Perdió con Gimnasia y quedó un gol por debajo de los más vencidos del torneo

Mano blanda para atacar y mandíbula fácil para defender

  • Se terminó un torneo que, más que una competencia, terminó siendo un suplicio. Colón sufrió en la cancha los desaciertos institucionales. El equipo no tuvo, nunca, respuestas claras para superar la adversidad.
Mano blanda para atacar y mandíbula fácil para defender

El más peligroso.

Nicolás Silva

intenta jugar ante la marca a presión de un rival. El delantero tuvo un buen primer tiempo y fue lo más peligroso de Colón. Le faltó compañía y en el complemento ya no pudo mantener el nivel.

Foto: Télam

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a La Plata)

[email protected]

Los caminos de Colón se juntaron en la desgracia. Cuando el orden institucional se desnaturalizó, llegaron los padecimientos futboleros que no tuvieron piedad con lo más sensible que tiene el hincha de fútbol: lo que le pasa a su equipo en los 90 minutos. Cuando los problemas de afuera se agravaron, los de adentro se hicieron notorios e insolubles. Colón pasó de ser un equipo ofensivo, agresivo, del que todos hablaban bien, a ser un equipo frágil, inconsistente y derrotado. Hoy, Colón es tierra de nadie y preocupación de todos. Tierra de nadie porque no hay una cabeza ni tampoco existe la brújula a nivel dirigencial o del propio equipo. Colón se rinde en la cancha ante la primera adversidad y el equipo parece entregado “a la buena de Dios”. Desde ya que urge un cambio, pero también es preciso saber que los golpes de timón deben darse con inteligencia y sabiduría.

Éste es un plantel que apenas tuvo un momento, casi podría decirse una racha, en la que hubo buenos resultados, interesantes actuaciones y la sensación de que se podía torcer el rumbo. Fue en los últimos cinco o seis partidos del año pasado y los primeros tres encuentros de este torneo. Hoy, la realidad lo pone en una situación similar a la de los pasajes finales del torneo pasado, con un promedio preocupante, pero esta vez sin ese aliciente de terminarlo bien, como pasó con el plantel de Franco luego de la disputa de la liguilla en la que casi se consigue el pasaje a la Sudamericana.

Todo se acentúa ahora por la crisis institucional, por los dos clásicos perdidos y por las grandes dudas que despiertan la mayoría de los jugadores del actual plantel. De todos, hay dudas. Algunos tienen potencial suficiente para revertir el mal momento, caso Conti o Ledesma; otros, casi con seguridad habrán dado anoche el último aporte que les quedaba y se irán del club, en muchos casos sin pena ni gloria.

Colón no puede jugar sin un mínimo de seguridad defensiva (lo convierte en un equipo de mandíbula fácil) ni ser un equipo que no lastime en ofensiva (lo transforma en un equipo de mano blanda). Así no. Tampoco puede hacer girar el juego en base a Bastía, ni dejar tan solo en la creación a Ledesma ni depender de las corridas de Silva, que no llegó precisamente para ser titular o pieza clave, pero que se lo ganó no sólo por su esfuerzo, sino por el fracaso rotundo de varios que vinieron con más chapa, mejor contrato y menor rendimiento.

Hay que mejorar todo. Que asuma una dirigencia que establezca reglas claras pero que, por sobre todas las cosas, normalice la vida institucional del club. Hay que traer un entrenador que trabaje fuerte, recupere jugadores y acierte con el diagnóstico. Deberán venir refuerzos que jueguen y rindan, que potencien a los chicos del club. Y tendrán que recuperar el nivel aquellos que en su momento fueron la base del equipo y que hoy están aletargados, tocados por esa realidad nefasta que ha llevado a este plantel a ese acostumbramiento a perder.

Hoy, Colón no es un club normal ni tampoco tiene un plantel confiable. Daría la impresión de haber perdido todo, desde la coherencia (es evidente) hasta esa mística grupal tan necesaria para darse fuerzas unos a otros para salir de situaciones adversas. Menos mal que se terminó el torneo y esto hará que se produzca ese tan mentado y señalado “barajar y dar de nuevo”. Que hoy se hace absolutamente necesario.

 
D8-B-23-05-2016_LA_PLATA_GIMNASIA_VS_COLN-3.jpg

Se contagió. Germán Conti es sin dudas el más destacado de los jugadores sabaleros de este plantel y el que se proyecta con mejor futuro. Sin embargo, en este pobre cierre, no pudo despegarse del muy bajo rendimiento de sus compañeros.

Foto: Télam

Un mes de vacaciones

Ricardo Johansen confirmó que el plantel tiene licencia hasta el 23 de junio, en principio, aunque la nueva comisión directiva que asuma el 12 de junio (en realidad será al día siguiente) podría modificar la fecha de terminación de las prolongadas vacaciones.

“Casi todos los clubes licenciarán a sus jugadores hasta esa fecha”, dijo Johansen cuando se lo consultó por el prolongado período de licencia para los futbolistas.

Es cierto también que el campeonato que viene empezará el primer fin de semana de agosto (en teoría) y habrá unos 40 días para hacer la pretemporada.

