¿Qué se baila en Santa Fe?
Contrariamente a lo que la mayoría piensa, aprender a bailar sí es para todos, no importa ni sexo ni edad. Santa Fe tiene tradición de baile, y son muchísimas las academias, estudios y gimnasios que se dedican a enseñar a moverse alegremente y con elegancia. Nosotros te contamos qué eligen los santafesinos de 15 a 99 años para sacarle viruta al piso, y cuáles fueron los ritmos que llegaron para quedarse.
Textos. Revista Nosotros. fotos. luis cetraro y gentileza entrevistados.
PASIÓN COMPARTIDA
Alejandro y Axel Eggesti son padre e hijo que comparten su amor por la danza y también son profes de Ecae. Han competido a nivel nacional e internacional y se puede decir que llevan el ritmo en la sangre. “No solo se baila por placer sino también por prescripción médica. El deporte ha crecido mucho en el mundo en esta última década y el baile está entre los primeros eslabones. Antes que cualquier actividad física la gente prefiere bailar, olvidar las penas y darle un poco de ritmo al cuerpo. Hoy en Santa Fe la gente tiene mucho para elegir y hay público para todo”, dice Alejandro.
El compromiso y las ganas siempre va a depender de la persona que lo realice. Para empezar se necesita muchas ganas de divertirse y predisposición a pasarla bien, ropa cómoda y zapatillas deportivas.
“En todos estos años de trayectoria -18 años enseñando y compitiendo- puedo decir que el baile es una actividad que se la recomiendo a todo el mundo, inclusive a toda aquella que cree que no coordina porque todo con el tiempo se aprende. Rejuvenece el alma y si además de que te gusta bailar le ponés pasión, no hay palabras para explicar lo que produce toda esa fusión en tu cuerpo y en tu alma”, concluye con una sonrisa.
“La verdad que desde mi punto de vista no hay edad para un sentimiento hermoso como lo es la danza... yo he dado este estilo, el dancehall, hasta con la tercera edad y es algo hermoso que se comparte y no es nada complejo, solo con poner un poco en práctica sale y se disfruta al máximo. Se necesita sí entusiasmo, las ganas de aprender y compartir las danzas urbanas recreativa o competitivamente”, añade Axel.