Christopher Bailey, el diseñador inglés que cotiza en alza

Christopher Bailey, el diseñador inglés que cotiza en alza

Cara Delevingne y Kate Moss by Burberry.

Burberry, la casa ícono de los inconfundibles impermeables de gabardina y estilo preppy, transita su momento de esplendor de la mano de Christopher Bailey. CEO desde 2013 y Director Artístico desde el año 2000, el diseñador inglés aumentó las ganancias de la empresa un 4,3%, un beneficio que alcanzó los 336,3 millones de libras (521,1 millones de dólares). Aquí, un reporte de su inspirador trabajo.

 

TEXTOS. GEORGINA LACUBE.

El nuevo niño mimado de la moda se llama Christopher Bailey. Este inglés de 44 años, si bien no posee un extenso recorrido por casas de moda, puede decirse que está dejando una huella indeleble en el mundo fashion. No por nada su sueldo actual en los puestos que maneja en Burberry es de 1.1 millones de libras (sumado a bonos anuales, más sus acciones en la compañía, más acuerdos relacionados con el rendimiento de la firma, etc.). Todo esto lo lleva a ser más que solamente un diseñador: también es un empresario de la moda.

Tras los pasos de Angela Ahrendts, quien fuera CEO y dejará su puesto para continuar su carrera en Apple, Christopher Bailey la reemplazó, a la vez que mantuvo su puesto de director artístico de la emblemática casa. Un sello que lo distingue de otros pares como Jeremy Scott, Marc Jacobs o Alexander Wang, por nombrar solo algunos, quienes se dedican más a diseñar que a administrar empresas.

Con musas como Cara Delevigne, Kate Moss, Naomi Campbell, Sarah Jessica Parker, Emma Watson y Joan Smalls, Bailey ha logrado llegar a un público más joven (conservando su clientela de siempre) a fuerza de originales prendas, creatividad, packaging, imagen corporativa y publicidad. Si bien como diseñador se llevó cinco veces la estatuilla al mejor en los British Fashion Awards (2005, 2007, 2008, 2009 y 2013), asumir la dirección creativa de todos los productos de Burberry lo redireccionó y coronó como un verdadero empresario de la moda. Según sus propias palabras, “cuando llegué a la firma no lo hice con la intención de cambiarla radicalmente, sino al contrario: analicé su ADN y respeté elementos tan representativos como el trench o las bufandas para que sus clientes no dejaran de reconocerla. Al mismo tiempo hay que tener en cuenta que Inglaterra posee una cultura popular arraigada, joven y poderosa, basada en la música, la moda y el cine. La combinación de ambas culturas es la clave del espíritu que Burberry transmite”. Y esto es lo que el modisto londinense pudo entender y llevar adelante: la magistral combinación de la tradición y el clasicismo de la marca con la dosis adecuada de modernidad que caracteriza sus colecciones.

Claro que ya venía de trabajar -primero- para Donna Karam, quien lo descubrió a los veinte años cuando Christopher cursaba en el Royal College of Art, y se lo llevó a trabajar a Nueva York, y luego para el departamento creativo de Gucci, donde se dice que trabajó codo a codo con el mismísimo Tom Ford durante los años 1996-2001. Es allí donde pudo asentar los conocimientos que aprendió durante su Máster de Moda antes de que Rose Marie Bravo, la propietaria de Burberry, le ofreciera la oportunidad de incorporarse a la firma en la primavera de 2001, reemplazando a Roberto Menichetti.

Bailey, que hasta ese momento sólo había diseñado colecciones para mujer, tomó la rienda de todas las líneas de Burberry, incluyendo diseños tanto para mujeres como para hombres. Uno de sus grandes lanzamientos fue la línea Burberry Prorsum, pensada para gente más joven y moderna, desenfadada y glamorosa, abriendo un nuevo target para la empresa y pasando a ser una imprescindible de las revistas de moda.

