Colón sacó lo mejor en 180 minutos

Un equipo INSEGURO que jugó BIEN los clásicos

Si algún partido pudo ganar Franco fue alguno de los dos clásicos. Faltan por jugar 9 puntos y Chicago se le puso a cinco en la tabla del descenso.

Un equipo INSEGURO que jugó BIEN los clásicos

Gambetear el descenso. El mismo Darío Franco admitió, en los vestuarios de la cancha de Unión, que Nueva Chicago achicó distancias con el tema del descenso y que Colón tendrá que “manejar esa presión”. Los sabaleros deben jugar con Arsenal, Godoy Cruz y Gimnasia. Al “Torito” de Forestello, que se puso a cinco faltando nueve puntos, le queda Newell’s de local, Sarmiento en Junín y Quilmes en la última en Mataderos. Foto: Luis Cetraro

 

Darío Pignata

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Parece, otra vez, un cuento de terror este final de Colón a tres fechas de la última parada. Y digo parada como podría decir estación, porque verdaderamente esta temporada larga de Primera División resultó un impensado calvario para todos los sabaleros. Quedan nueve puntos y Chicago acortó a cinco la distancia. En condiciones “normales”, no debería haber problemas: no juegan entre sí y le lleva más de la mitad de los puntos de ventaja. Pero, se sabe, nada es “normal” en Colón en estos últimos tiempos. Y la proyección mete miedo de sólo espiar los números: 8 puntos de los 36 que se pusieron en juego desde que llegó Darío Franco post Copa América. El otro dato que asusta es que el equipo hizo dos goles en los últimos nueve partidos y así se hace complicado ganar. Al partido con Arsenal llegará con cinco partidos sin marcar goles, desde ese grito olvidado de Vegetti en Rosario.

La campaña es mala por donde uno la espíe. Porque Colón, en un torneo con 30 equipos, está entre los cinco peores de la temporada. Otra vez encara un final sin estar salvado del descenso y ganó apenas 4 partidos de los 27 que lleva disputados. Es, junto a Temperley, el equipo que menos goles hizo en la máxima categoría: apenas 18, por lo que ni siquiera llega a medio gol por partido.

En el caso de Nueva Chicago, también ganó cuatro partidos como Colón, pero con una diferencia: tres de esos cuatro los ganó en los últimos siete juegos y viene de dos alegrías al hilo.

En este contexto de entrenador cuestionado y jugadores resistidos, las dos batallas donde Colón salió mejor parado fueron los clásicos. Porque antes y después de Unión, Colón siguió perdiendo y perdiendo. Concretamente: por el riesgo que implicaba, Franco y sus soldados salieron ilesos de las dos peores batallas.

Si en algún partido de la era Franco este Colón se pareció a un equipo en serio, hay que buscarlo en alguno de los dos clásicos. En el primero, hubo mérito de los jugadores; en el de ayer, hubo estrategia pura del entrenador que ideó una “volanteada” que dio sus frutos, porque lo fue desgastando a Unión hasta dejarlo sin ideas.

Por más que hoy muchos “le caen” al “Gordo” Sperdutti porque no pateó al arco en esa contra, el ingreso del ex Newell’s le dio otro aire al equipo, lo mismo que la vuelta de Pablo Ledesma. Acostumbrados a tantas batallas, ayer sobresalieron dos “viejos” (Clemente y Ledesma) y un pibito del club que jugó un partido impecable (Conti).

Entre tantas cosas que le faltan a Colón es más que lógico que le hubiera faltado calidad técnica para ir a ganar el clásico con un jugador de más durante varios minutos. La tapada de Nereo a Alan Ruiz y la de Sperdutti sin bala marcan a las claras lo mucho que le cuesta a Colón hacer un gol para poder ganar un partido.

Lo que uno se pregunta, después de esta nueva mejoría en el derby, es qué Colón veremos en estos tres infartantes capítulos finales. ¿Puede dar más Colón de lo que dio contra Unión, donde evidentemente ese plus anímico de jugar contra el tradicional rival le hizo sacar algo que antes no había mostrado?.

Sin los dos zagueros titulares y sin los dos volantes centrales, el peligro sería total si llegara cualquier equipo antes que Arsenal. Menos mal que viene el ex caballo del comisario de Sarandí, que evidencia una anemia de gol parecida a la de Colón: apenas 23 gritos en 27 partidos.

Colón es un equipo inseguro, mal armado, con demasiados jugadores “grandes” que vivieron lesionados: el “Mago” exiliado, Llama volviendo, Ledesma recién calentando motores y Clemente cruzando los dedos para que no le pase nada.

Me cuesta mucho encontrar méritos de Darío Franco en este proceso, aunque —nobleza obliga— le reconozco una sola cosa: supo hacerle entender a sus jugadores cómo jugar los clásicos. En realidad, fue lo mejor que hizo hasta ahora como DT de Colón. Porque su inseguro equipo jugó bien los dos clásicos y le sobró INTELIGENCIA para estar más que cómodo en los 180 minutos más importantes del año.

Increíblemente, como si fuera un cuento de terror, otra vez se llega al final abierto con el descenso y Colón parece encaprichado en escribir las páginas de atrás del peor de los libros. Faltan 9 puntos y Chicago —que ganó dos partidos seguidos— se le puso a 5. No estaría mal que Franco les haga creer a sus jugadores que Arsenal de Sarandí acá, Godoy Cruz en Mendoza y Gimnasia de La Plata tienen la camiseta roja y blanca a bastones.