Crisis lechera

Las penas y las vaquitas

  • La coyuntura local e internacional derrumbaron la renta de productores e industrias, que comenzarán 2016 intentando ponerse de acuerdo y apoyados en el nuevo gobierno nacional. El Ministerio de Agroindustria impulsa un Acuerdo Marco que permita la supervivencia de los actores hasta que el mercado comience a normalizarse.
Las penas y  las vaquitas
 
 

Campolitoral

[email protected]

Primero fue Ricardo Buryaile como flamante Ministro de Agroindustria quien señaló a la lechería como una de las prioridades del agro para el nuevo gobierno nacional. Luego le tocó al designado Subsecretario de Lechería de la Nación, Alejandro Sammartino, comenzar a tejer relaciones para diseñar un plan de supervivencia de tamberos e industrias hasta que una normalización los sobreofertados mercados local e internacional comiencen a mostrar mejores precios para la producción. Así, dos semanas atrás, comenzó a gestarse un Acuerdo Marco que estuvo a punto de firmarse antes de fin de año y debió postergarse por una objeción de las industrias. Zanjada es diferencia, ahora se espera que en los primeros días de 2016 el documento se transforme en acción para “pasar el verano” y comenzar con la recuperación del sector.

Al respecto, Sammartino había anticipado el importante aumento de precios que los tamberos están sufriendo en sus insumos, “de casi 100%”, como el caso del maíz que saltó de $900 a casi $1,800 la tonelada, mientras el valor de la materia prima “se mantuvo”. De lo que se trata con el acuerdo, dijo, es “paliar la situación actual, restableciendo algún tipo de equilibrio para llegar -en marzo o abril- a buen puerto”.

Según sus cálculos, podrían pasar “tres o cuatro meses” hasta que se estabilice el sector, por lo que “es necesario algún tipo de puente para el productor, para que alcance alguna rentabilidad y pueda llegar a la otra orilla del río”. Afirmó que “la orilla está” porque “el mercado va a reestablecer el equilibrio, pero lo importante es que no sea a costa de tambos que cierren”.

También consideró insólitas las diferencias de precio que reciben los tamberos, por ejemplo según las provincias donde se encuentren. “En Buenos Aires se está pagando mucho mejor que en Córdoba y Santa Fe”, afirmó. La disparidad es tal, que algunos productores cobran menos $2,20 y un vecino recibe $3 por litro.

La razón de tanta “heterogeneidad”, el funcionario la encontró en las distintas realidades que hay entre las industrias, pero sobre todo por el efecto “puerta doce” que generó el gobierno nacional en enero con el cierre de las exportaciones, generó una acumulación de stock, endeudamiento de la industria y baja de precio al productor. “Fue el desastre insólito”, sentenció Sammartino.

Casi se firma

Con el antecedente del caos que se generó tras los últimos bloqueos a las industrias lácteas cuando las autoridades de entonces sentaron a todas las partes a dialogar al mismo tiempo, la estrategia de Sammartino apenas asumió fue reunirse de manera individual con cada eslabón de la cadena. Así desfilaron por su despacho las entidades de productores, las fábricas agrupadas en el Centro de la Industria Lechera (CIL) y las máximas autoridades agropecuarias de las cuatro provincias lecheras: Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos.

De esos encuentros surgió la idea de un plan que consiste en: una mejora del precio al productor a partir de enero por parte de las industrias; un subsidio como complemento desde el Estado nacional; y facilidades financieras para que el sector primario y el industrial enfrenten el futuro inmediato, los tamberos sembrar pasturas y verdeos de invierno y las usinas colocar los excedentes en el exterior para descomprimir el mercado interno.

El Secretario de Lechería de Santa Fe, Pedro Morini, quien acompañó al Ministro de la Producción Luis Contigiani a Buenos Aires, explicó que el objetivo es salir de la coyuntura y “superar los próximos 90 días” y llegar al otoño sin perder productores. “La idea es lograr que el productor pueda cobrar 3 pesos”, indicó, como para “salvar el costo, en lugar de perder un peso por litro como le pasa a muchos productores”.

