La presión tributaria récord
Si bien el gobierno de Cristina concentró recursos y gastó a discreción, usó -entre otros mecanismos- una significativa transferencia de fondos para mantener un caudal monetario que calmara su propia voracidad.
Aun cuando las provincias perdieron participación en el reparto relativo de la renta tributaria nacional, en contraposición a la Nación, las transferencias a provincias, como proporción del PBI, fueron subiendo en los últimos años.
El informe del Ieral advierte que “por caso, las transferencias totales a provincias (automáticas más discrecionales), que representaban un 5,3 % del PIB en 2000, pasaron a ser un 9,3 % en 2015. Esto fue posible por el incremento récord ocurrido en la presión tributaria”.
“Los aumentos en la carga fiscal más nocivos para el crecimiento económico en estos últimos años suman cerca de 7,4 % del PIB (9,4 % si se incluye el impuesto inflacionario). Esa cifra surge de considerar el aumento en Ganancias por el no ajuste por inflación (estimado 1,5 %), aumento en Ingresos Brutos (2,6 %) y por IDCB (1,8 %) y Derechos de exportación (1,4 %)”.
Advierten los autores que “la discusión por el reparto de recursos entre Nación y provincias no debe soslayar esta situación y considerar también la situación del sector privado, el gran afectado por la suba en la presión tributaria”.
Desigual
En 2013 (último dato analizado por el Ieral) las cajas provinciales transferidas a la Nación sumaron un déficit de $ 3.171 millones. “En consecuencia, para que hubiese existido un trato equitativo, las Cajas no transferidas deberían haber recibido recursos en forma de envíos automáticos de la Nación por un monto equivalente a $7.920 millones anuales”. Santa Fe aportó mucho más de su propio rojo previsional, pero a su vez no recibió nada a cambio.