Con algunos incidentes aislados

Siria: Rige un cese del fuego

Agencias EFE/DPA

Tras los intensos combates de los últimos días, finalmente los habitantes de la ciudad de Alepo y su provincia homóloga están teniendo un respiro luego de que Estados Unidos y Rusia acordaran un cese del fuego para la región durante 48 horas.

Inmediatamente comunicada la medida, los funcionarios de las Naciones Unidas y miembros del Consejo de Seguridad respaldaron el acuerdo entre ambos países, instando a una rápida y completa implementación del alto el fuego.

Sin embargo, se registraron divergencias de 24 horas sobre el momento en que la tregua entró en vigencia.

Mientras que el Departamento de Estado norteamericano reportó que rige ya desde la primera hora del miércoles, el Ejército sirio se refirió a un inicio del cese de hostilidades de 48 horas durante la noche de este miércoles, según reportó la agencia de noticias Sana. Medios rusos indicaron que la tregua de 48 horas es válida hasta la medianoche del viernes.

Además el Departamento de Estado dio a conocer que notó una ‘reducción general de la violencia‘ desde entonces, pese a algunos combates que persisten.

La violencia en la ciudad había escalado en los últimos días, convirtiendo a Alepo en escenario de los enfrentamientos más enconados en la guerra civil siria.

‘Apostamos a que Rusia, como copresidente del grupo de apoyo internacional para Siria, haga valer su influencia sobre el régimen de (el presidente sirio Bashar) Al Assad. Estados Unidos hará su parte‘, afirma una declaración del Departamento de Estado.

El régimen sirio había declarado la semana pasada una nueva tregua temporal para algunas regiones del país, de la que excluyó a Alepo.

Este cese de hostilidades rige en principio por 48 horas, dijo este miércoles el teniente general ruso Igor Konashenkov a la agencia de noticias Interfax.

Este paso podría ser el ‘prólogo de una tregua plena‘, sostuvo el militar ruso. ‘Pero si alguien como el (grupo terrorista) Frente Al Nusra intencionadamente no quiere la paz, provocará permanentemente a las partes y disparará‘, opinó.

CIUDAD EN LLAMAS

En tanto, el embajador británico ante las Naciones Unidas, Matthew Rycroft, dijo que el Consejo de Seguridad tiene una obligación con el pueblo de Alepo y urgió a los miembros del Consejo a usar su influencia para frenar la violencia. ‘La ciudad está ardiendo, la gente está muriendo‘, dijo Rycroft.

El Consejo discutió la situación en Alepo durante una reunión de emergencia solicitada por el Reino Unido, que tuvo lugar poco después que se conociera el anuncio estadounidense sobre la tregua.

El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, quien brindó un reporte al Consejo, advirtió que los bombardeos aéreos del gobierno en Alepo durante las dos últimas semanas ‘representan parte de lo peor de la guerra‘.

Por su parte, Stephen O’Brien, jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, se refirió a la violencia en Alepo como una ‘carnicería‘, y comentó que la vida en la ciudad se convirtió en ‘horrenda y perdió todo sentido‘ debido a la constante amenaza de ataques, incluyendo de bombas de barril.

Alemania y Francia reclamaron previamente reanudar rápidamente las conversaciones de paz para Siria en Ginebra y apelaron a Rusia para que utilice su influencia sobre el presidente sirio.

‘O volvemos a retomar las negociaciones de paz o nos arriesgamos a una recaída en explosiones de violencia‘, declaró el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, antes de un encuentro sobre Siria en Berlín con su homólogo, Jean-Marc Ayrault; el líder de la oposición siria, Riad Hijab y el enviado especial de Naciones Unidas Staffan de Mistura.

Ayrault calificó de ‘tragedia‘ lo que ocurre actualmente en Alepo, cuya ‘plena responsabilidad‘ recae sobre el régimen de Al Assad, indicó.

De acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, en los últimos días murieron unos 280 civiles en la ciudad. En varias ocasiones han sido atacados hospitales.

Desde el estallido de la guerra civil hace más de cinco años han muerto unas 400.000 personas, según datos de la ONU.