Fuerte caída en los mercados financieros internacionales

El “brexit” sacudió a la Unión Europea

  • Una estrecha mayoría del 51,9 por ciento de los británicos votó a favor de la salida del Reino Unido de la UE en un histórico referéndum. El resultado hunde a la comunidad en la peor crisis desde su creación y motivó la inmediata renuncia del primer ministro David Cameron.
El “brexit” sacudió a la Unión Europea

“Una separación trágica”. Así describió hoy en su portada la revista económica The Economist, la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Foto: The Economist.

 

Redacción El Litoral

Agencias EFE/DPA

La ajustada victoria del “brexit” que sacará al Reino Unido de la Unión Europea, tras 43 años de pertenencia a regañadientes, sacude los cimientos de un proyecto europeo ya en crisis y que ahora pierde a su segunda mayor economía y a uno de sus socios políticos de peso.

La crisis económica, la oleada de refugiados sirios y el creciente desencanto de una ciudadanía europea que cada vez ve menos utilidad en una UE que no resuelve sus problemas, está abonando el fervor nacionalista y poniendo seriamente en riesgo la supervivencia comunitaria.

La salida británica se convierte, por tanto, en un arma cargada de simbolismo que asesta un duro golpe interno a la UE, pero que también trae consecuencias geopolíticas que se dejarán sentir en el exterior.

Lo cierto es que una estrecha mayoría del 51,9 por ciento de los británicos votó a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea en el histórico referéndum celebrado este jueves, frente a un 48,1 por ciento que se decantó por la permanencia.

El resultado hunde a la UE en la peor crisis en su historia de casi 60 años. Los mercados financieros internacionales reaccionaron con fuertes caídas. La cotización de la libra esterlina cayó por debajo de los 1,35 dólares, su nivel más bajo desde 1985. Y son muchos los expertos que temen que el “brexit” provoque una crisis económica, la pérdida de empleos y el derrumbe de la moneda nacional británica.

La salida de la UE también trae consigo el peligro de una desintegración del propio Reino Unido. En Escocia e Irlanda del Norte, el resultado del referéndum refuerza la posición de los independentistas que aspiran a abandonar el Reino Unido y que quieren permanecer en la UE. La mayoría de los escoceses y norirlandeses votaron en el referéndum en contra de una salida de la Unión.

Temor y prudencia

En las calles, una sensación agridulce invadió hoy a los británicos que votaron a favor y en contra del brexit, al verse ante la irreversibilidad de su próxima salida de la Unión Europea, en una decisión que ha polarizado por completo al Reino Unido.

Partidarios y detractores compartían un sentimiento de estupefacción por un resultado que aunque entraba dentro de las probabilidades más realistas, también dejaba cierto espacio para la esperanza de mantener los lazos después de que los últimos sondeos en la noche del jueves dieran la victoria a la permanencia y la economía parecía florecer.

Las consecuencias de esta decisión ya se han empezado a ver en la economía y la sociedad británica, no sólo por el desplome de la bolsa y de la libra, sino también por el anuncio de dimisión del primer ministro conservador, David Cameron, y el aviso de Escocia (que ha votado mayoritariamente por mantener los lazos con la UE) de que podría convocar un segundo referéndum sobre su independencia del Reino Unido.

La inquietud sobre el futuro del país se palpa en las calles, sobre todo a partir de la renuncia del primer ministro David Cameron en la madrugada de hoy.

Un doloroso divorcio

Los líderes de las instituciones de la UE y de los Estados miembros admitieron hoy que el proyecto europeo ha recibido un revés sin precedentes con la decisión de Reino Unido y confiaron en que el “divorcio” se produzca cuanto antes para evitar más daños.

La reacción conjunta de las instituciones se hizo esperar hasta pasado el mediodía, y se concretó en un escueto comunicado de los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, del Parlamento Europeo, Martin Schulz, del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el primer ministro holandés, Mark Rutte, que preside este semestre el Consejo de la UE.

