Informe de Transparencia Internacional

Argentina y Brasil con “potencial” para poder combatir la corrupción

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El caso Petrobras, uno de los más sonoros hechos de corrupción que estalló en Brasil con extensas ramificaciones políticas. Foto: Archivo El Litoral

 

Almudena de Cabo

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dpa

Argentina y Brasil son dos países con “potencial” para combatir la corrupción, señaló hoy la organización Transparencia Internacional (TI) con motivo de la presentación del nuevo Índice de Percepción de la Corrupción 2015.

Alejandro Salas, director para las Américas de TI, señaló a Argentina como uno de los países que puede mejorar en un futuro. “Aunque es muy temprano todavía, hay una sensación muy positiva tras las elecciones, con el final de la era Kirchner”, comentó a dpa sobre el país latinoamericano que ocupa la posición 107 de la tabla con 32 puntos, dos menos que en 2014.

En su opinión, el presidente Mauricio Macri -que relevó en el cargo a Cristina Fernández de Kirchner en diciembre- ha hablado por lo menos del tema de la corrupción en tono serio y lo ha puesto en el centro de su agenda.

“Todavía es muy temprano para saber si va a cumplir o no, pero yo creo que hay esperanza, que hay una buena base para empezar. Habrá que ver cómo de serio es el esfuerzo para combatir la corrupción”, apuntó.

El caso Brasil

Junto a Argentina, Salas señaló a Brasil como un país con potencial, a pesar de ser el que más posiciones ha descendido en el índice al empeorar cinco puntos y bajar siete posiciones hasta situarse con 38 puntos en la posición 76 del ránking, que evalúa 168 países en base a opiniones de expertos sobre la corrupción en el sector público.

“Brasil y Guatemala fueron los países que tuvieron la caída más grande en la región, incluso a nivel mundial”, destacó Salas. “Son dos países en los que en 2015 se han descubierto unas redes de corrupción que estaban incrustadas en las estructuras de poder del Estado”, declaró recordando el caso de Petrobras o el del ex presidente de Guatemala Otto Pérez Molina.

Aunque la corrupción no es algo nuevo, en su opinión, lo que es “muy interesante” es que en ambos países hay algunas instituciones, sobre todo, las de justicia, que han funcionado.

“Algunos jueces, algunos fiscales, parte de la policía federal brasileña son los que han logrado destapar todos estos escándalos y que están castigando a los corruptos. Y en Guatemala pasa algo parecido. Hay una comisión internacional de las Naciones Unidas, pero también la fiscalía local ha estado trabajando en eso”, señaló.

Asimismo, destacó la importancia de la voz de la gente, que en ambos países ha jugado un papel muy destacado. “La justicia sola no puede combatir la corrupción, la policía sola no puede, incluso el presidente solo no puede y por eso la presión de las personas es tan importante”, recordó.

“Viéndolo desde fuera se puede pensar que en Guatemala y en Brasil la corrupción se ha desbordado, cuando lo que está pasando es que esa corrupción, que ha existido históricamente, ahora se está descubriendo y se empieza a castigar”, explicó.

Ni ricos ni pobres

En el Índice de Percepción de la Corrupción, el indicador de corrupción más usado en el mundo, normalmente los países con instituciones democráticas más débiles son los que están más abajo.

“No son necesariamente los más pobres y ahí está el ejemplo de Venezuela, que es un país relativamente rico, que tiene recursos, con potencial y que históricamente no ha sido de los más pobres de la región”, apuntó Salas.

“Sin embargo, tiene unas instituciones tan débiles y que están tan capturadas por intereses políticos, que la corrupción es una cosa de todos los días. Por eso Venezuela es el país más bajo de toda América Latina”, comentó sobre el país que ocupa la posición 158 con 17 puntos.

En este punto destacó la importancia de permitir que las instituciones puedan hacer su trabajo sin injerencia alguna de la política.

“En países como México, donde la policía está al servicio de caciques locales o al servicio de presidentes municipales, de gobernadores de las provincias, la policía no está haciendo su trabajo profesional e independiente, sino que está respondiendo a intereses de ciertos grupos, muchas veces grupos ilegales como el narco. Ese es el gran problema”, declaró sobre su país.

“Por eso Venezuela, o un país como Haití están abajo y aquellos países que tienen instituciones históricamente más sólidas como es el caso de Chile y Uruguay están más arriba”, agregó.

“Los ciudadanos deben protestar”

  • Los ciudadanos deben alzar sus voces para combatir la corrupción generalizada en el mundo, instó hoy la organización Transparencia Internacional con motivo de la presentación del nuevo Índice de Percepción de la Corrupción 2015.

“El 2015 mostró que cuando las personas trabajan juntas se puede tener éxito en la lucha contra la corrupción”, indicó la organización en Berlín sobre una corrupción que sigue siendo generalizada, pero donde hubo atisbos de esperanza al haber más países que mejoraron su puntación que los que empeoraron.

Más de dos tercios de los 168 países incluidos en el índice de 2015 obtuvieron una puntuación inferior a 50, en una escala de 0 (percepción de altos niveles de corrupción) a 100 (percepción de ínfimos niveles de corrupción). Dinamarca lidera la tabla, con 91 puntos. Corea del Norte y Somalia la cierran, con ocho puntos.

TI destacó la actuación de activistas ciudadanos en países como Guatemala, Sri Lanka y Ghana, que trabajaron de manera “intensa” para expulsar a agentes corruptos.

“Para erradicar el abuso de poder y el soborno y sacar a la luz negociaciones secretas, los ciudadanos deben decir al unísono a sus gobiernos que ya han tenido bastante”, comentó José Ugaz, presidente de TI.

Por su parte, Alejandro Salas, director para las Américas de TI, en declaraciones a dpa recordó que “la justicia sola no puede combatir la corrupción, la policía sola no puede, incluso el presidente solo no puede y por eso la presión de las personas es tan importante”.