La pelota quieta, un suplicio

Colón es, después de Quilmes y Atlético de Rafaela, el equipo con mayor cantidad de goles recibidos en su propio arco. Le convirtieron 31 (un promedio de casi dos goles por partido) y recibió dos más que Argentinos Juniors, que se fue al descenso.

Los goles de pelota quieta han sido un gran problema para Colón. Le hicieron varios de cabeza y ayer no fue la excepción, aunque con otra clase de definición. En el primero, un hermoso tiro libre de Meza; en el segundo, un tiro libre frontal que no se pudo resolver a pesar de que estaba todo dado para que ganasen los defensores rojinegros (o Broun) y en una segunda jugada, Bou capitalizó un balón que quedó a su merced para empujarlo al gol.

D8-C-23-05-2016_LA_PLATA_GIMNASIA_VS_COLN-4.jpg

Supremacía local. A pesar de que en ésta Silva parece superar la marca, la imagen da cuenta de la diferencia que existió entre Gimnasia y Colón, con clara superioridad del Lobo, que con poco construyó un holgado triunfo.

Foto: Télam

7

años

hace que Colón no le puede ganar a Gimnasia en el Bosque. Fue en 2009, cuando los sabaleros ganaron 2 a 1, con un gol de Maldonado en contra y otro de Garcé, para los sabaleros, descontando Vizcarra para Gimnasia. En realidad, sobre 34 enfrentamientos en el Bosque, Gimnasia ganó 20 y Colón sólo tres, empatando los 11 restantes. Las otras victorias de Colón, además de la nombrada, fueron el 1 a 0 en 1997 con el gol de Cristian Castillo (la noche del doping positivo a Unali) y en 1975, cuando venció 2 a 0 con sendos tantos de Poroto Saldaño.

síntesis

Gimnasia 3

Colón 0

Cancha: Gimnasia y Esgrima La Plata.

Árbitro: Sergio Pezzotta.

Gimnasia: Arias; Oreja, Coronel, Guanini y Ceceri; Faravelli, Perdomo , Licht y Meza; Bou y Rasic. AS: Torres. Estuvieron en el banco: Benítez, A. Fernández y Mendoza. DT: Gustavo Alfaro.

Colón: Broun; Cuevas, Conti, Benegas e Iberbia; Leys, Bastía y Ledesma; Sperdutti, Leguizamón y Silva. AS: Bailo. Estuvieron en el banco: Barsottini, Arroyo y Casado. DT: Ricardo Johansen.

Goles: en el primer tiempo, a los 23 min, Meza (G). En el complemento, a los 4 min, Bou (G) y a los 41 min, Niell (G).

Cambios: en el segundo tiempo, al comenzar, Niell (G) por Rasic, a los 6 min, Lagos (C) por Sperdutti; a los 8 min, Figueroa (C) por Leys; a los 25 min, Castillón (G) por Meza, a los 33 min, Bonifacio (G) por Bou y a los 38 min, Sandoval (C) por Ledesma.

Amonestado: en Colón, Conti.

Bajo la lupa

BROUN (4).- Dio la impresión de vulnerabilidad que tuvo toda la defensa durante todo el partido. Hizo poco y nada en los goles.

CUEVAS (4).- Mal en los pases, sin potencia física cuando decidió proyectarse y dando ventajas defensivas.

CONTI (4).- Debe haber jugado uno de sus peores partidos. Ya desde hace un tiempo que no es el mismo y entró en la corriente negativa del resto del equipo.

BENEGAS (4).- Cometió errores groseros en las salidas, equivocándose mucho en los pases. En la marca, ganó y perdió. Pero estuvo muy impreciso con la pelota.

IBERBIA (5).- Dos o tres proyecciones interesantes en el primer tiempo, no las repitió en el segundo.

LEYS (4).- Algo de empuje en el primer tiempo y una pelota que le quedó boyando adentro del área y que no pudo conectar. Por momentos, pareció desacomodado en la cancha.

BASTÍA (5).- De lo poco para rescatar, por garra, sacrificio, despliegue y corazón. Flojo en el juego, pero activo en la marca.

LEDESMA (4).- Mal, equivocado con la pelota, tratando de buscar posiciones en los espacios vacíos pero sin claridad para el juego.

SPERDUTTI (3).- Se ha caído muchísimo y no le queda ni siquiera el valor de su buena pegada. No terminó una sola jugada bien.

LEGUIZAMÓN (4).- No le escapó a las generales de la ley. En su haber y como válida excusa, está el hecho de que la pelota le llegó poco y generalmente mal jugada, a dividir.

SILVA (5).- Buen primer tiempo, lo mejor de Colón. Después empezó a desaparecer del partido en el complemento. Fue el más rápido. Pareció jugar a un ritmo distinto al resto.

LAGOS (3).- Cuesta creer que un jugador profesional pueda errarle al arco desde una posición tan clara y beneficiosa como le pasó en el segundo tiempo, con el partido 0-2.

FIGUEROA (4).- Arrancó mal pero de a poco se empezó a encontrar con la pelota y al menos puso un par de pelotas interesantes, una de ellas muy clara para Lagos.

SANDOVAL.- Hubiese sido bueno verlo unos minutos más en cancha.