El testimonio de Ana, víctima de violencia familiar

“Aprendí a caminar mirando para adelante”

  • Estuvo alojada en una casa de amparo y hoy puede contar su historia. En el Día Internacional Contra la Violencia de Género el reclamo #NiUnaMenos vuelve a la Plaza 25 de Mayo.
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El trabajo hasta acá. En sus tres primeros meses de existencia —fue inaugurada el Día Internacional de la Mujer—, la primera casa de amparo provincial alojó a 9 mujeres víctimas de violencia, junto a sus hijos: un total de 33 personas.

Foto: Archivo / Pablo Aguirre

 

Salomé Crespo

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A garrotazos su pareja la doblegó. Tanto, que olvidó cómo era caminar con la cabeza erguida y la mirada hacia adelante. Hoy Ana (nombre de fantasía) es otra mujer. Renació y así lo cuenta.

Tras pasar varios meses en una de las casas de amparo de la red provincial, consiguió un trabajo y dejó atrás los días de hostigamiento en los que llegó a dormir encadenada a la cama.

El caso de Ana, es uno de los tantos que ya pasaron por el refugio para mujeres de la ciudad de Santa Fe, que depende del Ministerio de Desarrollo Social. En tanto, la directora de Políticas de Género, Mercedes Martorell, le dijo a El Litoral que actualmente, dicha casa aloja a siete mujeres y 15 niños. En la provincia son 13 en total los lugares para recibir a las víctimas de violencia y sus hijos, entre los creados para tal fin y aquellos que se acordaron mediante convenios con instituciones.

La estadía en los refugios depende de cada caso, que en su mayoría de derivada por parte de los equipos de Género, cuyos profesionales realizan una primera evaluación del riesgo que corren y, si lo consideran necesario, piden lugar en las casas. La de Santa Fe dispone de 24 plazas y, generalmente, están siempre ocupadas.

Hace tres semanas que Ana disfruta de su nueva vida, de redescubrirse como es, sin ese hombre que la arrastró al infierno. “Aprendí a caminar mirando para adelante, yo antes miraba siempre para abajo porque no me dejaba levantar la cabeza”, le dijo a este medio con voz firme. Es que es otra, otra mujer.

“Estoy muy feliz. En la casa también aprendí a hablar, a desenvolverme, a desahogarme, porque llegué ahí sin saber. Siempre me dijeron que podía y pude”, dijo Ana en un alto de su nuevo trabajo. Sus hijos también volvieron a la escuela. “Estoy haciendo todo para que se sientan bien, ellos saben todo lo que pasó y hoy me dicen que eso no se hace, son muy inteligentes. Quería darles una vida a ellos, por eso sigo para adelante”, afirmó.

La coordinadora de la casa de amparo de la ciudad, Lucía Gras, indicó que en general las mujeres que llegan al refugio tienen entre 18 y 25 años. “Realizamos un tratamiento integral porque están con baja autoestima, desconocen sus derechos, naturalizan la violencia. Si bien hay algunas que vuelven con los violentos, hay muchas otras como Ana, que logran una nueva vida, con cambios que se evidencian hasta en lo físico”, señaló.

Para Gras resulta fundamental que la problemática de la violencia de género sea visibilizada. “Desde que se habla del tema, la demanda de atención es mayor”, aseguró.

Transformar la cabeza

Para Martorell es fundamental el cambio en la mirada y celeridad de parte de los encargados de impatir justicia, para lograr una verdadera protección de las víctimas y sus hijos.

—¿Cómo calificaría la problemática a nivel provincial?

—La situación de violencia de género contra la mujer es alarmante en el mundo y Santa Fe no escapa a esa realidad. Para nosotros una mujer víctima ya es mucho y por eso trabajamos para atender esa realidad. No tenemos más casos que otros lugares, lo que tenemos es un buen servicio. Eso nos permite tener una guardia permanente y, ante la emergencia, las mujeres tienen un lugar adonde ir. Contamos con presupuesto para apoyar la nueva vida de las mujeres que superan la violencia, pagándoles un alquiler o ampliando una casa en donde se pueden quedar.

Destinamos 22 millones de pesos para que los municipios y comunas conformen los equipos de atención de casos de violencia de género. Trabajamos con el 911 para que se le dé prioridad cuando se detectan casos de violencia de género, con la Policía Comunitaria para que tomen la denuncia y acompañen a Fiscalía.

—Uno de los reclamos del Ni una Menos tiene que ver con la efectiva aplicación de la Ley Nº 26.485 de protección integral a la mujeres. ¿Por qué cree que no se cumple?

— Creo que falta comprender que la violencia de genero es un delito y amerita una sanción particular. No puede ser que cada vez que una mujer hace una denuncia pase tanto tiempo para que se aplique una sanción al violento. Por eso, estamos teniendo reuniones y armando protocolos con fiscales regionales para sensibilizar, que tomen la ley provincial y los tratados internacionales firmados sobre el tema. Hay que transformar la cabeza de quienes ejercen la justicia, que comprendan lo que es la violencia, que no es sólo un golpe sino un daño subjetivo en la familia.

Esta tarde en la plaza, desde las 18

Distintas organizaciones sociales y agrupaciones feministas volverán con la consigna “Ni una menos”, esta tarde a la Plaza 25 de Mayo. Será a partir de las 18. La convocatoria se dio a nivel nacional como en junio para reclamar la implementación urgente de políticas públicas contra la violencia de género. En el país, se registra el asesinato de una mujer cada 30 horas según el observatorio de femicidios, Adriana Marisel Zambrabo, que depende de la ONG “La Casa del Encuentro”.

Participarán el Movimiento Popular La Dignidad; Foro Santa Fe Contra la Trata; Agrupación Raquel Negro; Espacio de Género PC - FJC; Colectivo Feminista MalaJuntas; Radio Tomada; Madreselva Izquierda Independiente; Plenario de las Trabajadoras y La Marcha de las Putas, entre otras organizaciones. En Buenos Aires, la movilización fue convocada a las 17 en el Congreso de la Nación y se replicará en diferentes ciudades.

Este nuevo #NiUnaMenos se da en el marco del Día Internacional Contra la Violencia de Género, y busca generar conciencia para evitar nuevas víctimas y femicidios.

“Vamos a reiterar el reclamo con más fuerza. No se avanzó en políticas públicas concretas. Es preocupante que no se declare la emergencia nacional que activaría todo lo que tiene que ver con las leyes vigentes en materia de violencia pero que no disponen de presupuesto. Evidentemente, las mujeres no somos prioridad”, consideró Claudia Albornoz del Foro Santa Fe Contra la Trata.

En tanto, la referente del Movimiento La Dignidad, Alejandra López, reclamó por la implementación de equipos interdisciplinarios de acompañamiento, a la mujer y sus hijos. “Lo que genera la violencia es el aislamiento completo del círculo de la mujer, de los amigos, la familia. Entonces cuando quiere salir, está sola”, precisó López.