una amenaza, bajo la lupa

Las enfermedades que contagian los mosquitos

 

Por Nora Glatstein (*)

Los vectores juegan un papel esencial en la transmisión de muchas enfermedades infecciosas a nivel mundial, por lo que en las áreas donde están y abundan determinados insectos hay mayores posibilidades de enfermar. Los mosquitos son los intermediarios de mayor importancia médica y veterinaria porque causan molestias y transmiten agentes productores de enfermedades a gran número de aves y mamíferos, incluso a los seres humanos.

Depositan sus huevos en aguas. Los huevos dan lugar a larvas de vida estrictamente acuática. Pasado un cierto tiempo, se transforman en pupa, que no se alimenta, finalmente, evolucionará en mosquitos adultos. Los machos adultos son normalmente fitófagos (se alimentan de plantas), mientras que las hembras van a requerir picar animales (el alto contenido proteico de la sangre estimula la producción de los huevos) para poder reanudar el ciclo biológico.

Tipos de mosquitos

¿De qué variedades hablamos? Del mosquito Culex spp., de tamaño variable, de unos 9 milímetros de envergadura. Se cría tanto en recipientes artificiales, como en lagos, pantanos, etc., siempre en zonas de menor movimiento de aguas y preferentemente sombreadas. Se desarrolla en zanjas de los barrios y se adapta a la vida intradomiciliaria. Su ciclo de vida es de tres meses. Se encuentra asociado con mayor frecuencia al hábitat humano tanto urbano como rural. Tiene preferentemente hábitos nocturnos y es vector de importantes enfermedades, como el virus del Nilo Occidental, filariasis, encefalitis virales (japonesa, equina venezolana y San Luis).

Asimismo, del mosquito Aedes spp, que tiene 6,5 milímetros de envergadura alar, tamaño medio a grande. La mayoría presenta abdomen en punta y ojos bien separados; generalmente tiene marcas distintivas formadas por grupos de escamas claras y oscuras. A menudo el aspecto genérico es de color negro con marcas plateadas (por ejemplo, Aedes Aegypti). Es un mosquito que vive preferentemente cerca de los asentamientos humanos y ha desarrollado hábitos domésticos. Ciertas condiciones domiciliarias hacen posible su ciclo vital, proporcionándole un hábitat adecuado, con receptáculos con agua limpia. La hembra pone sus huevos en pequeños depósitos de agua en casas y jardines, en recipientes de colores oscuros con cuellos y boca ancha, especialmente cuando se encuentran a la sombra; por ejemplo, macetas, latas, botellas, llantas abandonadas, floreros, etc. Los expertos aseguran que su radio de influencia es muy pequeño, manteniéndose muy cerca de su lugar de nacimiento. Por ello se dice que cada familia “cría sus propios mosquitos”. Las primeras horas del día y el atardecer son los momentos más comunes en los que ataca, aunque lo puede hacer durante la noche en presencia de luz artificial. Su escondite preferido son los lugares oscuros. Es transmisor de los virus del dengue, fiebre amarilla, chikunguña y zika.

Medidas de protección

Es importante estar bien informados. La exposición a las picaduras de mosquitos se pueden evitar si adoptamos conductas saludables.

En el caso de las acciones que se requieren para la prevención de las enfermedades transmitidas por el mosquito, es fundamental la planificación entre todos los actores sociales: municipios, personal de salud, educación, autoridades, escuelas, ONGs, medios de comunicación y voluntarios espontáneos, entre otros, donde cada uno haga su aporte para el bienestar general. Es necesario un compromiso real de todos ellos, en todo momento y a lo largo del año para trabajar de manera coordinada y organizada.

Para evitar el desarrollo de Culex, a nivel comunitario, se deben eliminar las cunetas, canaletas y aguas estancadas. Se debe desmalezar y mantener el lugar limpio. Para evitar el Aedes, la mejor estrategia es la de tener los patios limpios, sin recipientes con agua; y para eso, vaciarlos, darlos vuelta, tapar los tanques de agua. Hay que hacerles agujeros de drenaje a las macetas y colocarles arena o piedra. Las plantas cuyas hojas verdes formen depósitos de agua, deben situarse bajo techo y regarse sobre la tierra. Mantener ordenados y sin basura los lugares de la casa.

Es necesario usar ropa apropiada, utilizando camisas de manga larga, pantalones largos y sombreros, si vamos a estar expuestos a los vectores.

En las aberturas es recomendable colocar telas mosquiteras o algún elemento que impida el ingreso de los mosquitos.

Para los mosquitos adultos, dentro del domicilio se pueden usar insecticidas. Existe una creciente variedad de productos para ser utilizados como insecticidas en espacios cerrados (espirales, dispositivos eléctricos).

Los repelentes son compuestos químicos que, aplicados sobre la piel, interfieren los receptores químicos de los insectos e impiden que éstos se fijen en la piel para realizar la picadura. Estos productos sólo actúan cuando el artrópodo se encuentra a poca distancia de su objetivo, es decir, a poca distancia de la piel.

(*) Médica, especialista en Epidemiología, Magister y docente de la Universidad Católica de Santa Fe.