Francisco espera

Malcorra, Milagro y el Papa

La relación del país con el Vaticano “no es para revistas del corazón” dijo la canciller Susana Malcorra en medio de una supuesta frialdad del vínculo entre Mauricio Macri y el papa Francisco. “Es una relación formal y oficial entre Estados”, calificó.

“Tenemos que acostumbrarnos a eso. No pasa por la relación personal, me consta que mucha gente que no era cercana al cardenal en su momento ahora se autotitula amiga personal del hoy Pontífice”. La ministra de Relaciones Exteriores expuso que “los argentinos estamos pensando a la Santa Sede en términos de una Embajada argentina, y no es así”.

La aclaración llega en momentos en que más de 1.700 personalidades, entre ellas ex funcionarios kirchneristas, legisladores del Frente por la Victoria y referentes sociales, firmaron y entregaron una carta en la embajada del Vaticano, dirigida al Papa Francisco, para pedir la liberación de Milagro Sala.

En el texto, recibido por el nuncio apostólico, Emil Paul Tscherring, solicitaron la “intervención” del Sumo Pontífice “para que Milagro obtenga sus derechos y libertades”.

En el petitorio, indicaron que tras el cambio de gobierno “estamos viviendo un clima de discordia, persecución laboral, despidos y que, en particular, la dirigente y parlamentaria Milagro Sala hoy se encuentra presa por cuestiones puramente políticas”, víctima de un “acoso criminal y mediático”, dijeron, que busca “intimidar la genuina protesta de los movimientos sociales”.

El presidente Macri tiene previsto viajar a Roma el próximo 27 de febrero para tener un encuentro con el Papa Francisco, luego de las versiones que hablaban de un enfriamiento de la relación entre ambos jefes de Estado.

El presidente de la Pastoral Social, el obispo Jorge Lozano, acompañó al coordinador general de la organización Túpac Amaru, Alejandro Garfagnini, a una reunión en Casa Rosada con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la que se pidió la liberación de Milagro Sala. Lozano aclaró que no era la primera vez que la Iglesia intercede para que el Gobierno reciba a organizaciones sociales, y que ya lo había hecho durante la gestión anterior.