Fausto Montero y Matías Ballini revivieron los clásicos con El Litoral y coincidieron en algo...

“No brindamos el espectáculo que todos esperaban”

Los mediocampistas de Unión y Colón reconocieron que lo mejor lo mostró la gente en las tribunas del Brigadier López y del 15 de Abril.

Alberto “Nene” Sánchez

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A dos días de la disputa del segundo 0-0 registrado en el clásico Unión-Colón jugado en el estadio de la avenida, en una amena charla con El Litoral efectuada en uno de los salones del instituto en el cual están cursando el 1er año de la carrera de Director Técnico de Fútbol, Fausto Montero y Matías Ballini revivieron lo sucedido en el cotejo del cual fueron protagonistas. En realidad, durante el diálogo también surgieron imágenes del primer derby, en el barrio Centenario.

La primera connotación a la que arribaron tuvo que ver con las hinchadas: “La gente tenía mucha expectativa, y la verdad es que por ahí no se pudo plasmar en la cancha lo que queríamos. Realmente no brindamos el espectáculo que todos esperaban. El partido no fue muy vistoso que digamos. Pero la fiesta fue muy linda, el clásico es algo que representa a la ciudad”, señaló Montero.

Ballini también opinó algo parecido: “Estos dos fueron mis primeros clásicos, y la verdad es que me sorprendió mucho ver a gente de Colón y de Unión juntos en la ruta cuando veníamos para la cancha. Eso es algo que no se ve, menos en Argentina. Creo que lo mejor de estos dos partidos fue que no hubo violencia. Como siempre se dan a conocer hechos violentos, creo que es bueno que se destaque que esta vez no hubo que lamentar nada, que fueron dos fiestas. Con respecto a lo futbolístico, coincido con ‘Memo’, nadie quiere regalar nada, todos cumplen a rajatabla lo que les pide el técnico, nadie hace nada de más, y mayormente salen partidos trabados, cerrados”.

“Se espera mucho a ver lo que haga el rival, como pasó con Colón, que quiso aprovechar la expulsión de ‘Ema’ (Britez). Y está bien que pase eso, todos queremos aprovechar el error del otro, y pasó el otro día”, agregó el mediocampista tatengue. En tanto el volante sabalero añadió: “No sé cómo están las estadísticas, pero la mayoría de veces se han dado empates. Se ve reflejado en el historial del clásico, está muy parejo y los empates superan la cantidad de triunfos”.

—¿Coinciden entonces en que fueron dos partidos pobres futbolísticamente hablando?

MB: —Es que en los clásicos generalmente no se nota mucho el dominio de uno sobre otro. Se juega con mucha garra, con mucho corazón, y es muy difícil que un equipo logre dominar al otro, en cualquiera de las dos canchas. Por eso se ven partidos muy cerrados.

FM: —Nosotros dos estábamos en la mitad de la cancha, y veíamos que era muy trabado, que la pelota pasaba muy poco por nosotros. Quizás Colón la tuvo un poco más, pero llegaban a tres cuartos de cancha nada más. Nosotros esperábamos una contra o alguna situación para poder presionar y quitar la pelota bien arriba. Pienso que el primer tiempo se corrió y se luchó mucho más que el segundo.

—¿Les sirvió el primer partido para plantear el segundo?

MB: —En el primer partido hubo algunas situaciones de gol más que en el segundo. Tal vez las dimensiones de las canchas tuvo algo que ver. Yo por lo menos sentí que había más espacios en nuestra cancha que en la de Unión, por eso se hace más difícil cubrirlos, y se notan más los errores. En nuestra cancha, en la salida que siempre propone Colón, cometimos algunos errores que pudieron haber terminado en gol para Unión. En la cancha de ellos también hubo algunos, pero al ser la cancha más chica, se disimularon un poco.

FM: —Un poco sí, porque ya te conocés con el rival y al pasar poco tiempo entre los dos partidos, es más fácil acordarte de lo que pasó. Por ejemplo, sabíamos que les molestaba que los presionemos en la salida, y eso tratamos de hacer. Como dijo Matías, eso hizo que tiraran muchos pelotazos a dividir.

—Matías, ¿sentís que no pudieron aprovechar la expulsión de Britez?

—Es que como te decía, en esta clase de partidos das mucho más de lo que te imaginás, y por eso se nos complicó sacar alguna ventaja. Unión se plantó bien, nos obligó a tirar pelotazos y los centrales de ellos son casi impasables de arriba. Madelón prepara equipos muy combativos, que se paran muy bien en el campo de juego, por eso se nos hizo complicado aprovechar el hombre de más.

—¿Cómo influyó en tu trabajo el cambio táctico de Franco?

