Creciente preocupación de los productores

El agua que viene del oeste

El último fenómeno hídrico agravó una tendencia que tiene en vilo a productores del sur provincial. Temen que Córdoba incremente los caudales de agua y que esto cause una catástrofe productiva estructural.

El agua que viene del oeste

En lancha. Según los productores afectados, una franja de 15 km. quedaría anegada de forma permanente.

Foto:Gentileza

 

Campolitoral

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“Acá deberíamos traer un par de especialistas de Holanda para que analicen la situación y nos digan qué hacer”, afirma preocupado Franco Gai, productor agropecuario de El Trébol. Luego de las últimas precipitaciones, la situación se agravó al punto de motivar hasta la desesperación de algunos productores de la zona.

En diálogo con Campolitoral, Gai explicó que de la Ruta 9 al sur, tradicionalmente el agua escurría a la cuenca del Carcarañá y la del norte a la laguna de Mar Chiquita, pero con los canales que hicieron “viene cada vez más agua”. El productor denuncia que la situación e agravó, porque desde Córdoba trajeron 5 dragas y están trabajando. “Es un problema grave”, agrega. Según Gai, entre Santa Fe y Córdoba divide el canal San Antonio con agua que desemboca al arroyo Tortuga, y de ahí al Carcarañá. Pero que el volumen de agua es cada vez mayor. “El cambio climático ya es una realidad y lo vemos”, opina preocupado.

También sostiene que en el departamento San Martín hay unas 6.000 hectáreas bajo agua, sin contar las pérdidas por pudrición y napas. “Ni hablar de los tambos y la ganadería. Del lado de Córdoba la situación está peor o igual: Santa Fe es la provincia que más ha perdido en la cosecha”, explica. Córdoba sigue muy inundado y sigue trayendo agua por el canal San Antonio desde 100 km. adentro.

“Acá hay que pensar en un saneamiento a 30 años, por el cambio climático y el sistema agrícola sojizado. Córdoba desmontó más que ninguna provincia argentina. En el Trébol estamos en un domo. Las grandes lluvias, el cambio climático y Córdoba tirando agua son los grandes problemas. El Carcarañá viene un 40 % por arriba del agua que traía habitualmente y de lo que puede soportar. Y Córdoba sigue agregando agua a los canales sin trabajar en sintonía con Santa Fe. El tema viene mal de hace años y empeorándose cada vez más. La SD más soja sobre soja, la ganadería se eliminó y el desmonte hace subir las napas, los canales clandestinos, además de un sinfín de malos usos agronómicos. Van a hacer desaparecer 15 km de ancho de campo”, agrega.

“Se necesita una obra conjunta para que Córdoba frene los excedentes hídricos y que Santa Fe triplique el canal San Antonio y modernice los puentes obsoletos. Y practicas agronómicas sustentables, además de corregir los sistemas topográficos ya. No hay mas tiempo”, dispara.

Respetar los acuerdos

Por su parte, el Ingeniero Gonzalo Pijuan, de Cañada de Gómez, explicó la realidad en la zona de General Roca (Córdoba), al límite con Santa Fe, donde tienen un emprendimiento mixto.

“Por productores de la zona nos enteramos que querían hacer una canal desde el Norte de Leones hasta el Arroyo Tortuga, unos 20 km de la ruta 9. La preocupación es por la recurrentes inundaciones. El arroyo está saturado, no le entra una gota más de agua, y la ruta hace un muro de contención que frena el agua y desborda el arroyo”, explica.

La situación viene de arrastre. En marzo pasado, la ruta 9 se cortó por el agua, y de 300 hectáreas en producción para pastoreo, se quedaron con 80.

“Nos quisimos involucrar con el proyecto con la idea de no oponernos a que se nos genere un perjuicio mayor al que ya tenemos. Hay muchos productores en la misma situación, el arroyo y los canales aliviadores para desagotar el agua hoy quedaron obsoletos por el cambio de uso de la tierra y la cantidad de hectáreas que drenan hacia esa cuenca”, dice.

En enero de este año, en la Fiesta Nacional del Trigo hubo una reunión mixta con representantes de hidráulica de Santa Fe y Córdoba, en la que se conformó el Comité de Cuenca del río Carcarañá con soluciones integrales a nivel de cuenca y que toda obra debería adecuarse a ese planeamiento.

“Pero el mes pasado nos enteramos en una reunión del consorcio canalero de Leones que ya estaban por comenzar con obras y que los productores estaban firmando el permiso de paso. Y sin el consenso de Santa Fe. Nos alarmamos bastante porque no se estaría cumpliendo el compromiso pactado en Leones. Por eso nos movilizamos con gente de Córdoba y Santa Fe llevándoles nuestra preocupación”.