El borrador del Acuerdo Marco establece, en su cláusula primera, que el Estado Nacional dispondrá de una “compensación” de $0.40, a todos los tamberos del país (por número de CUIT), por los primeros 3.000 litros entregados durante los meses de octubre, noviembre y diciembre. El desembolso se haría directamente al CBU de cada uno.

La cláusula segunda indica que las cámaras industriales (CIL y Junta Intercooperativa de Productores Lecheros) “se comprometen” a que sus miembros paguen por la leche de diciembre “como mínimo” el valor abonado en noviembre. Mientras que la tercera cláusula suma otro compromiso al sector industrial: aumentar el precio de la leche cruda en enero de modo tal que “este valor no podrá ser inferior a $2.60 por litro de leche”.

El Estado Nacional, por su parte, se compromete a: favorecer la exportación (eliminar ROEL), financiar a las usinas las ventas al exterior, la compra de capital de trabajo y la amortización de los costos que les implica el sobtrestock de productos. Y, con los gobiernos provinciales, subsidiar tasa de interés en préstamos para que los tamberos encaren implantación de verdeos, confección de reservas y retención de vientres.

Las penas y  las vaquitas

Todos de acuerdo. Buryaile y Sammartino recibieron a los ministros agropecuarios de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos, quienes compartieron el mismo diagnóstico sobre el sector. Foto: Minagri

Recalculando

El objetivo que se planteó Sammartino fue firmar el acuerdo antes de fin de año. Pero a última hora las industrias advirtieron que la pretensión de establecer un precio mínimo para la materia prima era inaceptable, lo que obligó una renegociación que se produjo el martes 29 por la tarde.

“Si yo tengo que mandar una empresa al sacrificio no lo firmo”, había advertido ese mismo día el presidente del CIL, Miguel Paulón, a Campolitoral. El ejecutivo afirmó que las industrias estabas siendo ninguneadas en el tratamiento mediático del problema, ya que todos se concentraban en el productor y el valor de la materia prima, mientras el sector industrial también venía sufriendo la crisis. Con los mercados interior y exterior “muy deteriorados”, dijo que las usinas fueron “las que pagaron las mayores consecuencias”, lo que las llevó a incrementar 120% el nivel de endeudamiento. Situación que se agravó con la suba de tasas que dispuso el nuevo gobierno nacional para desincentivar la compra de dólares. “Estamos hechos mierda”, bramó. Y remarcó que pedirían al gobierno facilidades para hacer frente los compromisos crediticios, como una reprogramación de deuda.

Con un precio mínimo para la materia prima, Paulón afirmó que “algunas empresas podrían cumplir pero otras no”. Y afirmó que estaban dispuestas a mejorar el precio un 15% para enero; y luego “ir viendo” los meses subsiguientes.

“Nosotros no queremos que aparezca ningún valor absoluto; proponemos un incremento en torno a un 15%, pero siempre teniendo en cuenta el precio promedio ponderado que pueden pagar las empresas; porque siempre tenés que compensar a los que mejor leche entregan”, había dijo el directivo.

Tras una negociación ese mismo día, en la que se habría eliminado el concepto de precio mínimo del texto, Paulón reveló que entonces sí las industrias suscribirían. “En estas nuevas condiciones firmamos”, afirmó, y estimó que la rúbrica podría darse la semana entrante, según la agenda de las autoridades políticas nacionales. El compromiso sería “un inicio de la recuperación del precio a partir de enero” y luego “ver cada mes, porque hay que controlar la evolución, porque como está el mercado es una lotería cómo puede salir esto”. Lo que puso en duda, fue el valor de la materia prima de diciembre: “cada uno va a hacer lo que mejor pueda, en general tratando de no bajar”.

Mala señal desde Europa para las cotizaciones

  • El último informe trimestral de la lechería de Rabobank destacó esta semana que el fuerte incremento en las producción de la Unión Europea retrasará la recuperación mundial de los precios de productos lácteos. El informe dice que hasta el momento sólo se desarrolló la “fase de recuperación”, pero la trayectoria parece ser más débil de lo previsto inicialmente.
4-5_RELACIONADAMALASEÑAL_FONTERRA1.jpg
 

El analista Michael Harvey dijo que esta primera fase es “un paso más hacia un reequilibrio gradual”, y que gran parte de los fundamentos del mercado para una mejora de los precios sigue dependiendo de una desaceleración en el crecimiento de la oferta de la UE, fenómeno que no se espera hasta la segunda mitad del próximo año.

