Se profundiza la crisis
El dictamen de la OEA divide a Venezuela
- El presidente Nicolás Maduro convocó a una “gran movilización” contra la Organización de Estados Americanos tras la activación de la Carta Democrática, mientras que la oposición presiona al ente electoral para acelerar un referéndum revocatorio contra el mandatario.
“A Venezuela nadie le va a aplicar ninguna carta. Quiero llamar a la rebelión popular frente a las amenazas internacionales”, recalcó Maduro tras el dictamen de la OEA. Foto: Agencia EFE
Redacción El Litoral
Agencia EFE
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó ayer que la Carta Democrática Interamericana es una “entelequia que no sirve para nada”, aunque se intenta utilizar para una intervención contra Venezuela.
Maduro calificó como un “desatino y una desproporción” de parte del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, el informe con el que convocó a una sesión del Consejo Permanente para analizar la crisis del país.
“Vamos a combatir en el terreno que sea que nos toque combatir. ¿No les parece un desatino y una desproporción de Almagro con su carta llena de odio, de desproporción, de locura? Es una carta de subjetividad, parcializada por la derecha venezolana, como escrita por el más ultraderechista que pueda existir, de esto que se llama la oposición venezolana”, dijo en su programa “En contacto con Maduro”.
Agregó que Almagro desnaturalizó su posición como secretario general y quedó descalificado porque “se llenó de manera obsesiva de odio contra Venezuela, contra la revolución bolivariana”.
Almagro anunció la activación de la Carta en un informe de 132 páginas que publicó en la página web de la OEA y que remitió el lunes al presidente del Consejo Permanente, el representante de Argentina ante la OEA, Juan José Arcuri.
“(Almagro) se entregó al Departamento (norteamericano) de Estado. Le hacen cosquillas y él se siente contento. Tú has decidido casarte con el imperialismo y has sido capaz de solicitar una intervención contra la patria de Simón Bolívar. Quedarás hundido en el foso de los intervencionistas y voceros del imperio yanqui decadente”, aseveró.
Asimismo, Maduro llamó a conformar un movimiento contra el intervencionismo político, militar y económico contra Venezuela.
Afirmó que la Carta Democrática de la OEA fue aprobada en 2001 para justificar un golpe de Estado contra el entonces mandatario Hugo Chávez.
“Ya estaba dada la orden y la aprobaron. Al final, la Carta es una entelequia, no sirve para nada. La aprobación significa una orden para intervenir a Venezuela. La Carta la aprobaron para aplicársela al comandante Chávez”, indicó.
A la vez, anunció que emprenderá una demanda contra el jefe de la Asamblea Nacional, el opositor Henry Ramos Allup, por “traición a la patria” y por usurpar funciones presidenciales al supuestamente pedir una intervención internacional en Venezuela.
“A Venezuela nadie le va a aplicar ninguna carta. Quiero llamar a la rebelión popular frente a las amenazas internacionales”, recalcó.
El gobernante dijo que luego del “golpe de Estado” en Brasil, por la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, ahora “vienen por nosotros”.
“Esta vez han pasado más allá del límite, creen que el pueblo venezolano se va a intimidar... Ellos están cayendo en fase de desesperación porque se agota el tiempo que ellos mismos se impusieron. La derecha internacional imperialista había asignado a esta dirigencia pitiyanqui aquí la tarea de incendiar el país en abril y mayo y pasaron abril y mayo y en Venezuela lo que ha reinado es la paz”, aseveró.
A su vez, la Cancillería venezolana emitió una declaración en la que rechazó “categóricamente” la solicitud presentada por Almagro, que pretende “en forma fraudulenta invocar el artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana”.
En la vereda de enfrente
Por su parte, la oposición aseguró que insistirá en la bandera del referendo para revocar a Nicolás Maduro, como vía para superar los problemas del país, aunque recibe de buena gana el apoyo que, dice, ha recibido de la OEA con la activación de la Carta Democrática.
La alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática dijo a través de sus voceros Henrique Capriles y Henry Ramos Allup que esta plataforma celebra el informe de la Organización de Estados Americanos
No obstante, los voceros también aclararon que la vía es el revocatorio y por ello es que se ha resuelto que una comisión de diputados acuda a la sede del Poder Electoral para exigir que el organismo anuncie el siguiente paso en la activación del referendo.
Capriles aplaudió el contenido del informe presentado por Almagro y señaló que las recomendaciones que ofrece no tienen ningún contenido “que atente contra los derechos de los venezolanos”.
El dos veces candidato a la Presidencia y gobernador del céntrico estado Miranda aclaró, sin embargo, que la Carta Democrática “no cambia al Gobierno”.
“Eso hay que decirlo con mucha claridad (...) la solución a la crisis es el revocatorio”, resaltó y recordó que este es el método que está establecido en la Constitución para recortar el mandato del presidente, a quien atribuye la causa de la crisis económica, política y social que vive el país.
“Quieras o no quieras, Maduro, vas a entrar en la Constitución”, sentenció.
Asimismo, señaló que la MUD enfrenta “un cartel” de delincuentes que “no tiene ningún tipo de escrúpulos” y que de ahí vienen las denuncias hechas por el chavismo sobre el supuesto fraude en las firmas para activar el revocatorio.
Ramos Allup, por su parte, dijo que la situación de Venezuela “no se puede ocultar más” y que es evidente la “crisis humanitaria” que, dijo, viven los venezolanos, donde “el único que se empeña en negarla es el Gobierno” que preside Maduro.
Asimismo, señaló que en Venezuela hay “presos políticos”, “derechos humanos violados” y “no existe auténtica libertad de expresión” mientras que “todos los órganos del Poder Público” están al servicio del Gobierno.
Adelantó, asimismo, que la oposición ha pedido formalmente a la OEA que se les permita exponer ante el Consejo Permanente “cuál es la situación de Venezuela” y que no irán “con conjeturas” sino con “pruebas, con documentos públicos” y “hechos concretos”.