Tras la bajante del río

Vecinos curtidos por la inundación regresan a La Vuelta del Paraguayo

Todavía no se activó el operativo municipal de acompañamiento para el retorno. Pero muchos vecinos ya volvieron a sus hogares que fueron castigados por el agua. En este barrio, la Municipalidad levantará 80 nuevas viviendas para inundados.

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Ana María Zapata. Ella resistió la inundación en el segundo nivel de su casa en La Vuelta del Paraguayo, junto a siete integrantes de su familia.

Foto: Flavio Raina.

 

Nicolás Loyarte

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@nicoloyarte

La larga calle de acceso al paraje costero La Vuelta del Paraguayo volvió a ser de tierra, tras 6 meses de inundación, lo que posibilitó el acceso al barrio. En la última semana el barro terminó de secarse y perdura sólo en la zanja que acompaña a la extensa línea de tierra ripiada que termina a ambos lados en un caserío ribereño marcado por el paso del agua.

Los vecinos que en su mayoría fueron evacuados en los refugios municipales comenzaron a volver para limpiar sus hogares. Algunos ya ocuparon sus deterioradas viviendas mientras que otros esperan que seque la humedad para repararlas y habitarlas nuevamente.

La Municipalidad tiene previsto levantar allí un nuevo barrio con 80 casas que tendrán patios con terrazas de palafito para los que siempre vivieron en el lugar y no se quieren ir. Será uno de los tres barrios para inundados que se construirán con fondos nacionales. Pero mientras proyectan este nuevo barrio, los vecinos retornarán a sus viejos hogares. “Los que perdieron todo van a llevarse los módulos habitacionales que ocupan desde fin de año” en los centros de evacuados levantados en el acceso al barrio y a la vera de la Ruta Nacional 168, junto al riacho Santa Fe, explicó esta mañana Rocío Giménez, desde la Subsecretaría de Acción Social de la Municipalidad.

Paisaje

Enroscados en los alambrados que quedaron en pie se pueden ver los camalotes secos, amarillentos. Pero la mayoría de los cercos fueron derribados por la fuerza de la corriente y la maleza. Hay casas casi totalmente destruidas mientras que otras siguen firmes, con sus aberturas de madera destrozadas por la humedad. Todas tienen la marca de los 6,61 metros de altura al que llegó el pico de crecida del río, como una huella feroz (hoy mide 4,82 metros en el Puerto).

Ana María Zapata habitó toda su vida en La Vuelta del Paraguayo y fue uno de los vecinos que resistió la inundación en el segundo nivel de su casa, junto a Emilio Pérez, su marido, una de sus hijas y sus nietos. Eran ocho personas “atrincheradas” en esta parcela que eligieron en el mundo para vivir, en medio del agua. Su hija con los chicos se evacuó desde la casa de enfrente, que quedó bajo el agua.

Cada día, Ana María salía en canoa de su casa para llevar a sus nietos a la escuela P. Cullen y la Vélez Sarsfield, y para trabajar como empleada doméstica en una casa de familia del centro de la ciudad. “Por lo menos siempre tuvimos luz”, se conforma.

Ana María lo cuenta con soltura, como habituada a sobreponerse a cada inundación. Abajo, en la planta inferior de su hogar, todo es desolación. Marcas de barro, aberturas derruidas, muebles arruinados en un paisaje de humedad que termina a la vera del riacho. “Esto es impagable”, dice Ana María parada junto al río, “mirá lo que es esta vista”, agrega con los ojos achinados por el sol que ilumina su rostro en la mañana santafesina. Al fondo, se escucha el canto de pájaros, como un presagio de buenos días por venir.

Emilio Pérez trabajó toda su vida allí nomás, a metros, como marinero del Yacht Club Santa Fe. Hoy cumple funciones como sereno de la institución deportiva. Juntos, Ana María y Emilio, piensan reponerse del cachetazo que les dio otra vez la inundación para que su jardín costero vuelva a ser florido. Y dicen que no saben “nada” si les va a tocar una de las 80 viviendas que se construirán en el barrio.

Asistencia

La Municipalidad se encuentra por estas horas relevando a los vecinos para anunciar su plan para La Vuelta del Paraguayo, que sería dado a conocer el viernes. Todavía no ingresaron al barrio las máquinas, como sí lo hicieron en Colastiné Sur. En en uno de los refugios que está en el ingreso al barrio hay 38 familias alojadas; en el que está enfrente, otras 17; y a la vera de la ruta nacional 168 hay 29 familias evacuadas. Todas siguen siendo asistidas por los agentes sanitarios.

“Todos los evacuados recibieron un subsidio de Nación de $ 1.500”, mencionó Rocío Giménez, desde la Subsecretaría de Acción Social de la Municipalidad. La funcionaria aportó otra cifra: “La Municipalidad lleva invertidos 40 millones de pesos que salieron de recursos propios, para la asistencia de los evacuados”.

En cuanto al nuevo barrio que se levantará en La Vuelta del Paraguayo, Giménez dijo que “será coordinado por la Agencia Santa Fe Hábitat, que trabajará junto a la Municipalidad”. Y agregó: “Hicimos un censo de toda la población en riesgo hídrico, con esa información que tendremos el viernes, definiremos cuáles son las 80 familias beneficiarias de las primeras viviendas”.

Según el relevamiento de la Municipalidad, son alrededor de 120 las familias evacuadas en La Vuelta del Paraguayo. “A quienes no les toque una vivienda nueva, acordaremos otro tipo de soluciones. Muchos que no se dedican a la pesca están dispuestos a mudarse, e iremos reubicándolos en otro sector de la ciudad”.

Relato

Junto a la guardería náutica de La Vuelta del Paraguayo vive desde hace unos tres años Oscar Álvarez. Se podría decir que es uno de los vecinos más nuevos del barrio. Y consiguió “un lugar privilegiado” para vivir, asegura. Su vivienda es un palafito de madera con ventanal y escalera al riacho. Allí se mudó desde barrio Sur y es donde piensa quedarse, porque esta mañana ya estaba tirando escombros junto a unos amigos solidarios, para recomponer la barranca de su lote que se llevó el río.

Además, Oscar limpia las huellas del paso del río en el interior de su casa. Pese a que se trata de una construcción en palafito ingresaron unos 30 centímetros de agua. Los últimos 6 meses los pasó en la casa de un amigo. Recién esta semana pudo volver a su hogar. “De acá no me voy, mirá lo que es esta vista”, dice, al igual que Ana María, mirando el río y al otro lado, el hotel UNL ATE. Este vecino tampoco sabe si será beneficiario de una de las nuevas viviendas que levantará la Municipalidad.

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Oscar Álvarez. Su casa es de palafito y está junto al riacho Santa Fe. Pero el agua la inundó igual unos 30 centímetros. Tuvo que irse de un amigo y esta semana volvió. Foto: Flavio Raina.