CON 6.000 ASISTENTES

Otra exitosa Fiesta de las Culturas en Rafaela

En el marco de los festejos por los 134 años de la formación de la ciudad del oeste santafesino, el evento, uno de los más esperados y convocantes, tuvo una asistencia multitudinaria.

Agencia Rafaela

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La propuesta está incluida en la agenda Rafaela Celebra que organiza el municipio y comprende un amplio programa de actividades que se desarrollan durante esta semana y finalizarán el próximo sábado con el acto oficial frente al monumento a Guillermo Lehmann, el “formador” de la ciudad.

Al no contarse con una fecha precisa de la creación de la ciudad se tomó como referencia para la recordación al 24 de octubre haciéndola coincidir con la festividad católica de San Rafael Arcángel, que fue adoptado como patrono de Rafaela.

La Fiesta de las Culturas tuvo lugar en la noche del pasado sábado en la plaza central (frente al Palacio Municipal) y la concurrencia estimada superó las 6.000 personas, muchas de ellas de localidades vecinas en función de la repercusión que logra el evento tras cada edición.

Como es tradicional, el principal atractivo de la Fiesta fueron los numerosos puestos de comidas típicas a cargo de las colectividades y entidades que representan a las diversas culturas que conforman la identidad de la región.

Las colectividades Criolla, Alemana, Española, Francesa, Judía, Suiza e Italiana (representada a su vez por las agrupaciones Lombarda, Trentina y Piamontesa), como así también la comunidad de Pueblos Originarios y una de las más recientes representaciones, la comunidad Boliviana, ofrecieron a la venta, a precios accesibles, diversas exquisiteces típicas, como tallarines con bagna cauda, knishes, cazuela de calamares, empanadas criollas, tortas de distinta regiones como la crostatta lombarda, asado, croissant, chucrut y pretzels, entre tantas otras.

A la interesante oferta de actividades, se sumó una gran variedad de espectáculos para toda la familia, destacándose las de danzas y música representativas de diversas culturas. Y sobre el escenario desfilaron: la Caravana de Acordeones de la Familia Trentina, los cuerpos de baile piamontés, suizo y boliviano, la escuela de danzas árabes Kamar, el grupo de danzas criollas El Embrujo y la Salamanca. Asimismo, deleitó a la concurrencia la Orquesta Municipal de Tango acompañada por la voz de Julio Cepeda y bailarines especialmente invitados, y las agrupaciones de Marcelo Domenichini, Azúcar Negra y Clave Folk.

Paralelamente, la feria de artesanías Arte y Diseño dispuso de 40 stands repletos de productos de los más diversos rubros y técnicas en los que se pudo apreciar el trabajo creativo rafaelino.

Formación de Rafaela

En la segunda mitad del siglo XIX, la colonización privada alcanzó al departamento. En el año 1881, la empresa de Guillermo Lehmann puso a la venta los terrenos de una colonia llamada Rafaela o “La Rafaela”. Muchos de los inmigrantes que poseían tierras, o que arrendaban tierras en otras colonias, fueron los primeros que compraron. En tanto, algunas familias que se encontraban asentadas en la zona desde algunos años antes, lograron formalizar la adquisición con Lehmann.

Los primeros habitantes no fueron los dueños de la tierra, sino arrendatarios que buscaban una oportunidad para crecer económicamente. La mayoría de los habitantes era de origen italiano, particularmente, piemonteses pero también llegaron suizo-alemanes, españoles y argentinos provenientes de provincias vecinas.

El crecimiento de Rafaela fue similar al de las colonias vecinas en sus primeros años, pero a partir de 1890, la ciudad se diferenció del resto.

Por un lado, Rafaela se transformó en un nudo ferroviario: pasó por aquí una línea férrea proveniente de Santa Fe (1886), otra que venía de Córdoba y una de Rosario (1887) y un emprendimiento local que unió Rafaela con las colonias del Oeste, conocido como Tramway o Tranvía a Vapor (1890).

Por otro lado, el gobierno de la provincia estableció en Rafaela la Jefatura Política del departamento Castellanos, otorgando un mayor dinamismo administrativo en comparación con los pueblos vecinos.

Además, la generación de instituciones que abarcaban ámbitos culturales, asociativos, comerciales, productivos, sindicales, educativos, financieros y deportivos llevaron adelante cambios sustanciales en la vida social. En este proceso, no se puede dejar de mencionar la importancia que tuvo la masonería local.

Todos estos factores se conjugaron para que Rafaela adquiera la impronta que terminó convirtiéndola en una ciudad pujante y de progreso sostenido.