En avenida Alem y Belgrano

Relatos salvajes: insultos y golpes entre una motociclista y un taxista

  • Las versiones se contraponen, pero la policía tuvo que intervenir entre acusaciones de insultos, golpes y hasta lesiones leves.
Relatos salvajes: insultos y golpes entre una motociclista y un taxista

Tensión en el asfalto. El taxista asegura que la motociclista lo atropelló y golpeó el auto, después de una fuerte discusión.

Foto: Guillermo Di Salvatore

 

De la Redacción de El Litoral

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La historia tiene dos versiones y un epílogo en avenida Alem y Belgrano, en donde tuvo que intervenir la policía para evitar que terminará al estilo de la película “Relatos Salvajes”. Es un buen ejemplo de las tensiones que hay en las calles de la ciudad.

Según el taxista, que pidió reservar su nombre (por el certificado de buena conducta), él le tocó bocina a una motociclista en Castellanos y Marcial Candioti. “Ella estaba mirando el celular. Le toqué bocina para que arranque, nada más, pero se enojó y me dijo: ¡Qué te pasa! ¿Tan apurado vas a estar? ¡Cornudo!”, contó en una entrevista con El Litoral.

El taxista, un joven de unos treinta años, aseguró que mantuvo la cabeza fría —“No le di bola, te dicen tantas cosas en la calle”— y siguió su recorrido, pero en Alem y Belgrano la motociclista lo siguió insultando, según su versión, y comenzó a golpear el capó del auto (un Gol Trend).

“Ahí me bajé y le dije que iba a llamar a la policía. En ese momento ella quiso fugarse. Por eso la agarré, pero aceleró la moto, me atropelló y me lastimó una de las piernas”, explicó el taxista, mientras mostraba una lastimadura con sangre debajo de la rodilla y señalaba con el dedo las abolladuras en el auto.

La policía llegó y contuvo la situación. El Litoral, que pasaba de casualidad por el lugar, también habló con la motociclista (sin casco ni patente, como tantas otras motos de la ciudad) y con dos personas que la estaban ayudando. “Los taxistas se creen los dueños de la calle”, disparó, de entrada, uno de ellos.

La versión de la motociclista —también muy joven y empleada de una empresa de limpieza— es diferente. “Yo estaba esperando que pasen los autos y él me tocó bocina. No estaba mirando el celular. Nos insultamos y la seguimos en Alem y Belgrano. No es cierto que le abollé el auto ni que lo lastimé”, aseguró.

La policía les explicó que a ninguno le convenía hacer la denuncia: “Les van a pintar los dedos a los dos. Si vos la denuncias por lesiones, ella te va a denunciar por agresión”, le dijeron al taxista.

Lo más loco, en una historia que tuvo cierto grado de “locura”, es que cuando terminó la nota con El Litoral y con la radio “Aire de Santa Fe”, ya más tranquilos, los dos se quedaron hablando para intentar aclarar lo que había pasado. Ése es el mejor camino para construir una ciudad más civilizada.

La policía les explicó que a ninguno le convenía hacer la denuncia: “Les van a pintar los dedos a los dos. Si vos la denuncias por lesiones, ella te va a denunciar por agresión”, le dijeron al taxista.