Ciudades, mujeres

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Marina Serrano.

Foto: Marco Zinger

 

Por Julio Anselmi

“Segunda fundación”, de Marina Serrano. Cabiria. Buenos Aires, 2014

El epicentro es Bulgaria. Y el epicentro de un lugar es siempre una persona. Y la persona que se hace única es la amada, la deseada, la controvertida, la invasora. A menos que sea una misma: “Un paseo por el útero de piedra / siempre debe ser lo que es: un paseo, / nunca una estancia”.

Dividido en tres partes, Segunda fundación recorre dos veces Bulgaria y una vez otros muchos lugares (Moscú, Florencia, Roma, Tesalónica, México, Nueva York, Luján) y el periplo es también el de un recorrido o destino o voz del mundo femenino, que espacia del meticuloso plano del cuerpo erótico a la voz que clama por la Virgen, Madre Santísima.

Esa rara amalgama, en esa selva recorrida por serpientes, por mujeres cansadas de trabajar que fuman hasta la madrugada y por súplicas a Santa María, condice con un estilo libérrimo, donde lo coloquial no impide la apelación críptica o la sentencia escalofriante: “Abrígate, que hoy te visitará la muerte, abrígate -dijo”.

Marina Serrano, autora de Formación Hospitalaria (2006) y La única cosa necesaria (2012) afirma su voz iconoclasta con estas fotos de viajes que estallan en vívidos retratos, en confesiones grabadas a fuego o en situaciones inolvidables.