Un problema de todos

La libertad de prensa, cada vez más amenazada

Hoy se celebra en todo el mundo el “Día Internacional de la Libertad de Prensa”, una oportunidad para analizar no sólo la necesidad de independencia económica de los medios con respecto al poder de turno, sino también el ejercicio de una actividad que día a día se torna más peligrosa.

 

Redacción El Litoral

Ejercer la libertad de prensa es cada vez más complicado y arriesgado en un mundo donde los periodistas son amenazados por gobiernos y poderes fácticos y usados como moneda de cambio en conflictos por grupos terroristas.

En el Día Internacional de la Libertad de Prensa, Reporteros sin Fronteras (RSF), constata en su informe anual el “deterioro profundo y preocupante de la capacidad de los periodistas para ejercer su oficio y su función en total libertad o independencia”.

La ONG critica especialmente a países “cuyos dirigentes pueden jactarse de haber amordazado la información” en el último año.

Algunos de ellos ya son reincidentes: Arabia Saudí, Irán, Corea del Norte, Burundi, Cuba, Venezuela, Rusia o China, pero otros han entrado en esta nefasta lista: Egipto, Tailandia o Turquía, donde se han reforzado drásticamente los controles sobre los periodistas.

Los líderes de estos países aducen que el control de los medios es necesario para mantener la seguridad y la estabilidad y bajo este argumento Egipto, por ejemplo, mantiene encarcelados a más de una veintena de periodistas, mientras en China cumplen penas decenas informadores críticos con el sistema.

“Incitar a la subversión contra el poder del Estado”, “difundir informaciones falsas” o “incitar a la violencia” se han convertido en la fórmula para hacer callar a quienes disienten de las opiniones de gobiernos o grupos armados.

En países occidentales, la lucha contra el terrorismo, cada vez más activo, sirve de coartada para limitar la libertad de información a través de leyes represivas, según critican las ONG.

Morir informando

Aunque no es el único caso, Amnistía Internacional cita el ejemplo reciente de Francia, golpeada por varios atentados yihadistas con decenas de víctimas mortales, y que ha endurecido leyes que afectan a la libertad de prensa.

Tanto AI como RSF recordaron que en 2015 fallecieron 63 periodistas en el ejercicio de su profesión y otros 40 fueron asesinados, y a estas cifras se suman las muertes de 19 ciudadanos que ejercen como informadores y 6 colaboradores de medios.

Muchos de ellos murieron en coberturas de alto riesgo pero analistas de todo el mundo coinciden en señalar que el reportero, antes mero testigo de guerras o catástrofes humanitarias, ahora se ha convertido en moneda de cambio para algunos grupos terroristas que los usan para chantajear a los gobiernos y obtener prebendas.

RSF señala en su último informe que 54 periodistas se encuentran secuestrados en el mundo por organizaciones terroristas o criminales. Es una actividad ya frecuente para organizaciones como Estado Islámico, Al Qaeda, Al Shabab y otras de corte yihadista que han convertido en negocio los secuestros que, a la vez, imposibilitan al periodista hacer una cobertura segura en algunos puntos del mundo.

Los ejemplos más evidentes se dan en Siria o en Libia, donde resulta prácticamente imposible o, al menos muy arriesgado, cubrir estos conflictos con unas mínimas condiciones.

Complicada es también la situación de México, un país donde la libertad de información se ha deteriorado rápidamente en los últimos años y donde la prensa sufre la doble amenaza de grupos criminales y organizaciones de narcotraficantes.

Mensaje de la SIP

Pierre Manigault, presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, analizó con motivo de la fecha la situación del periodismo en Latinoamérica y la región.

El lema de este año de la SIP es “El acceso a la información y a las libertades fundamentales: ¡Es tu derecho!”, y tiene que ver con la aspiración de crear una cultura de apertura y transparencia que permita a las sociedades ser cada vez más democráticas.

“Lamentablemente, no en todos los países de la región se camina al mismo ritmo (...). En países como Venezuela, Argentina, Bolivia y Costa Rica, no existen leyes de acceso a la información, aunque en algunos de ellos se analizan iniciativas de ley”, lamenta Manigault.

“En Ecuador, el gobierno bloquea el acceso a la información, cuya Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública de 2004 quedó sin efecto con la aprobación de la ley mordaza en 2013. Una situación similar ocurre en Nicaragua, donde el gobierno ignora la Ley de Acceso vigente desde 2008, mantiene a raya y presiona a los periodistas y medios a través de la distribución discriminada de la publicidad oficial”, prosigue el comunicado.

Sin embargo, Manigault también detalla algunas buenas noticias: “Algunos avances se observan en la región. En Argentina los diputados discuten un proyecto de acceso a la información, pedido de larga data de la SIP y organizaciones locales de prensa. En Paraguay la promulgación de una ley de acceso a la información pública en 2014 estableció la obligación de publicar en un portal designado información sobre salarios, viajes oficiales, contratos, entre otros datos de las instituciones públicas”.

“Por prensa independiente debe entenderse una prensa sobre la cual los poderes públicos no ejerzan ni dominio político o económico, ni control sobre los materiales y la infraestructura necesarios para la producción y difusión de diarios, revistas y otras publicaciones periódicas”, destaca la UNESCO.

Claves

¿Qué es el Día Mundial de la Libertad de Prensa?

En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, que se celebra anualmente el 3 de mayo, en todo el mundo se reconoce el derecho humano fundamental a la libertad de prensa, se evalúa el estado de la libertad de prensa en todo el planeta y se rinde homenaje a los periodistas, editores y editoriales que arriesgan sus vidas en defensa del derecho de saber que tiene el público.

¿Cómo surgió?

El 3 de mayo fue proclamado Día Mundial de la Libertad de Prensa por la Asamblea General de la ONU en 1993 tras una recomendación adoptada en la Conferencia General de la UNESCO en 1991. La idea es “fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática”.

El día fue inspirado por la “Windhoek Declaration”, que fue adoptada en 1991 en un seminario de la UNESCO en Windhoek, Namibia. La declaración promueve una prensa independiente y pluralista en África de cara a los años de violencia política y autoritarismo en el continente.

Se considera que la Declaración de Windhoek es extremadamente influyente pues fue la primera de una serie de declaraciones de ese tipo en todo el mundo. La fecha de la adopción de la declaración, el 3 de mayo, se declaró posteriormente Día Mundial de la Libertad de Prensa.