200 asistentes en Avellaneda

El girasol tiene su Norte

  • ASAGIR realizó su Simposio Regional del cultivo en el norte de Santa Fe. El encuentro marcó la proximidad del inicio de la campaña 2016/17, que se anticipa con un marcado optimismo por la mejora de las condiciones internas y un contexto internacional favorable.
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En alza. “La quita de las retenciones a las exportaciones derivó en una mejora de la rentabilidad podemos afirmar que estamos frente a una campaña auspiciosa”, indicó Luis Arias. Foto: Archivo

 

Campolitoral

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Las buenas perspectivas que aparecen para la campaña girasolera 2016/17 animaron el reciente Simposio Regional organizado por la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR), la Cooperativa Unión Agrícola de Avellaneda y el INTA a través de la EEA Reconquista. Alrededor de 200 asistentes, entre productores y técnicos, se reunieron en la localidad de Avellaneda, departamento General Obligado, para actualizar la información sobre los diferentes aspectos del cultivo. El norte de Santa Fe y el sudoeste del Chaco constituyen una de las importantes regiones girasoleras del país que se caracteriza por ser la primera en iniciar las siembras en cada campaña.

Luis Arias, presidente de ASAGIR, abrió el encuentro acompañado por Dionisio Scarpin, intendente de Avellaneda, y Mario Cracogna, director de la EEA Reconquista del INTA. “En los últimos años en esta región el cultivo de girasol ofreció buenos resultados productivos -indicó Arias-, por lo tanto si a eso le sumamos que la quita de las retenciones a las exportaciones derivó en una mejora de la rentabilidad podemos afirmar que estamos frente a una campaña auspiciosa”.

Maldito pájaro

En el primer panel, dedicado a revisar las tecnologías disponibles, José Ignacio Nardelli -asesor y productor de Tostado- comenzó señalando: “desde 2011 tenemos problemas de palomas y esto nos marca la necesidad de contar con nuevos híbridos que nos permitan contrarrestar a esta plaga”.

Al respecto, Ariel Edgardo Pucheta -asesor de establecimientos agropecuarios en el noroeste santafesino- agregó: “el alto potencial de la zona nos permitiría aspirar a rindes de 30 quintales por hectárea, pero la paloma nos lleva a sembrar materiales estriados y que vuelcan temprano el capítulo pero que ofrecen menores rendimientos”.

“Además -dijo Nardelli-, si se siembra temprano el girasol se defiende muy bien de los ataques de palomas y de otras plagas y ofrece altos rendimientos, pero para eso necesitamos un muy buen manejo del agua ya que prácticamente no tenemos lluvias de invierno”.

“También hemos logrado buenos resultados utilizando desecantes que nos permiten anticipa la cosecha y adelantarnos a la llegada de las palomas”, dijo Pucheta.

Fertilizar, otra deuda

Omar Gregoret, que maneja el grupo de asesores técnicos de la Unión Agrícola de Avellaneda, explicó que en el noreste de Santa Fe la expectativa de rendimientos es en promedio de 1.700 kilos por hectárea, pero en los últimos 10 años rondó en 1.400 kilos ya que a los problemas señalados se suma una deficiente nutrición de los cultivos.

El técnico explicó que en la zona se fertiliza más del 90% del área sembrada con girasol, pero con dosis muy bajas. “Creo que hay mucho por hacer en materia de nutrición del cultivo -indicó- ya que es el factor que tiene mayor incidencia en la diferencia que se encuentra entre los rendimientos medios y los que obtienen los productores de punta”. Los integrantes de ese panel coincidieron en que las mejores perspectivas de la campaña 2016/17 incentivarán a los productores a aumentar los niveles de fertilización.

Juan Cardozo, otro de los asesores presentes en el Simposio, indicó que “lo tradicional es aplicar 40 kilos de fosfato diamónico, pero hoy los números dan para más. Por lo tanto, con siembra directa y un correcto manejo de la fertilización y de la aplicación de herbicidas se pueden esperar rendimientos de 2.000 kilos por hectárea”.

Respecto de la oferta genética actual, Sebastián Zuil especialista del INTA Reconquista- consideró que “Hay que trabajar en manejo sitio específico, ya que tenemos muchos materiales disponibles cuyo resultados se conocen a través de la red de evaluación pero falta más información sobre las zonas en las que ofrecen mayor adaptabilidad y estabilidad de rendimientos”.

Enfermedades y futuro

La resistencia genética, el manejo del cultivo y el control químico son las grandes herramientas disponibles para contrarrestar los efectos de las enfermedades que afectan al girasol. María Eugenia Bazzalo, del Área de Patología y Servicios de Advanta Semillas, se refirió al control de dos de los principales patógenos que afectan al cultivo de girasol en el norte del país, el Tizón o Alternaria y la Roya Negra. “Además de utilizar híbridos de alta resistencia a estas enfermedades, que es lo que nosotros desarrollamos en el Centro de Biotecnología de Advanta, otras recomendaciones son utilizar rotaciones de cultivos, controlar las malezas que pueden actuar como reservorio de estas enfermedades y adecuar las fechas de siembra para escapar a los momentos en los que la planta tiene mayor predisposición para enfermarse”.

Por último, el economista Jorge Ingaramo, asesor de ASAGIR, cerró la jornada señalando que además del nuevo escenario interno que alienta a la producción de girasol se agrega una demanda mundial que se mantiene creciente y es la causa de la actual reducción de los stocks de aceite de girasol. “Se estima que en los próximos 5 años harán falta 8,8 millones de toneladas más de girasol en el mercado internacional que equivalen a un incremento del área de siembra de 4,4 millones de hectáreas indicó-, y la Argentina es el único país entre los mayores productores que podrá aportar una gran parte de esa demanda”.

 

Recupera hectáreas en el norte provincial

  • Un informe especial de la Bolsa de Comercio de Santa Fe anticipó esta semana que la superficie a sembrar con girasol en el centro norte provincial se recuperaría hasta alcanzar el nivel de dos años atrás.

El reporte indica que se fueron potenciando los indicadores económico y ambientales, los cuales generan expectativas y en un primer relevamiento del área de estudio que constituyen los doce (12) departamentos de monitoreo, se estima un aumento de intención de siembra un 26 a 27% superior a la intención del año pasado. Este guarismo representa, aproximadamente, unas 20.000 a 21.000 ha de incremento. Las perspectivas futuras para el cultivo de girasol son alentadoras estimándose una intención de siembra total para el área de unas 100.000 hectáreas, número similar a lo proyectado para la campaña 2014/2015.

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"Hay mucho por hacer en materia de nutrición del cultivo ya que es el factor que tiene mayor incidencia en la diferencia que se encuentra entre los rendimientos medios y los que obtienen los productores de punta

Omar Gregoret

Unión Agrícola de Avellaneda