay; debería ser fundamental. Sólo te paran por los papeles de vehículos, luces, etc. Es otra de las falencias”, añadió.