“La producción de leche europea sigue avanzando con fuerza después de la eliminación de las cuotas de hace siete meses, con un incremento en las entregas de materia prima durante ese período de hasta un 2,8%, un aumento de más de dos mil millones de litros”, indicó. Esto sería el resultado de una inversión mayor a la prevista en vacas e infraestructura.

Asimismo, Harvey indicó que “los precios de la leche de la UE también han mantenido mejor de lo esperado, ayudado en parte por la reciente depreciación del euro, con precios que quedan por encima de los costos operativos y, por lo tanto, no actuar como un importante factor disuasorio a la producción”. El pronóstico actual de Rabobank indica un aumento del 28% del precio FOB Oceanía para la leche entera en polvo hacia el mes de diciembre de 2016, cuando alcanzaría unos u$s3.200 por tonelada.

Fuerte devaluación de la leche

4-5_RELACIONADAFUERTEDEVALUACIÓN_MAIZ PISINGALLO.jpg

Con el fin de las retenciones y la devaluación del peso (especie de subsidios forzosos indirectos desde el sector agrícola) quedó al descubierto el pobrísimo poder de compra de la leche para adquirir maíz.

Según el último relevamiento del Ministerio de la Producción, el precio promedio ponderado de la leche cobrado por tamberos de Santa Fe fue en noviembre pasado de 2,59 $/litro versus 3,08 $/litro en el mismo mes de 2014. Con ese valor, en noviembre de este año con el equivalente de un litro de leche cruda se pudieron comprar, en promedio, 2,01 kilos de maíz puesto en Rosario versus 3,08 kilos en el mismo mes del año pasado.

La caída nominal del precio pagado por la leche pudo ser soportada por la mayor parte de los tamberos excepto los que quedaron en el camino gracias al planchadísimo precio interno del maíz, generado por el cóctel integrado por retenciones y retraso cambiario.

Ese subsidio maicero, que se extendió desde julio de 2014 a septiembre a 2015, comenzó a desinflarse en octubre y noviembre para desaparecer definitivamente a partir del mes de diciembre de 2015, mes en el cual -de mantenerse el promedio liquidado en noviembre-, tendría una relación leche/maíz de apenas 1,56 kilos. Esa misma cuenta para enero, con un valor del maíz estimado en 1800 $/tonelada, resultaría en 1,43 kilos, según el análisis del sitio web valorsoja.com.

“La única posibilidad de revertir ese panorama en la actual coyuntura es que el sector lácteo exportador, cuando el valor FOB de la leche se recupere, comience a subir los precios pagados a tamberos para captar nuevos remitentes. Pero nadie sabe cuándo se entonará el mercado internacional”, advierte el reporte.

 

Una mujer federada al frente del Cluster Lechero

4-5_DATOUNAMUJERFEDERADA_PARA_COMPRAR_UN_LITRO_DE_GAS_OIL_NECESITAMOS_VENDER_CUATRO_DE_LECHE_2.jpg
  • El día 28 de diciembre se realizó la distribución de cargos del Consejo de Gobierno del Clúster Lechero Regional. En el encuentro, la directora de FAA Ester Faggiano fue elegida presidenta por el período 2016 2017.

La reunión fue realizada en la Cooperativa Tambera Unión Villa Ana, ubicada en Villa Trinidad, departamento San Cristóbal. “Empezamos una etapa interesante, en la que el clúster ha incorporado más cooperativas y productores lecheros en el Consejo de Gobierno, para que más voces estén representadas. Son días difíciles para la lechería y vamos a trabajar para que esta situación tan grave comience a revertirse”, señaló Faggiano, quien es socia fundadora del clúster, donde cumple funciones desde hace ocho años.

El clúster nuclea a todos los municipios y comunas del Departamento San Cristóbal y además a la cuenca lechera del Departamento Rivadavia de Santiago del Estero. También a las asociaciones para el desarrollo, las cooperativas tamberas y las PYMES lácteas de la zona.