Tras asistir a la cumbre del G7 en Japón

Histórica visita de Obama a Hiroshima

  • Barack Obama se convirtió hoy en el primer presidente norteamericano en ejercicio en visitar la ciudad nipona desde que fuera atacada con una bomba nuclear en agosto de 1945 por el ejército de Estados Unidos.
14_A_3350907.jpg

“Venimos a recordar a los muertos”. Barack Obama, realizó hoy una ofrenda floral en el Parque de la Paz en Hiroshima en memoria de las víctimas de la bomba nuclear lanzada por su país en 1945.

Foto: Agencia EFE

 

Redacción El Litoral

Agencias EFE/DPA

El presidente estadounidense, Barack Obama, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, defendieron hoy en la ciudad de Hiroshima un mundo sin armas nucleares.

“Puede que no alcancemos este objetivo mientras yo viva. Pero con esfuerzos constantes podremos evitar la posibilidad de una catástrofe”, dijo Obama tras colocar una corona de flores blancas en el Monumento de la Paz. “Tenemos que aprender la lección de Hiroshima”.

“Es nuestra responsabilidad crear un mundo sin armas atómicas”, dijo también Abe. Da igual lo difícil que sea o lo que se tarde en conseguir.

Obama se convirtió en el primer mandatario en funciones de su país en visitar la ciudad del oeste de Japón sobre la que Estados Unidos lanzó la primera bomba atómica hace 71 años, al final de la Segunda Guerra Mundial.

Abe y Obama se acercaron hasta el monumento en el que se lee: “Que todas las almas descansen aquí en paz; pues nosotros no repetiremos el mal”. Cada uno colocó una corona de flores, Abe hizo una reverencia y el estadounidense cerró brevemente los ojos. Luego se dieron la mano en señal de reconciliación.

“Hace 71 años, en una mañana brillante sin nubes, la muerte cayó del cielo y el mundo cambió”, dijo Obama sobre el bombardeo del 6 de agosto de 1945. Se calcula que de los 350.000 habitantes murieron instantáneamente unos 70.000 y hasta finales de año se calcula que lo hicieron unas 140.000.

“Un destello de luz y un muro de fuego destruyeron la ciudad y demostraron que la humanidad posee los medios para autodestruirse”, añadió el presidente.

“Recordamos a los inocentes que murieron durante esta guerra”, indicó Obama en su discurso de 20 minutos. Estados Unidos y Japón aprendieron de sus errores y se reconciliaron, el mundo es responsable de que esto no se repita.

“¿Por qué venimos a este lugar, a Hiroshima?”, se preguntó. “Venimos a reflexionar sobre la terrible fuerza desatada en un pasado no tan distante. Venimos a recordar a los muertos”.

La lógica del miedo

Aunque no ofreció una disculpa, Obama dejó claro que hay que trabajar para que no se repita un ataque como el de Hiroshima, en un discurso pronunciado tras acudir a la cumbre del G7 de este año en la ciudad costera de Ise-Shima.

Ya a comienzos de su mandato, en 2009, el presidente se había pronunciado en contra de los arsenales nucleares en un conmovedor discurso en Praga. “Tenemos que cambiar nuestra forma de pensar sobre la guerra para evitar la guerra a través de la diplomacia”.

Aunque Estados Unidos siga teniendo grandes arsenales de armas nucleares, “hay que abandonar la lógica del miedo”, indicó.

En Estados Unidos se considera justificado el lanzamiento de la bomba porque en la opinión mayoritaria es que acabó con la Segunda Guerra Mundial. Por eso no era de esperar que hubiese un pedido de perdón y Japón tampoco lo había reclamado.

Abe consideró la visita un acontecimiento histórico: “Abrimos una nueva página en nuestros libros de historia”. Obama tomó una decisión difícil pero “maravillosa”, dijo.

Entre las 100 personas presentes durante el acto estuvieron algunos supervivientes, así como la embajadora estadounidense en Japón, Caroline Kennedy, el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, y el de Nagasaki, Tomihisa Taue.

Tres días después de Hiroshima, una segunda bomba fue lanzada por un B-29 sobre la ciudad portuaria de Nagasaki, donde se calcula que hasta finales de año murieron 74.000 personas.

Obama también recordó a las víctimas de Nagasaki. El número exacto de muertos es imposible de conocer porque muchos murieron tiempo después como consecuencia de la radiación.