“Esperamos ahora del gobierno británico que aplique la decisión de los británicos cuanto antes, con independencia de lo doloroso que pueda ser el proceso. Cualquier retraso prolongaría innecesariamente la incertidumbre”, señalaron los responsables europeos, tras su reunión mantenida en la sede del Ejecutivo comunitario.

Como un amigo traicionado, la UE reiteró a Londres que no le dará una nueva oportunidad, o como dice el comunicado conjunto, “no habrá una renegociación”, aunque dejó claro que espera mantener una buena relación futura por el bien de ambas partes.

“Esperamos tener al Reino Unido como un socio cercano a la UE, también en el futuro”, señalaron los líderes de las instituciones, que confiaron en que el Reino Unido formule sus propuestas en ese contexto.

“Nos mantendremos fuertes y preservaremos los valores fundamentales de la UE de promoción de la paz y del bienestar de sus gentes” agregaron, y subrayaron que “la UE de 27 Estados miembros continuará. La Unión es el marco de nuestro futuro político común”.

Desde sus respectivas capitales, los líderes de la UE reconocieron sin tapujos que la salida de Reino Unido daña los cimientos del proyecto comunitario.

Está por verse si más allá de los mensajes de tranquilidad y unidad que ya se producen y se repetirán en los próximos días desde Bruselas y otras capitales, la U.E. logra hacer examen de conciencia y reconducir su inquietante futuro, al tiempo que negocia un proceso de divorcio con el Reino Unido que puede alargarse una década, según expertos comunitarios.

¿Y ahora qué?

  • El resultado de la partida de Gran Bretaña es claro, las consecuencias no. Ahora empieza la gran tarea por recomponer la situación, estabilizar los mercados, apuntalar la libra esterlina, encontrar un nuevo primer ministro. ¿Qué pasará ahora en Londres?

La situación de Cameron La reacción de los mercados La “rebelión” de Escocia

El primer ministro ha renunciado, sin embargo se mantendrá en su cargo hasta octubre. La mayoría esperaba esta decisión tras conocerse la victoria del brexit, aunque otros interpretan su partida como una huida frente a la responsabilidad. Y es que de hecho, fue Cameron el que convocó el referéndum. Más de 80 diputados de su propio partido conservador, todos ellos impulsores de la salida de la UE, le escribieron una carta exigiéndole que se mantenga en el poder. Entre los firmantes está el popular ex alcalde de Londres, Boris Johnson, que no oculta sus ambiciones de querer ocupar la jefatura de gobierno. Cameron sabe que en lo inmediato tiene que mantener la estabilidad y no generar mas incertidumbres. Por el momento, su renuncia provocará una lucha interna y un nuevo posicionamiento en todas las fuerzas políticas. Todos especulan con la probabilidad de que se convoquen elecciones anticipadas. A los británicos no les gustan los primeros ministros que no hayan ganado elecciones y tengan el apoyo de la gente a través del voto.

Durante estos meses, el Banco Central británico se preparó para todas las eventualidades, también para el brexit. El presidente de la institución, el canadiense Mark Carney, anunció hoy que puede intervenir masivamente en los mercados para estabilizarlos. El Banco de Inglaterra dispone de 250.000 millones de libras esterlinas para tomar medidas de apoyo. La entidad será de esta manera una herramienta fundamental para resolver la crisis, incluso con mayor influencia que Downing Street, la sede del Ejecutivo. Uno de los aspectos decisivos será la capacidad de mantener las inversiones extranjeras en la isla, por ejemplo de industrias claves como la automotriz y la aeronavegación.

Por lo pronto, el resultado del brexit hundió a la libra esterlina a su valor más bajo desde 1985. Pero también el euro sufrió las consecuencias. En las bolsas, en picada sobre todo en valores británicos, en las primeras horas después de conocerse el “sí” a la salida, se pulverizaron miles de millones de depósitos en dólares, euros y libras. Afecta a bancos, al gigante petrolero BP, a fondos de inversión. La evolución en los próximos días dependerá de las medidas de estabilización inmediatas que tomen el gobierno y el Banco Central.

