El mal tiempo impidió al presidente llegar a San Lorenzo

Con Macri ausente, Lifschitz reclamó obras para Santa Fe

El gobernador sostuvo que quiere “un Estado eficiente, sin ñoquis, firme y duro con los poderosos”, pero cercano a la gente.

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“Le pedimos también al gobierno nacional que aliente a los pequeños productores del campo, con políticas que los apoyen, y que promueva un plan para la industria”, sostuvo el mandatario.

Foto: Gobierno de la provincia.

 

Germán de los Santos

Corresponsalía Rosario

Los granaderos estaban preparados, montados a los caballos, con las espadas, listos para recrear la única batalla en suelo argentino que hace 203 años protagonizó San Martín en San Lorenzo, cuando un cielo oscuro dejó de amenazar y desató un fuerte vendaval. Los granaderos galoparon por el Campo de la Gloria y terminaron debajo de los árboles para protegerse. El público hizo lo que pudo, y los funcionarios se refugiaron en el salón de actos de la escuela Santa Rosa, a unas dos cuadras del Campo de la Gloria.

Allí se realizó el acto, pero el presidente Mauricio Macri, que viajó a Rosario desde Córdoba, donde descansó en la estancia El Colibrí, prefirió no concurrir, a causa de la desconfianza que generaba para los funcionarios de la Presidencia el tinglado de la escuela Santa Rosa, que tenía algunas goteras.

Reclamos

En su discurso, el gobernador reclamó la concreción de “obras de infraestructura que hace años que fueron prometidas por distintos gobiernos, como el sistema de accesos ferroviarios y viales a los puertos de esta región. Hemos dado desde Santa Fe mucho más de lo que recibimos”.

“Sólo pretendemos que nos acompañen y nos ayuden. Necesitamos que se hagan las autovías de las rutas 33, 34 y 11, para que de una vez en este país podamos viajar en autopista desde Buenos Aires hasta Resistencia, atravesando toda la provincia de Santa Fe. También los puentes Santa Fe-Paraná y Reconquista-Goya”, enumeró el gobernador, en un discurso dirigido al presidente.

“Le pedimos también al gobierno nacional que aliente a los pequeños productores del campo, con políticas que los apoyen y que promueva un plan para la industria, porque es fundamental para generar trabajo y mejores salarios”, señaló el gobernador.

Roles

Lifschitz resaltó el rol de “los trabajadores y sus organizaciones, porque sin ellos no hay proyecto de país”. También habló de una sociedad civil comprometida, que “exija y reclame”, pero también que participe y sea parte de la solución de los problemas. “Y de partidos políticos que cumplan su rol, porque la democracia es una construcción colectiva; necesita de todas las voces. Cuando hay diferencias, necesitamos diálogo, consenso, acuerdo y debate”, afirmó Lifschitz.

El gobernador también se refirió a la necesidad de “un Estado más eficiente, sin ñoquis; un Estado firme y duro con los poderosos pero cercano y amigable con los trabajadores, los ancianos, las mujeres, los niños y jóvenes. Hay muchas demandas y los ciudadanos saben que no todo se cambia rápidamente, pero siempre debe haber una respuesta, hay que dar la cara, estar presente en el lugar donde se necesita al gobierno”.

Anti-escrache

En el pequeño escenario se ubicaron los funcionarios provinciales y municipales, encabezados por el gobernador Miguel Lifschitz. También el ministro de Defensa de la Nación Julio Martínez. Cuando el mandatario santafesino comenzó su discurso e hizo alusión al presidente, que no había podido llegar debido a los problemas climáticos, un grupo de militantes -que no se identificaron con un sector político determinado- levantaron carteles con la leyenda “Macri = hambre” y comenzaron a gritar insultos contra el presidente. La reacción del público fue inesperada. Repudiaron el escrache gritando “Argentina”. Y ese grupo decidió irse.