Según Pijuán, son unas 30.000 hectáreas afectadas, unos 45 productores, muchos ganaderos y agrícolas.

¿Y ahora?

El tema llegó a la legislatura santafesina. En la sesión ordinaria del 5 de mayo, la senadora Cristina Berra, presidenta de la comisión de Asuntos Hídricos, obtuvo el respaldo unánime de sus pares, oficialistas y de la oposición, para el Pedido de Informes de su autoría por el cual el Senado solicita al Poder Ejecutivo que, con carácter de urgente, informe si se están realizando obras públicas hidráulicas en la Provincia de Córdoba, cerca del límite Oeste de la Provincia de Santa Fe, que afectarían directamente a las localidades de los departamentos San Martín, Castellanos, San Jerónimo y Las Colonias y, además, generarían daños irreparables, y, en su caso, solicite la inmediata intervención de autoridades nacionales a fin de proceder, sin más, a su paralización.

“No contamos con información oficial ni certera, pero sí hemos recepcionado la preocupación y las denuncias de productores de la zona y de autoridades comunales y municipales, quienes nos informan que ya se han entregado los permisos de obras y el derecho de paso para lograr la liberación de la traza de los futuros canales: El Acequión, El Patito, Arroyo Algodón y Florentino en el departamento San Martín”, sostuvo en declaraciones a la prensa.

“Nos comunican de la presencia de dragas flotantes trabajando en la limpieza, dragado y ensanche de los cuatro canales, los que pasarían a tener 10 metros de ancho. El ensanchamiento de canales produce, irremediablemente, el aumento en la velocidad de drenaje y escurrimiento hacia aguas abajo, desagotando en el Canal San Antonio que, en la actualidad, cuenta con un deficiente y casi nulo mantenimiento, razón por la cual su capacidad de drenaje se encuentra saturada”, agregó la legisladora. Ante la gravedad de las denuncias, solicitaron que el Poder Ejecutivo tome intervención en resguardo de las personas y los bienes de los santafesinos y, además informe sobre ello.

 

Debates de fondo

Por otro lado, en otro encuentro, se analizó el tema de los usos y la planificación de las tierras y los drenajes. Algunas preguntas disparadoras como ¿Quién es el dueño del agua de lluvia? ¿Quién es el dueño de las napas? ¿Quién el responsable de lo que se hace en los campos?, sirvieron para ir abordando la cuestión. “El fenómeno de la ascensión de las napas se debe en gran medida a las excesivas precipitaciones pero el menor consumo de agua tiene que ver con el uso de la tierra y en ese punto los asesores tienen mucho para hacer según el Ing. Tosolini. El tema de los caminos rurales, los callejones, la necesidad de monitorear la napa volviendo a poner en funcionamiento molinos abandonados, entre otras formas. “Se trata de poder planificar mejor, con más datos, en el marco de una problemática que vino para quedarse”, sostuvieron.

Alcances del agua

A la hora de las implicancias técnicas, el tema impacta en muchas variables. La adversidad en sus múltiples dimensiones: productivas, organizativas y hasta emocionales. Tópicos como el atraso en las siembras, la disponibilidad y costos de los alimentos, los aportes de fibra, las formas de labranza posibles en los lotes pisoteados, el picado, el uso racional de inoculante, el control de las maquinarias, entre otras prácticas que inciden en la recuperación de la producción, son monitoreados por los técnicos para iniciar la reconstrucción, siempre y cuando el agua lo permita.

La voz de INTA

En sendas jornadas de capacitación desarrolladas esta semana, los técnicos del organismo concluyeron que el fenómeno de excedentes hídricos, es el resultado de la interacción de tres componentes: lluvia, suelo y modelo productivo predominante. “Las lluvias en han aumentado su milimetraje respecto a los datos de la serie 19002015 variando según sitios entre +15 hasta + 35 %. Además se verifica una duplicación de su intensidad, pasando de valores medios de 120 mm/h a 250 mm/h. Llueve más y las tormentas son más intensas. Esto es un efecto local del Cambio Climático. Como el clima no produce excesos o déficits, sino que es lo que naturalmente ocurre debemos referirnos a excedentes y no a excesos”, sostuvieron en Rafaela.

Además, una consecuencia del monocultivo sojero es la proliferación de malezas resistentes-tolerantes a glifosato. “Este es un problema urgente y se soluciona con mayor disponibilidad financiera para herbicidas más costosos que los actuales y monitoreo frecuente. Sin embargo no está suficientemente asumido que el problema más importante y hasta cierto punto irreversible que provoca el monocultivo sojero es el deterioro del suelo por producir un balance negativo de carbono edáfico, que a su vez dispara un sinnúmero de efectos perjudiciales (menor infiltración, mayor compactación, mayor escurrimiento y mayor erosión, entre otros)”.