Pero como ya se ha dicho, no todo es moda en la cabeza del genio británico. Nativo digital por excelencia, Bailey ha logrado combinar al máximo la moda de lujo con las nuevas tecnologías. Por eso el British Fashion Council le otorgó en 2010 un premio a la innovación digital por su labor desarrollada en Burberry en el ámbito de lo virtual y de las redes sociales. “No veo consumidores, sino gente que interactúa con nosotros. Las marcas cada vez son más multidimensionales. Además de comprar un producto, importa el cómo. Y hemos descubierto que cuanto más entretenemos, más se acerca nuestra marca a la gente.”, aseguró el inglés, quien fue pionero en las retransmisiones en livestreaming de sus desfiles a través de webs de todo el mundo (una de ellas en 3D y otra a través de las pantallas de Picadilly Circus), el primero en llevar a una firma de moda a tener tres millones de seguidores en Facebook y el primero también en tener su propio canal de streaming en Apple Music, el cual incluye desde la música que se escucha en los locales de la marca a una selección de nuevos talentos emergentes de la música británica, pasando por una lista con los gustos personales del propio Bailey.

EL TRENCH

No se puede hablar de Burberry sin nombrar su famoso trench. Emblema de los tiempos, esta prenda creada en 1879 por Thomas Burberry es el caballito de batalla de la firma británica. Suficientes años para que la hayan usado desde el ejército británico hasta Humphrey Bogart y Kate Moss.

Repasando un poco su historia, los primeros trenchs fueron diseñados especialmente para los oficiales del ejército británico, confeccionados en gabardina, un material muy resistente, impermeable, cómodo y ligero. Con el tiempo, el trench pasó a ser todo un ícono del gentleman inglés y su llegada al colectivo imaginario fue de la mano de la emblemática última escena de Casablanca, donde Humphrey Bogart lo luce mientras se despide de Ingrid Bergman en el aeropuerto y le dice la mítica frase “siempre tendremos París”.

El cine también dejó inmortalizada a esta prenda en 1951, cuando Audrey Hepburn y George Peppard se protegen de la lluvia en la secuencia final de Desayuno en Tiffany’s. En los sesenta, el icónico impermeable fue reeditado bajo los mandatos de la estética retrofuturista y naif tan propia de la época; y en los setentas fue el mismísimo Andy Warhol quien lo aprobó y utilizó en varias ocasiones, como en el estreno de Cabaret en el Ziegfeld Theatre el 13 de febrero de 1973.

Un trench de Burberry siempre tendrá sus detalles característicos: hombreras, las hebillas en forma de “D” de los cinturones y su clásico tartan a modo de forro interior. Convertida en todo un clásico atemporal, en la versión de Christopher Bailey, este abrigo puede llevar maxibotones, cinturones en el pecho, plisados, colores estridentes y bolsillos XXL. Con la llegada del diseñador, se reinterpretó su diseño pero sin perder nada de su estilo original, escandalosa y encantadoramente británico. Un motivo más que ha llevado a la reina Isabel II a nombrar a Bailey Miembro de la Orden del Imperio Británico por su contribución a la industria de la moda de dicho país.

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Burberry Trench.

BURBERRY 2015/2016

La actualidad de Burberry nos traslada a su colección primavera-verano 2016, bajo su línea Burberry Prorsum. Celebrado en los jardines de Kensington, el gran protagonista fue el encaje, combinado con sexies transparencias. Ganaron lugar los vestidos de tejido troquelado, tul, estampado y finas gasas de flores en blanco y negro. Además, no faltaron vestidos de guipur en color negro y colores más suaves como el amarillo pastel, maxi vestidos en color crudo y estampados con detalle de cuellos babero, monos blancos de pantalón palazzo, mini vestidos estampados de inspiración bohemia y los ya clásicos trench y bikers de cuero negro de look más rockero. Verdaderos objetos de deseo.

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Christopher Bailey.