Villa Ocampo

Se ahorcó el acusado de degollar a su ex esposa

La policía encontró ayer su cadáver, colgado de un árbol. Estiman que tomó la drástica decisión al verse rodeado por los uniformados que lo buscaban.

Télam/El Litoral

Un hombre que era intensamente buscado por haber degollado a su ex pareja fue encontrado ahorcado en un árbol, y las fuentes informaron que aparentemente se quitó la vida al ser rodeado por la policía, que estaba en su búsqueda, en cercanías de un arroyo de la localidad de Villa Ocampo, departamento General Obligado.

El episodio se desencadenó ayer, cuando Lucio Saucedo, de 42 años -quien estaba acusado por el brutal asesinato a cuchilladas de su ex pareja, Norma González, de 37) fue cercado por uniformados de distintas fuerzas y decidió colgarse para terminar con su vida, antes que entregarse a las autoridades. Trascendió que para suicidarse utilizó su propio cinturón.

Según los investigadores del crimen de Norma González, el hombre era perseguido por un equipo táctico de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), efectivos de la Guardia Rural Los Pumas y demás policías de la ciudad.

Como se informó, anteayer en estas páginas, Norma González tenía 37 años y residía junto a su hermana en un departamento del barrio Fonavi de la mencionada población. Allí se había mudado hace poco, luego de separarse de Saucedo, un peón de albañil con quien había convivido en otro barrio, ubicado en el extremo oeste del ejido urbano, el Juan Domingo Perón.

Según aseguraron algunos familiares, González había tomado la drástica decisión cansada de maltratos.

El miércoles pasado, aproximadamente a las 18, Norma salió a la vereda de su casa, en inmediaciones del cruce de calles Ricardo Gutiérrez y Cabral. Su ex pareja le había pedido que saliera para charlar. Junto a ella también caminó su pequeño hijo, de apenas 7 años.

La tarde era ideal para la época invernal, por lo que gran cantidad de chicos del populoso barrio jugaban en la calle.

Pudo reconstruirse que Saucedo se acercó a Norma González y cruzó con ella algunas palabras. Le habría pedido que regresara a su hogar, pero la respuesta de la mujer fue negativa. El hombre no titubeó entonces y, según el relato de testigos, sacó a relucir un cuchillo, la tomó del cuello, la arrojó al piso y la pateó. Ella no se resistió. Quedó tendida en el suelo, con un profundo corte en la garganta. Murió segundos más tarde.

El frío asesino escapó corriendo hacia el norte y se internó en un campo. Desde entonces logró evadir a los numerosos uniformados que lo perseguían hasta ayer.