—Lo que buscó el técnico fue que jugáramos con la pelota por el piso, tratar de que nos asociemos por los laterales, y llegar con la pelota dominada, para ver si los podíamos vulnerar por abajo, teniendo en cuenta la capacidad aérea de los centrales de Unión. En lo personal, me gusta llegar al área rival por sorpresa, pero no pude porque ellos se pararon muy bien defensivamente. Además, yo jugué un poco más adelantado, si hubiese jugado unos metros más atrás, en mi posición habitual, quizás hubiera sorprendido en alguna jugada.

—“Memo”, ¿sintieron mucho la roja de “Ema”?

—Creo que en la cancha de Colón tuvimos más posibilidades de ponernos en ventaja, pero en la revancha nos condicionó mucho la roja a “Ema”, porque debimos hacer algunos cambios para armar defensivamente al equipo, sobre todo por el sector derecho de la defensa. Al quedar Affranchino de cuatro, Colón atacó por ese costado.

—¿Y vos “Memo”?, jugaste en un posición parecida, pero a la izquierda de Mauricio Martínez, aunque ya lo habías hecho antes...

—Si, es verdad, también con “Mauri”. Pero como decía Matías, el mediocampo estaba superpoblado. Se nos hizo muy difícil sacar la pelota limpia, había muy poco traslado de pelota por el medio. Nosotros quizás nos equivocamos en que arrancábamos la jugada por un lado y la terminábamos por el mismo costado, no buscábamos dar la vuelta por el otro lado, que es lo que mejor hacemos y lo que debemos intentar recuperar.

—¿Disfrutaron las clásicos?

MB: —En lo personal, cuando estaba del lado de afuera siempre soñaba y pensaba: ¡Cómo me gustaría jugar este clásico...! Ahora que tuve la posibilidad, estoy seguro de que no me voy a olvidar jamás que lo jugué. El día de mañana voy a decir, con mucho orgullo: ¡Yo jugué el clásico Colón-Unión...!

FM: —Obviamente que lo disfruté. La previa..., el recibimiento que nos dio la gente... Uno siempre sueña con estar ahí adentro y la verdad es que se vive de una manera especial. Tal vez no lo hayamos disfrutado tanto por el tema de los dos resultados, porque uno siempre quiere ganar, pero creo que es imposible no disfrutarlo, porque hay toda una ciudad que lo espera y lo vive desde que arranca cada torneo.

" Pienso que si analizamos los dos partidos desde lo futbolístico, quedamos en deuda, los dos equipos. El primer partido jugamos mejor y estuvimos más cerca de ganar, pero nos falta gol, eso es indiscutible y así se hace difícil”.

Matías Ballini Mediocampista de Colón

¿Qué hubiese pasado si...?

Después de dos empates en cotejos de mediocre para abajo (sobre todo el segundo), la pregunta para ambos mediocampistas era inevitable: ¿Qué hubiese pasado si uno de los dos equipos perdía alguno de los dos partidos? Matías Ballini expresó: “Por la situación en la que nos encontramos, nosotros tuvimos que ir a buscar el triunfo en los dos partidos, no nos quedaba otra. Además, por cómo se fue dando el segundo partido, por la expulsión de Britez, nos quedamos con una sensación amarga. Ahora dependerá hacer valer el punto en el próximo partido contra Arsenal”. Claramente, Fausto Montero relativizó su respuesta en función de la actualidad rojiblanca: “Nosotros queríamos ganar los dos partidos. En el primero, que fue más vibrante que el segundo, no pudimos hacer nuestro juego y con el correr de los minutos nos fuimos conformando; aparte, sabíamos que teníamos la revancha en nuestra casa un par de semanas después. Y en el segundo partido, sufrimos mucho la expulsión de Britez, y eso nos condicionó físicamente, y también lo obligó a Madelón a hacer algunos cambios tácticos para reforzar la defensa. Sabemos que no jugamos bien, pero fueron dos puntos que sumamos”.

Ballini y Montero tienen razón

Superpoblación de mediocampistas

La imagen (tomada desde los tanques de agua detrás de la “Redonda”) es clara: obligado por la presión rival, Benegas se dispone a rechazar el balón, que seguramente terminará en la cabeza de algún defensor de Unión. Cerca del árbitro Herrera, Fausto Montero (8) y Matías Ballini (6) tratan de adivinar dónde caerá la pelota para aprovechar la segunda jugada.

Foto: Manuel Alberto Fabatía

" En situaciones de gol creo que ellos tuvieron algunas con remates de afuera del área, y nosotros generamos algunas con jugadas de pelota parada, pero en general estuvimos muy parejos y por eso los dos empates”.

Fausto Montero Mediocampista de Unión