Claves del hecho que cambió el mundo

El nacimiento de la bomba nuclear

  • En el marco de la segunda Guerra Mundial, Estados Unidos puso en marcha el Proyecto Manhattan, un programa nuclear secreto (1942-1945) cuyo fin era desarrollar antes que otros países la bomba atómica, el arma más mortífera y destructiva hasta la fecha.

Basándose en la teoría de la relatividad de Albert Einstein, el físico alemán Robert Oppenheimer dirigió el proyecto que se incubó en el laboratorio Nacional de Los Alamos (Nuevo México, EE.UU.). También colaboraron en la puesta en marcha de la bomba nuclear, los científicos Stanislaw Ulam, Isidor I. Rabi, Edward Teller, Hans Bethe, Norris Bradbury o Richard Feynman -la mayoría refugiados de los regímenes nazi y fascistas europeos-.

El 16 de julio de 1945 se realizó con éxito la primera detonación experimental atómica, el conocido como test Trinity, con una potencia de entre 15.000 y 20.000 toneladas de dinamita.

El lanzamiento

  • El bombardero B29 “Enola Gay”, bautizado así en honor a la madre del piloto, lanzó la primera bomba atómica usada en una guerra a las 08:15 del 6 de agosto de 1945 sobre la ciudad japonesa de Hiroshima. A los mandos del aparato se encontraba el piloto Paul Tibbets junto a otros 11 tripulantes, todos ellos ya fallecidos.

En su página web Tibbet relató cómo fue el lanzamiento de la bomba, conocida como “Little Boy”: “Se produjo una explosión terrible, muy fuerte, inimaginable, cerca del centro de la ciudad. La tripulación del ‘Enola Gay’ vio una columna de humo que se elevaba rápidamente y fuegos intensos que brotaban”.

Pese a la pérdida de miles de vidas, algunos de los tripulantes del “Enola Gay” no se mostraron públicamente arrepentidos por haber ejecutado el lanzamiento. “Pusimos fin a la guerra y salvamos muchas vidas”, afirmó en 2010 uno de ellos, el capitán Theodore Van Kirk.

Otro de los militares a bordo, Morris “Dick” Jeppson, a los 87 años, se excusó declarando: “Cuando tienes un trabajo que hacer, simplemente lo haces”.

Sin embargo, Paul Bregman, quien también se encontraba en el bombardero aquel 6 de agosto, se suicidó poco antes del 40 aniversario de la bomba atómica. Sus familiares dijeron entonces que se encontraba aún en una profunda depresión por su participación.

Tres días después de que el ‘Enola Gay’ arrasara Hiroshima con una bomba nuclear fabricada con uranio, la ciudad nipona de Nagasaki se convertiría en el segundo objetivo militar sobre el que el mando militar estadounidense dejaría caer un proyectil nuclear, en esta ocasión elaborado con plutonio.

Víctimas

  • La explosión en Hiroshima acabó de forma inmediata con la vida de unas 80.000 personas, aunque este número aumentaría hacia finales de 1945 hasta las 140.000 víctimas. En Nagasaki, por su parte, 74.000 personas fallecieron por las heridas causadas por la bomba atómica. Además, muchos de los supervivientes murieron en años posteriores debido a la radiación. Por otro lado, los supervivientes a las bombas atómicas, conocidos como “hibakusha” en Japón, sufrieron el estigma de haber sido víctimas de la bomba nuclear. Durante años los japoneses rehuyeron a los afectados por miedo a un supuesto contagio. Hoy, sin embargo, son un colectivo respetado en el país asiático y hasta marzo de 2015 aún vivían 183.519 de ellos.

Fin de la segunda Guerra Mundial

  • Apenas seis días después del lanzamiento de la bomba atómica en la ciudad de Nagasaki, Japón capituló poniendo fin a la segunda Guerra Mundial (1940-1945). Posteriormente y hasta 1952, Estados Unidos ocupó militarmente Japón bajo la supervisión del general Douglas MacArthur, quien puso en marcha algunas reformas democráticas en el país asiático.

En la actualidad, ambos países mantienen una estrecha alianza en el plano de la política internacional y la economía.

Sin disculpas

  • La doctrina oficial en EE.UU. es que la bomba atómica salvó vidas al acortar la guerra. De acuerdo a las cifras del Gobierno estadounidense, una invasión a Japón pudo haber supuesto el sacrificio adicional de 250.000 soldados americanos. Según apuntó recientemente el asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, Ben Rhodes, el presidente estadounidense no se disculpará por el lanzamiento de la bomba atómica: “Obama no revisará la decisión de usar la bomba atómica al final de la Segunda Guerra Mundial, sino que ofrecerá una visión de futuro”.