SEÑAL DE AJUSTE

En el país de los gatos

En el país de los gatos

“Es un reflejo de la realidad, lo que pasa adentro se parece a lo que pasa afuera”. Es una idea que da un poco de miedo, de ser cierta. Foto: Gentileza Producción

 

Roberto Maurer

El año pasado, cuando Gran Hermano ya recorría la Tierra del Nunca Jamás de la Tele, entre Endemol y el Canal América tramaron su regreso al mundo de los vivos. Nos devolvieron al monstruo de Frankenstein, no era exactamente el Gran Hermano que recordábamos, sino un ser más agresivo y transgresor que, con inteligencia, había sido adecuado a la exigencias morbosas de las masas. Tuvo éxito en el marco de las cifras modestas de América, y en esta temporada se ha reforzado la audacia hasta donde el Papa Francisco lo permita, o Magoya. “Este año viene como más caliente”, dijo Polino en la Alfombra Roja.

“Es un reflejo de la realidad, lo que pasa adentro se parece a lo que pasa afuera”. Es una idea que da un poco de miedo, de ser cierta. La expresó Agustina Kämpfer en la Alfombra Roja, quien por sus dotes intelectuales ocupa un lugar como panelista de ese espacio de reflexión que acompaña a Gran Hermano conocido como El Debate. La novia actual de Jorge Rial tal vez tiene una idea condicionada del adentro y el afuera, ya que compartió la vida intensa de su antigua pareja Amado Boudou y su entorno.

Entre los invitados a la Primera Gala no se detectaron famosos, salvo que lo sea el personal del canal: estaban todos, alistados y bajo bandera, desde Mauro Viale a Mónica Gutiérrez, sonrientes y muchos de ellos diciendo al micrófono cosas por compromiso. Fueron de groupies. Una gran fiesta con los empleados y graduados de ediciones anteriores de GH, con protagonismo absoluto de Pamela David, la señora del dueño, a quien todos besaban los pies. “¡Fijate qué linda está Pamela!”, grita Denise Dumas mientras conduce la previa. Al dueño, Vila, las cámaras lo tomaron una sola vez sentado entre el público, como encogido de frío y con aspecto de linyera. El momento emotivo lo ofreció la foto de un perro, la mascota extraviada de alguien.

RIAL AMENAZA AL MUNDO

La entrada de Jorge Rial es electrizante, en el medio de una coreografía que daría vergüenza a un circo de baja categoría. Antes de dar la bienvenida, durante medio minuto gesticula y se mueve como un astro de Las Vegas, y luego lanza su presentación con ese estilo melodramático que parece una amenaza dirigida al planeta. Nos avisa que este año los conflictos pueden resolverse a cuchilladas, y es posible que una parte del público desee que no sea un eufemismo. “Tenés que salir a comerte La Casa, sino La Casa te come. Escuchen cómo late”. Silencio. Y se oye un tic-tac. Todo un efecto.

Para que el proceso sea más violento, hay 14 camas y 20 participantes. El casting finaliza adentro de La Casa, es decir que habrá eliminaciones rápidas que ya se deben estar produciendo para que los números coincidan.

HERMANITOS PELIGROSOS

La “nueva generación de hermanitos”, como la llama, es una selección cuidadosa de personajes de alto rendimiento. Por ejemplo, conocen secretos y estarían dispuestos a revelarlos. Cynthia Aller (27), definida como “la oveja negra de la familia” está casada (*) con un antiguo custodio de Ricardo Fort, ése al que llamaban “Luis Miguel” en el “Bailando...”. Por él, conoció a todos los íntimos del millonario gay, y estaría dispuesta a divulgar algunos nombres que nunca llegaron a la opinión pública. También hay botineras confesas que se comieron hasta jugadores del ascenso, y podrían mencionarlos.

Todos prometen sexo, y en especial la marplatense Yasmila Mendeguía (19) porque lleva cinco meses de sequía. “Soy una pendeja caprichosa, nunca me enamoré, los hombres son todos unos salames”, dice. Una chica con estilo. El precoz Agustín Pappa tiene 19 años, ya se acostó con 99 chicas y piensa masticarse la número 100 en La Casa. El correntino Matías Portillio, cuyo sueño es convertirse en galán de telenovelas, no en actor, llega virgen y se presume que con tantos gatos sueltos pierda la inocencia.

Hay un nudista que estuvo preso en Londres, el hermano y agente de un famoso tenista, mellizas, la última novia de Leo Fariña que le llevaba milanesas a la cárcel, un trompetista que fue novio de Lizy Tagliani y la hermana de Mauro Icardi que vino de España a pesar de la batalla legal librada no se entiende bien por qué por los abogados de la familia.

Han elegido numerosos participantes con conexiones de tercer grado con la farándula, o sea que pueden contar entretelones con los cuales se alimentarían los programas de chismes. Hay una minoría de personas nobles, que siempre se necesitan para el público sensiblero, el narcisismo es nauseabundo, y entre la legión de frikis el más insoportable es Fabián Galesio, un jugador de fútbol que dejó el equipo para participar en GH. Lo presentaron como un verdadero sacrificio, aunque jugaba en 9 de Julio de Morteros, no en el Inter. Es posible que muchos cordobeses sientan algo parecido a la vergüenza, ya que Fabián insiste en que representa a la provincia. Estuvo casado con una prima de Rodrigo y sostiene que “el cuarteto es mi vida”. Fue el primero en ingresar a La Casa y su reacción cuando se abrió la puerta consistió en exclamar “¡qué culiao, loco!”, y la frase fue seguida inmediatamente por el grito de Tarzán. El culiao está siempre en su boca, posiblemente porque su vocabulario resulta escaso. Hasta se piensa que en La Mole Moly los cordobeses tuvieron un embajador ejemplar.

(*) Casada “pero en crisis, porque mi marido me engañó. Me metió los cuernos con una vieja que podría ser mi madre”, aclaró.