David Cameron, el político que apostó y perdió

La pasión británica por las apuestas es mundialmente conocida y el primer ministro, David Cameron, puso en juego el futuro de su país y su futuro político con la convocatoria de un referéndum sobre la permanencia de su país en la Unión Europea.

En lo personal, el inquilino de Downing Street número 10 salió perdiendo. En contra de su voluntad, los británicos votaron salir de la UE y a él no le quedó más remedio que dimitir. Hoy, a su lado mientras hablaba, su esposa Samantha estaba al borde de las lágrimas.

Cameron lleva seis años encabezando el gobierno, primero al frente de una coalición de su Partido Conservador con los liberaldemócratas y desde 2015 con mayoría absoluta de su agrupación en la Cámara Baja del Parlamento. “No creo que yo sea el capitán adecuado para encaminar a nuestro país hacia un nuevo rumbo”, afirmó al anunciar su renuncia.

Durante esos años, el dirigente tuvo que escuchar críticas muy duras de opositores en las filas de su propio partido, como del ya ex alcalde de Londres Boris Johnson o del ex jefe de partido Ian Duncan Smith, que lo acusaron reiteradamente de debilidad de liderazgo.

Incluso su grupo parlamentario le negó en varias ocasiones el apoyo en cuestiones como el matrimonio homosexual o la reforma de la Cámara Alta.

En política, Cameron está considerado un jugador de sangre fría y un duro negociador. A nivel privado, el conservador de 49 años es al parecer un hombre hogareño y tierno. Tiene tres hijos con su mujer Samantha. El cuarto, el mayor, que sufría una grave minusvalía, murió a los seis años antes de la elección de Cameron al frente del gobierno. Antes de su muerte, el dirigente lo cuidó con abnegación.

En su mandato como sucesor de Gordon Brown, la cuestión europea fue la más candente desde el principio, tras llevar décadas dividiendo a los tories británicos. Margaret Thatcher no pudo solucionarla, y su sucesor John Major también fracasó por el mismo motivo.

Cameron la abordó abiertamente, entre otras cosas porque consideró que podía unificar a su partido al respecto. En el transcurso del tiempo fue haciendo continuas concesiones al ala más eurocrítica.

En 2011, Cameron se negó a participar en el pacto fiscal europeo, una importante iniciativa de integración. En casa vendió su comportamiento como un “veto” que los opositores a la UE aplaudieron, hasta que se dieron cuenta de que el tratado iba a entrar en vigor sin el voto británico.

Pero cuando a comienzos de año el panorama se convirtió en un “todo o nada”, el primer ministro se volvió de repente un defensor de las ideas europeas. La población no lo aceptó y la credibilidad del premier en las encuestas se hundió.

Cameron ha asumido en varias ocasiones altos riesgos a lo largo de su carrera política. El referéndum es sólo un ejemplo de una convocatoria lanzada por él que se volvió en su contra.

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El primer ministro David Cameron anunció hoy su intención de dimitir en octubre.

Foto: Agencia EFE

El dato

Escocia luchará por permanecer en la Unión Europea y por ello comenzará a prepararse para un nuevo referéndum sobre una eventual independencia de Reino Unido, anunció hoy la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon.

“Quiero dejar absolutamente claro hoy que pretendo adoptar todos los pasos posibles para asegurar nuestra continuación en la UE y el mercado común”, dijo Sturgeon, reaccionando al voto de los británicos a favor de la salida de la UE.

Los votantes escoceses ya votaron contra la independencia de Reino Unido en una consulta en 2014, en parte porque temían que ese paso dejaría a Escocia fuera de la UE, pero la situación ha cambiado ahora, dijo Sturgeon.

La ministra principal dejó claro que no puede anunciar ahora una nueva consulta, porque es el Parlamento escocés el que debe decidir al respecto.

“En cualquier caso, un referéndum de independencia tendría que celebrarse dentro de los dos próximos años, en los que el gobierno británico tiene que negociar la salida de la UE”, señaló.